Entre las obras cedidas, se hallan retratos de Orlando Hernández Marín, Francisco Tarajano Pérez y Aquilino Pérez, relevantes intelectuales grancanarios, a los que el Gobierno insular rinde homenaje con esta iniciativa
El pintor isleño Manuel Ruiz Rodríguez se ha significado por ser un destacado paisajista y retratista de personajes notables de la vida cultural y artística de Gran Canaria
Gran Canaria, 7 de octubre de 2024. El Cabildo de Gran Canaria ha depositado de forma temporal en el Ayuntamiento de Agüimes siete obras pintadas por el artista grancanario Manuel Ruiz Rodríguez, en el marco de su posible destino para su exhibición permanente en las dependencias de la Asociación Cultural Orlando Hernández, tal y como y como ha sugerido el propio autor de las pinturas, y como muestra del homenaje que el Gobierno de la Isla rinde a algunos de sus más notables escritores e intelectuales.
Y es que, como se recalca desde el Servicio de Museos de la Corporación insular, Manolo Ruiz es un retratista destacado de personajes relevantes de la vida cultural y artística de Gran Canaria. De ahí que, entre los cuadros cedidos, se encuentren los retratos de los escritores Orlando Hernández Marín, Francisco Tarajano Pérez y Aquilino Pérez, tres figuras de gran trascendencia en la Isla, especialmente en la zona del sureste, con los que el pintor mantenía una estrecha relación.
De hecho, Orlando Hernández y Francisco Tarajano fueron una referencia cultural de primera magnitud en los años de la transición democrática, cuando reivindicaron la historia e identidad canaria, en un momento de gran efervescencia política y social, y lograron una simbiosis con el pueblo grancanario, que siempre los identificó como protectores y abanderados de las tradiciones insulares, además de mantener intensas relaciones con los círculos artísticos de la Isla, no solo literarios y teatrales sino también de las artes plásticas.
Más en detalle, Orlando Hernández Martín (Agüimes, 1936-1997) cultivó todos los géneros en las letras, ya que fue dramaturgo, y también se dedicó a la creación musical, la poesía, la narrativa y al costumbrismo canario, además de desarrollar su actividad como articulista de prensa en el desaparecido ‘El Eco de Canarias’, en ‘Canarias7’ y en ‘La Provincia’, y de conducir durante más de 14 años el programa de costumbrismo canario diario ‘Cosas de Pepito el árabe y maestro Rafael’, en la emisora Radio Atlántico.
Intervino, asimismo, en el ambiente cultural de la ciudad, ofreció conferencias, promulgó homenajes a diferentes artistas y fue un incansable colaborador en exposiciones de pintura y veladas poéticas. También dinamizó la actividad teatral en la Isla, al crear y dirigir cuatro grupos de teatro aficionado: Agrupación Atlántida, en los años sesenta; Tagoror, en los setenta; La Chalana, en los ochenta, y El Henchidero, en los noventa.
De hecho, este compromiso con la sociedad canaria y con la cultura fue tal que participó en lo que se denominó ‘Operación camello’, en la que un grupo de jóvenes artistas (Juan del Río Ayala, José González Villavicencio, Juan Ortega Medina, Sebastián Sosa Álamo, Francisco Luis Hernández, Antonio Carrasco Hernández, José Luis Morales y el mismo Orlando Hernández), pretendía acercar culturalmente Canarias y la Península, con el fin de obtener rebajas en los vuelos de Iberia entre las islas y el resto de España, realizar en Madrid una exposición de productos típicos canarios, desarrollar en el Hogar Canario de Madrid varias conferencias sobre el viaje y entregar una imagen de la Virgen del Pino al párroco de La Almudena.
Por todo ello, su vinculación y reconocimiento con la población le llevó a ser pregonero de diferentes pueblos de Gran Canaria, participó en numerosos juegos florales y en certámenes literarios. Y, en 1966, recibió el premio de periodismo Luis Benítez Inglott; en 1968, el premio nacional de Teatro Pérez Galdós, que otorgaba la Casa de Colón, y fue nombrado Hijo Predilecto del municipio de Agüimes en 1997. En la actualidad, cuenta con una casa-museo, ubicada en el lugar en el que vivió, dedicada a su figura y obra.
Por su parte, Francisco Tarajano (Ingenio, 1924-2018), hijo de labradores, se crio en Agüimes hasta 1936, año en el que ingresó como alumno interno en el colegio Salesianos de Las Palmas de Gran Canaria. Desde los veinte años impartió clases en diferentes colegios, primero en su isla natal y luego en Tenerife, donde fue profesor de Lengua y Literatura en la Universidad de La Laguna en 1955. Al año siguiente emigró a Venezuela y ejerció la docencia durante dieciséis años. En 1972 regresó a Canarias, para seguir con su labor como profesor en el colegio María Auxiliadora y en los institutos de Secundaria Isabel de España y Pérez Galdós, donde se jubiló. En 1983 fue nombrado cronista oficial de la villa de Agüimes e inició su producción como historiador. Además de su propia obra literaria, prologó más de doce libros de escritores canarios principiantes.
Al igual que Orlando Hernández, su identificación con la población del sureste de la Isla se refleja en los números pregones de fiestas que realizó como San Juan (Telde), La Herradura (Telde), La Pardilla (Telde), La Candelaria (Ingenio) y en los barrios de Agüimes, como Guayadeque, Temisas, Corralillos, Montaña de los Vélez, Las Rosas y el Cruce de Arinaga.
