- El presidente del Cabildo de Gran Canaria participa en el acto de colocación de la primera piedra de la nueva instalación, que se construirá en el Polígono Industrial de Arinaga, en Agüimes
- Destaca que la iniciativa contribuye al mix energético renovable de Gran Canaria, hace que los residuos de la hostelería lleguen en menos medida a los ecoparques y abarata los costes producción del sector
- La empresa ATH Bioenergy ha invertido 25 millones en el proyecto y prevé que la planta estará plenamente operativa dentro de aproximadamente 14 meses
Gran Canaria, 24 de mayo de 2024. Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, dejó muy claro hoy su convencimiento de que la nueva planta de producción de biometano y fertilizantes que la empresa ATH Bioenergy va a construir en el Polígono Industrial de Arinaga, en Agüimes, “se convertirá en un pilar de la economía circular de la Isla”, dado que “contribuirá a consolidar el proyecto de ecoísla del Gobierno insular” y a que “Gran Canaria lidere la transición verde y la descarbonización”.
Y es que, a su juicio, “lograr una economía circular y regenerativa será un componente básico del futuro de la Gran Canaria neutral en carbono que estamos diseñando”, aseveró, para hacer hincapié en que “el Cabildo de Gran Canaria trabaja en estos momentos en la implantación de una estrategia que hará posible que esta Isla se convierta en líder en la transición hacia una economía circular y en un ejemplo para el resto de las regiones ultraperiféricas y los territorios aislados que compartan características similares”.
Así lo manifestó el presidente Morales en el acto de colocación de la primera piedra de esa nueva planta de biometano y fertilizantes, en el que también estuvieron presentes el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el consejero de Transición Ecológica y Energía del Ejecutivo autonómico, Mariano Hernández Zapata; el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, y el Rafael Zárate, gerente de ATH Bioenergy, junto a otros ejecutivos de la empresa y representantes del sector empresarial, energético y primario.
En las palabras que dirigió a las y a los presentes en el acto, el líder del Ejecutivo insular puso de relieve que el biometano es una importante herramienta de descarbonización y que su enfoque sostenible, innovador y circular es un verdadero valor añadido. Porque, como afirmó, “la producción de biometano reúne varios flujos de valor circular vinculados a la generación de energía, lo que permite una huella total cero o incluso negativa de gases de efecto invernadero de todo el ecosistema, puesto que también hay que considerar la producción de fertilizantes”.
En su reflexión, sostuvo que, en un mundo cada vez más globalizado y con una población en constante crecimiento, los recursos naturales están siendo cada vez más escasos e insistió en la necesidad de adoptar nuevos enfoques, para garantizar que se pueda seguir prosperando mientras se protege el planeta.
“La economía circular da respuesta a esta necesidad”, vaticinó. “Por ello, en Gran Canaria existe un fiel compromiso para lograr la implementación de un modelo económico que permita lograr un desarrollo sostenible. Porque la economía circular no solo es beneficiosa para el medioambiente, sino que también tiene un gran potencial para crear empleos y aumentar la competitividad económica”, sentenció.
En este sentido, puso el acento en que esa economía circular no solo es responsabilidad del sector público, sino que se trata de una labor colectiva. “Por lo tanto, es fundamental la colaboración de todos los actores económicos y sociales, para lograr su óptima implementación en Gran Canaria”, mantuvo.
Asimismo, subrayó que esta nueva planta de producción de biometano y fertilizantes reúne tres factores fundamentales, dado que “utilizará residuos orgánicos, incluyendo desechos de hoteles y supermercados, residuos de poda y materia orgánica, que se transformarán en biogás y biometano, reintegrándose en los hoteles y comercializándose a otras industrias que pretendan descarbonizarse”, expuso. “Eso hace que, por un lado, lleguen menos residuos a nuestros ecoparques y, por otro, que dispongamos de biocombustible que complemente el mix energético renovable de Gran Canaria, apoyado en el almacenamiento del Salto de Chira, y eleve los niveles para romper nuestra dependencia con el exterior a la hora de garantizar la soberanía energética de la Isla”.
Además, en tercer lugar, incidió en que la empresa ATH Bioenergy participará en el mercado de fertilizantes orgánicos, proporcionando soluciones a los agricultores y, en especial, a los productores de plátanos. “Esta visión restaurativa y regenerativa también debe ser valorada como una aportación a nuestro sector primario, que sufre seriamente por el alto precio de los insumos importados”, consideró.
