- La iniciativa profundizará en las investigaciones arqueológicas en la parcela, donde yacen los restos de una calzada, los vestigios del viejo Hospital San Martín y la cimentación de la Parroquia del Rosario
- “Cinco siglos después, la Catedral nos conmina a mantenernos en pie, como hace ella”, afirma el presidente en el cierre de las jornadas por el 50 Aniversario del BIC
- La clausura incluyó la conferencia del Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, bajo el título de ‘Patrimonio de la Iglesia Católica y disposiciones de la Santa Sede”
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, recalcó hoy que la profundización en las investigaciones arqueológicas y el impulso del proyecto para crear un centro de interpretación sobre la gestación de la ciudad en el solar norte de la Catedral, donde yacen los restos de una antigua calzada, los vestigios del viejo Hospital de San Martín y la cimentación de la Parroquia del Rosario, que nunca llegó a edificarse, “pasan a ser piezas prioritarias dentro de las políticas patrimoniales” del Gobierno de la isla.
El presidente manifestó que estas actuaciones marcarán “un punto y seguido de las tareas de acondicionamiento de la parcela y el desarrollo del proyecto técnico”, en el contexto de la colaboración con la Diócesis de Canarias para la salvaguarda de los bienes culturales eclesiásticos. En el caso del solar norte, Morales destacó que “la ciudadanía y las personas que nos visiten contarán con un espacio único para adentrarse en un pasado que explica nuestro presente”. El proyecto de excavación y el nuevo museo arqueológico cuentan con una partida económica de 1 millón de euros en los presupuestos de 2024 del Cabildo, al que se han añadido recientemente otros 700.000 con cargo al plan extraordinario de inversiones con remanentes.
Morales realizó este anuncio en la clausura oficial de las ‘Las jornadas ‘50BIC Catedral de Canarias (1974-2024)’, organizadas por el Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia, que dirige Teodoro Sosa, con motivo de la conmemoración del medio siglo de la declaración del Bien de Interés Cultural (BIC) del templo, inicialmente en su antigua denominación de Monumento Histórico-Artístico. El ciclo ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la Diócesis, el Museo Canario y la Orquesta Filarmónica.
Junto al presidente, tomaron la palabra en el acto institucional el Obispo de Canarias, José Mazuelos, y el concejal de Cultura de la capital, Adrián Santana. A continuación, tuvo lugar la conferencia magistral del Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, bajo el título de ‘Patrimonio de la Iglesia Católica y disposiciones de la Santa Sede”.
“Cinco siglos después, la Catedral nos conmina a mantenernos en pie, como hace ella, y a disipar las sombras desde la concordia, el respeto y la solidaridad”, sostuvo Morales en su intervención, en la que agregó que “las sociedades necesitan símbolos que se alcen sobre la rutina diaria y les devuelvan un reflejo de estabilidad y permanencia en las contradicciones de la Historia”.
El presidente recordó que “los orígenes del templo guardan vínculos de cuna con el nacimiento de una nueva sociedad en este lugar del Atlántico. Desde entonces, los destinos de la Catedral, de la ciudad fundacional y del conjunto de la isla han avanzado de la mano, sin dejarse atrás en ningún momento, creciendo al unísono, unidas como han estado siempre por hilos visibles; y también por otros invisibles, pero igual de importantes a la hora de entrelazar a la población grancanaria con su estandarte arquitectónico”.
Las raíces de piedra de un faro espiritual
“Las raíces de piedra de la Catedral”, prosiguió, “se hunden en los albores de la primera ciudad de realengo fundada fuera de la metrópoli, de ahí su consideración de adelantada en las fundaciones atlánticas y americanas. Este hecho contribuyó de manera decisiva a consolidar los lazos entre esta tierra y América, al mismo tiempo sentó las bases del espíritu abierto de grancanarios y grancanarias, con una mirada universal siempre fijada en el horizonte”.
Manifestó también que “ha sido un faro espiritual por su función de cabecera eclesiástica insular en la ruta de ida y vuelta entre Europa y el Nuevo Mundo. Pero, sobre todo, ha sido una referencia firme y constante para los habitantes de Gran Canaria, que se han encomendado entre sus muros a las mismas Alturas hacia las que se proyectan las torres de la Catedral”.