Fue un amante de la literatura popular, escritor en dialecto canario y, en 1954, colaboró en el romancero La Flor de la Marañuela, dirigido por el doctor Diego Catalá Menéndez Pidal, catedrático de la Universidad de La Laguna. Durante su estancia en Venezuela escribió siete libros didácticos y, ya de vuelta en Canarias, empezó su etapa más prolífica, al compaginar sus escritos poéticos con su labor de recopilador de la sabiduría popular canaria y la de cronista oficial de Agüimes. Igualmente, fue un destacado personaje político y cultural dentro del nacionalismo canario, y uno de sus actos más recordados fue la lucha contra la celebración de la salida del pendón de la conquista, que le llevaría a los tribunales tras los sucesos del 29 de abril de 1984.
Por último, Aquilino Saavedra (1934-2023) fue un artista plástico y escritor muy vinculado con Orlando Hernández y Francisco Tarajano, y su obra está vinculada a la identidad y los paisajes de Gran Canaria, a pesar de vivir gran parte de su vida en el extranjero, donde comenzaría a trabajar con un estilo pop. Aunque nacido en Gáldar, Aquilino estableció su taller en Vecindario, en Santa Lucia.
El 6 de septiembre de 1971, fue entrevistado por el propio Orlando Hernández en el ‘Diario de Las Palmas’, con motivo de la muestra de pop-art ofrecida en el Hotel Oasis de Maspalomas. A partir de aquel momento, el periodista siguió el quehacer artístico de Aquilino y publicó varias críticas periodísticas en el mismo rotativo y en ‘El Eco de Canarias’. La Sociedad Cultural Casino de Agüimes tributó, el 18 de noviembre de 1979, un homenaje al pintor, cuyo presentador fue el propio Orlando y en el que participó la tertulia Artística Víctor Doreste.
Del autor
Manuel Ruiz Rodríguez, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en 1944, ingresó con solo 15 años en la Escuela de Arte Luján Pérez, donde descubrió su vinculación a las artes plásticas de la mano de personajes tan relevantes como Felo Monzón. A partir de entonces, su biografía artística se centró en el retrato y en los paisajes, de modo que representó en primer término a los habitantes del barrio de San José en la capital de la Isla y a vecinos, amigos y parientes, así como los rincones más emblemáticos de la ciudad, en especial los riscos, gracias a la influencia ejercida por artistas de la talla de Baudilio Miró Manou.
En 1968, fue galardonado en la Bienal del Gabinete Literario de Las Palmas con el Primer Premio Joven de Pintura, por el retrato de su padre, Manuel Ruiz Jurado, en el que ya era posible distinguir algunas de las características formales del estilo que le ha caracterizado desde entonces. Y en 1986, fue nombrado profesor de la Escuela de Arte Lujan Pérez, cuando era presidente el escritor y crítico de arte Agustín Quevedo y el pintor Felo Monzón era su director.
A lo largo de su trayectoria, ha llevado a cabo varias exposiciones individuales tanto en el Archipiélago como fuera de las Islas, entre las que destacan sus muestras en espacios destacados de Gran Canaria, como la Galería Wiot, El Museo Canario, la Sala de Arte Cairasco, la Casa de Colon, la sala San Antonio Abad, la Galería 1900, la Sala del Club de Prensa Canaria y la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias. También es preciso resaltar su presencia en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife; en la Casa de la Cultura de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, o en la Galería Orfila, en Madrid. Su última retrospectiva ‘Manolo Ruiz: el tiempo en la mirada’ se celebró en 2017, en el CICCA de la Fundación de La Caja de Canarias.
Entre sus exposiciones colectivas, sobresalen su participación en la Galería Rialto –que se presentó al público en 1969-, con una muestra de artistas vinculados a la Escuela Lujan Pérez como Agustín Alvarado, Juan Betancor, Juan Francés, Juan Ismael, Jorge López, Felo Monzón, Ulises Parada, Rafaely, Paco Sánchez, Manolo Sánchez y el propio Manolo Ruiz.
En este mismo ámbito, destacan ‘75 años de la Escuela Lujan Pérez’ (Cabildo de Gran Canaria, 1993), ‘Las Palmas vista por sus pintores’ (CICCA, 1994), ‘Homenaje al pintor Santiago Santana’ (Sala del Club Prensa Canaria, 1995), ESPAL 96 (Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, 1996), ‘El Arte y una ciudad: Pintores y escultores de Las Palmas de Gran Canaria’ (Castillo de La Luz, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, 1999), ‘El Rostro de Cristo’ (Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2001), ‘Rostros de la Isla. El Arte del Retrato en Canarias, de 1700 a 2000’ (Cabildo de Gran Canaria, Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias, 2002), ‘Homenaje a Bertold Brecht’ (Galería Orfila, Madrid, 2003), ‘Frutos de la Tierra’ (Casa de Colon, 2005) o ‘Cita a Ciegas con la Escuela Luján Pérez’, en la Casa de Colón, San Antonio Abad del CAAM, Sala de Artes Plásticas, Biblioteca Insular y Salas de Arte de la ULPGC, en 2019.