Por todo ello, Antonio Morales finalizó recalcando que este proyecto reúne todas las características para apoyarlo e hizo una llamada a que surjan nuevas iniciativas en esta materia, por su contribución “a una Gran Canaria más sostenible y circular en el futuro. Y estoy seguro de que esta planta, cuya construcción se inicia hoy, es un paso muy importante a tal efecto”, concluyó.
Por su parte, Fernando Clavijo también valoró como muy safistactoria esta iniciativa, porque “es una inversión que va justo en el camino en el que queremos que Canarias esté. En el camino del reciclaje, de la reutilización, de los combustibles mucho más respetuosos con el medioambiente”, aseguró. “Son más de 25 millones de euros en cuatro islas, que nos va a permitir enlazar la que es nuestra principal actividad económica, que es el turismo, con los residuos, el sector primario y la producción de energía”, indicó. “Por lo tanto, creo que proyectos como estos son los que necesita Canarias y, sin lugar a dudas, vamos a apoyarlos desde las instituciones”, destacó el presidente del Gobierno canario.
Operativa dentro de unos 14 meses
El gerente de la empresa ATH Bioenergy, Rafael Zárate, a su vez, cifró en más de 25 millones de euros la inversión realizada en Gran Canaria y recalcó que se trata del primer proyecto que se pone en marcha en Canarias y que le seguirán otra instalación idéntica en Tenerife, dado que son las islas con mayor turismo y mayor producción de residuos orgánicos, y, posteriormente, se construirán en Fuerteventura y en Lanzarote, donde existen muchos centros turísticos. “Porque el proyecto está vinculado al sector turístico, que es nuestro principal sector económico y hay una necesidad de que sea más sostenible y más amigable con el medioambiente, y en eso vamos a colaborar y a contribuir”, añadió.
Señaló, igualmente, que la previsión es que la planta de Gran Canaria esté operativa en aproximadamente 14 meses. “Confiamos en que pueda empezar a moverse de tierra este verano. Luego, le seguirá la de Tenerife, con un lapso de seis u ocho meses, y, después, Lanzarote y Fuerteventura, cada uno con otro lapso de ocho meses por año. Prácticamente, todo el proyecto en las cuatro islas será de casi cinco años”.
Zárate calificó la iniciativa como “un proyecto muy ambicioso”, que demuestra que la compañía “apuesta por cambiar la cultura del residuo y, sobre todo, por tratarlo como un recurso y obtener todas las bondades de ese recurso, que es el residuo biodegradable, que gestionaremos en la instalación para conseguir varios productos de salida, todos con origen orgánico, principalmente, biogás, que está formado por biometano y bioCO2, ambos con múltiples aplicaciones, y el biogás como combustible”.
Remarcó, del mismo modo, que el sector hotelero se ha vinculado con la idea, “porque ellos también apuestan por hacer un turismo más sostenible”, y relató que la empresa captará los residuos orgánicos de cocinas, restaurantes y demás, para transformarlo y que ellos también puedan acceder a ese combustible orgánico.
Declaró que “también se explotará el CO2, que tiene múltiples usos industriales y que sería un CO2 orgánico, al contrario del CO2 fósil que tiene huella de carbono”, y, además, que otra parte importante del proyecto consiste en que el producto, una vez conseguido el biogás, se seguirá gestionando para obtener fertilizantes para la agricultura. “El sector agrícola en Canarias demanda mucho fertilizante”, comentó. “Este sería un fertilizante orgánico de origen local. Así se reducirá el alto consumo de fertilizantes químicos en Canarias y en Gran Canaria”. Con relación a este asunto, puntualizó que la planta producirá en la Isla unas 5.000 toneladas fertilizante líquido y unas 4.000 toneladas de sólido al año.
Finalmente, anunció que, “para completar la circularidad, nos ocuparemos de la recuperación de agua en la instalación y también será agua regenerada. La mitad se utilizará para las propias demandas de la planta y la otra mitad se aplicará a la red de riego para uso agrícola o uso industrial y, de esta forma, ofrecemos un proyecto totalmente circular y valorizamos el residuo orgánico aproximadamente en un 95%, para evitar así que llegue a los vertederos”. De hecho, precisó que la instalación tendrá una capacidad de gestión de 35.000 toneladas de residuos y que “Gran Canaria genera unas 190.000 toneladas de residuo orgánico al año y nosotros gestionaremos aproximadamente un 8% y valorizaremos todo ese producto orgánico”.