Morales reflexionó sobre cómo “la ciudad, la isla de Gran Canaria y la Catedral acumulan 500 años de camino compartido por las orillas de la Historia, enfrentándose a las subidas y bajadas de las mareas sociales y económicas, convirtiéndose en un ejemplo de vivo y perfectamente aplicable a nuestros días de la importancia de la conjunción de los distintos estamentos que integran una comunidad para prosperar, pero también para saber sufrir juntos y superar tiempos difíciles”.
La simbiosis entre Gran Canaria y la Basílica de Canarias resulta de una “evidencia palmaria”. La primera Catedral cobró cuerpo gracias al impulso fundacional, tras lo cual su construcción y actual configuración se vieron condicionadas por la realidad de cada época. El estudio del arquitecto José Luis Jiménez Saavedra, reveló el secreto de que la fachada de la Catedral está edificada en la intersección del triángulo que formaban los antiguos conventos de San Agustín, Santo Domingo y San Francisco. Y este modelo se replicó en muchas ciudades americanas.
El templo vio cómo se levantaban a su alrededor edificios civiles que hablaban de una sociedad diversa y en desarrollo. Pero también vio frenada su construcción en más de una ocasión y contempló a la ciudad derribar sus viejas murallas para expandirse.
Cada uno de estos momentos ha dejado un reflejo en el magno edificio y ha contribuido a convertirlo “en la construcción histórica más destacada de la Comunidad Autónoma”, enfatizó Morales antes de subrayar que “esta Catedral es la obra del tiempo, hecho que se refleja en la incorporación en su fachada y en su estructura de elementos góticos, renacentistas o neoclásicos, mostrándonos un compendio artístico, y ofreciendo sobre todo un espacio de encuentro comunitario, pero también de intimidad y de reflexión”.
Las Jornadas han profundizado en el conocimiento y la difusión de los valores que atesora la Catedral y han supuesto “un merecido homenaje a las personas que han hecho posible su creación, desde los arquitectos al más humilde labrador de piedra”.
El presidente del Gobierno de la isla precisó que “esta programación especial es en realidad una muestra más dentro del contexto de la colaboración entre el Gobierno de la isla y la Diócesis para la conservación y puesta en valor de la Catedral, en el contexto general del compromiso del Cabildo con el legado artístico insular, con una sobresaliente representación del patrimonio eclesiástico”.
En el caso concreto de la Catedral, el Cabildo ha sido un sólido pilar de su mantenimiento, y su implicación ha cristalizado también en la restauración de los lienzos del Via Crucis o de la talla de Luján Pérez de la Virgen de Los Dolores, “una joya artística que nos sobrecoge con su representación de una madre tan identificable en las islas, a la vez sufriente y serena”, explicó.
“Proclamamos la importancia de la colaboración institucional para la salvaguarda del patrimonio, como hacemos con el conjunto de los bienes culturales de la Iglesia en la isla, así como de las distintas manifestaciones que, etapa tras etapa, nos han convertido en lo que somos, desde los tiempos aborígenes. Sirva como ejemplo, que este año celebraremos también el 75 aniversario del BIC arqueológico de La Guancha de Gáldar, el primero declarado en el archipiélago”, avanzó.
“Somos eco del tiempo. Nos lo recuerdan estos muros, entre los que resonó el pasado domingo el sonido de los siglos con la interpretación de música sacra a partir de partituras recuperadas de los archivos de esta Catedral gracias a un riguroso trabajo de investigación por encargo del Cabildo”, indicó sobre la investigación llevada a cabo por la Doctora en Historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Isabel Saavedra Robaina.
“Los rayos del sol, al penetrar por las vidrieras de esta catedral donde ahora atardece, iluminan las columnas y el suelo del magno templo con la paleta de colores de los vitrales. Es una luz que nos guía y nos inspira”, concluyó. Tras la palabra, fueron las notas musicales de Bach, Frescobaldi y D’Agincour las que ocuparon el aire de la Catedral con el concierto de órgano ejecutado por Mar Tejadas. Música, tiempo, verbo, recogimiento y, finalmente, de nuevo el silencio.