- Desde La Vinca Ecologistas en Acción “sentimos tristeza por cómo se oculta información sobre el grave accidente que afectó a personas y al medio ambiente del Barranco de Las Madres / Guadalupe / Azuaje, y que fue denunciado por los ecologistas norteños el pasado 6 de mayo de 2023. Un año sin noticias de la Justicia, del Cabildo de Gran Canaria, del ayuntamiento de Firgas, del Gobierno de Canarias, ni del Seprona de la Guardia Civil, esto da vergüenza.
“Como ya decíamos hace un año, volvemos a ACLARAR -porque ya sabemos cómo funcionan por aquí las cosas- que seguimos SIN CULPAR A NADIE -pero cada uno tiene que asumir sus responsabilidades- por lo que FUE UN DESAFORTUNADO ACCIDENTE, pero nos llama la atención que continúe un año después el total y absoluto oscurantismo, tras haber sucedido un accidente en las instalaciones de una importante empresa del municipio de Firgas, (martes 2 de mayo de 2023). Tras un año de denunciarlo públicamente en redes y ante los medios de comunicación, tras un año de investigaciones, recogida de muestras, averiguaciones, supuesta intervención de la Fiscalía de Medio Ambiente… la ciudadanía y los colectivos no sabemos nada de nada al respecto, como si nada hubiese sucedido.
Tras el revuelo generado hace un año, con la noticia en primera línea de toda la prensa regional, desde La Vinca Ecologistas en Acción seguimos sin saber nada, ni de las instituciones públicas, ni de la empresa causante del accidente. Recordamos que según pudimos conocer “en la jornada del martes 3 de mayo de 2023 se produjo un escape accidental de más de 20.000 litros de sosa cáustica -hidróxido de sodio (NaOH)-, un producto químico que se usa a nivel industrial como sustancia básica, que es altamente alcalino, corrosivo, absorbe la humedad y el dióxido de carbono del aire y descompone las proteínas a temperatura ambiente; y que dicho vertido se produjo en las instalaciones de esa empresa ubicada en el Barranco de Las Madres.
Como consecuencia de ese accidente, al parecer se vieron afectados tres trabajadores con distinto grado de afección, y se vertieron esos más de veinte mil litros de sosa cáustica al cauce público del Barranco de Las Madres/Guadalupe/Azuaje, interactuando con el agua que de manera habitual circular por dicho cauce, generándose reacciones que por el momento desconocemos su afección al medio ambiente, un año después seguimos en las mismas circunstancias.
Supimos además que algunos cultivadores de berros y ñames se habían dirigido a la empresa para pedirle explicaciones por el vertido y las afecciones a sus plantaciones (esto parece que ocurrió en la tarde del jueves, que es cuando nos enteramos desde este colectivo del accidente ocurrido). En la tarde del viernes 5 de mayo, 3 días después del vertido, un grupo de integrantes de La Vinca Ecologistas en Acción nos acercamos a la Reserva Natural Especial de Azuaje a comprobar posibles afecciones, pudiendo comprobar que en la mayoría de charcos del barranco existía una especie de espuma blanquecina y/o marrón, según las zonas, cubriendo dichos charcos que no es lo habitual en este barranco. Ascendimos barranco arriba durante más de 1,5 horas y pudimos comprobar que la presencia de espuma era cada vez mayor. No apreciando otros efectos sobre flora y fauna, pero desconociendo si esos efectos se habían producido o se podrían desarrollar en las siguientes jornadas, por lo que consideramos que desde las instituciones públicas se debería estar actuando en la zona (tomando y analizando muestras de agua, recogiendo cuerpos de fauna afectada si la hubiese…), informando a la población del entorno del barranco (agricultores/as, ganaderos/as, vecinos/as, senderistas, turistas…) de la situación como medida preventiva…
Nos sorprende y nos causa tristeza esta DEJACIÓN -un año de mirar para otro lado- y esta “falta de respeto” a la salud de las personas, ganados, fauna y flora silvestre… del entorno cercano. Asimismo nos parece una falta de respeto a lo colectivo, un espacio natural único en el planeta como es la Reserva Natural Especial de Azuaje.
No entendemos esta manera de actuar, estamos en el año 2023, en el seno de la Unión Europea, y por desgracia se produce un accidente y la empresa que lo ha sufrido no lo comunica a la administración pública de manera inmediata, no se ponen en marcha protocolos de actuación para evitar posibles daños… Cuanto más fácil habría sido que lo que ha sido un desgraciado accidente se hubiese normalizado y se hubiese actuado de manera clara y rápida. Esperamos que la repercusión futura de este vertido quede en nada, pero no por arte de magia, sino porque se investigue y se depuren responsabilidades.
Todas estas reflexiones las hacíamos hace un año, y ahora además nos planteamos nuevas dudas que queremos hacer públicas, para que sucesos como este no se vuelvan a repetir y que no se intenten ocultar a la opinión pública.
Por ello, habiendo transcurrido un año planteamos al Área de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, al Consejo Insular de Aguas, al Gobierno de Canarias, al Ayuntamiento de Firgas, al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil – SEPRONA y a la Fiscalía de Medio Ambiente, si ¿es posible que no se tomen en serio a la ciudadanía y a los colectivos sociales preocupados por nuestro medio ambiente colectivo? ¿El vertido se ha producido en un Parque Rural y en una Reserva Natural Especial? ¿El vertido ha afectado a terrenos de cultivos de berros y ñames? ¿Ha podido afectar a agricultores/as, senderistas, turistas…? ¿A mascotas y animales de las fincas?…
¿Nadie va a dar una explicación? ¿Nadie va a decir a la ciudadanía si se ha archivado todo? ¿Si se ha adoptado alguna decisión o no? ¿De verdad no merecemos respuestas? Luego se lamentan de la lejanía de la sociedad de las instituciones y de que se piense mayoritariamente que la justicia tiene distintas varas de medir. Lamentable todo”.