Las entradas para la Casa del Terror que este año se presenta como el Hotel Infierno están agotadas
El Barranquillo de Pozo Izquierdo se llenó un año más de miles de personas que disfrutaron bailando y cantando durante cerca de cinco horas antes del espectáculo de fuegos para festejar la noche de San Juan.
La fiesta comenzó desde las 6 de la tarde con el espectáculo infantil Cocouaua. A las 20 horas comenzó el homenaje a Fito y Fitipaldi con el espectáculo musical ‘La boina de Fito’. Y después, a las 10 de la noche, subieron al escenario Los Lola, que hicieron un repaso por clásicos musicales de varias décadas para llegar a las 12 de la noche, cuando comenzó el espectáculo de fuegos artificiales en el mar en la bahía de Pozo Izquierdo.
Tras el espectáculo pirotécnico, la noche sanjuanera culminó con la actuación de DJ Promaster. El área de Cultura volvió a organizar un año más la Noche de Fuego, que contó con el apoyo de otras áreas municipales como Servicios Públicos, Protección Civil y la Policía Local.
La programación con motivo de las fiestas de San Juan continúa en el Ateneo Municipal con la Casa del Terror, que este año se presenta como el Hotel Infierno, cerca de 100 voluntarios y voluntarias del Taller de Animación del Ayuntamiento reciben a los visitantes. Tras anunciarse en las redes sociales, las entradas para todas las funciones que se van a celebrar hasta el próximo 29 de junio están agotadas. Un año más el público responde de forma muy positiva a la cita con la oscuridad, el miedo y la fantasía.
Pues si señores, esto nos ha costado a los ciudadanos de Santa Lucia de Tirajana unos 30.000 Euros de nada. Ya me gustaría saber si se ha superado con creces esta inversión, debe de haber alguna fórmula de saberlo, digo yo, pero esta corporación nunca contesta , será porque no les interesa que la ciudadanía se entere, porque si se sabe lo que sale, pero nunca lo que entra, es una mala práctica política de manipular a la gente con nuestro dinero público para ellos realzar “lo bueno que son o lo bien que lo están haciendo”, una hipocresía política baja y rastrera.