Jonathan Gómez Cantero, es Geógrafo – climatólogo especializado en cambio climático y riesgos naturales. Fue revisor del Quinto Informe de Cambio Climático del IPCC (Panel de Expertos sobre cambio climático de Naciones Unidas), fue vocal del Colegio de Geógrafos de España, fue nombrado hace unos meses miembro del Young Scientists Club de la Asociación Internacional para la Promoción de la Geoética (IAPG), participó en la Cumbre del París y ha sido asesor internacional. Trabajó en diversas líneas en las Islas Canarias, donde ha colaborado en multitud de congresos, ponencias, conferencias y actos. Fue muy activo en la lucha contra las prospecciones petrolíferas, una época en la que llegó a reunirse con el Secretario de Estado de Medio Ambiente Federico Ramos de Armas o incluso con la Directora General de Evaluación de Impacto Ambiental Guillermina Yanguas, a los que expuso “los graves errores cometidos con las exploraciones petrolíferas”. Ha viajado decenas de veces a las islas donde ha dado conferencias en las distintas universidades e incluso ha escrito sobre los impactos del cambio climático en diversos aspectos de la economía y el medio ambiente canario.
Pregunta: Jonathan, ¿qué son para ti las Islas Canarias?
Las Islas Canarias para mí son un paraíso. Una ventana abierta a la vulcanología del Atlántico, un laboratorio marino, un lugar maravilloso desde donde ver las estrellas… creo que las islas con mucho más que turismo y hay que poner en valor todo lo que ofrecen. Son un ámbito geográfico de excepción por su localización y por ello hay que empezar a verlas como un indicador del planeta: cambio climático, contaminación de los mares, contaminación atmosférica… todo ello se puede hacer desde Canarias.
Una de tus etapas más activas en las islas fue cuando se comenzaba a fraguar el proyecto de prospecciones petrolíferas ¿cómo fue aquello? ¿cómo lo recuerdas?
Lo recuerdo entre lo bonito, por el enorme trabajo que supuso, y entre lo amargo, por el tema del que se trataba. Por ese entonces fui la primera persona, desde la ciencia, dijo públicamente que los terremotos del Golfo de Valencia los estaba provocando la plataforma gasística de El Castor; jamás olvidaré aquella mañana de septiembre cuando decidí publicarlo en El Huffington Post, un digital en el que escribo muy a menudo. Unas cuatro horas después había recibido cerca de 800 llamadas de prensa, televisiones, radios, colegas… a las siete de la tarde, el proyecto se paralizaba temporalmente (luego sería para siempre). Entre esos medios de comunicación que me llamaron había muchos canarios, y me preguntaron por las prospecciones, siempre con una actitud contraria a las mismas, y a la falta de rigor, que, en mi opinión, no se había tenido en cuenta. Una mañana llamaron a la sede del Colegio de Geógrafos de España, que por ese entonces yo era Vocal, para pedir mi contacto. La primera vez que viajé a las islas exclusivamente sobre ese tema fue por invitación de la Oficina de Acción Global, que personalmente creo que llevó a cabo un trabajo único y espectacular.
¿cómo era venir a Canarias para hablar de las prospecciones?
Era duro. Era un asunto controvertido, difícil, y hubo que luchar contra unas ideas favorables altamente fantásticas. No se me olvidará en mi primer viaje, en Lanzarote, salió la idea, que alguien favorable había lanzado, que en caso de hipotético vertido no habría ningún problema al abastecimiento de agua a la isla. Aquello fue duro oírlo porque había gente que así lo creía y desde luego, ni había plan de contingencia, ni se había estudiado esa posibilidad. Simplemente para unos pocos era algo imposible; lo que no sabían esos pocos, o no querían saber, era que esa posibilidad era tan real como la de que no pasara nada.
¿cómo acogía la población tus conferencias, tus entrevistas en medios o los artículos que de puño y letra firmabas en diarios de tirada nacional sobre lo que estaba ocurriendo en Canarias?
La verdad es que he de decir, que ha sido maravilloso siempre venir por trabajo a Canarias. He conocido a gente única, trabajadora, convencida y luchadora; además de todas aquellas asociaciones, agrupaciones que incansablemente se dejaban la piel cada día con movimientos, no sólo ecologistas, sino ciudadanos y sociales. La verdad es que la población Canaria está muy convencida de la protección del medio ambiente; aquella marcha multitudinaria contra las prospecciones lo dejó muy claro y eso es bueno, hay que querer la tierra que nos da de comer, nuestras raíces… a fin de cuentas es la vida de cada uno. He llegado a tener semanas en los que cada día estaba en una isla, con una agenda repleta y volaba a otro lado. Una vez estuve en Fuerteventura 4 horas, después de haber estado en Gran Canaria, en Lanzarote y La Gomera pero era lo que tocaba y había que trabajar.
Los artículos publicados siempre eran bien acogidos y más de una vez conseguí lo que me proponía, sacar los colores a gente que estaba dando luz verde a un proyecto que no se cogía ni con pinzas, esas mismas palabras se las dije una noche en directo en Cadena Ser, al entonces Secretario de Estado de Medio Ambiente Federico Ramos.
Hablando de políticos… ¿cómo fueron las relaciones con Madrid?
Fueron entre duras y difíciles. Tuve un viaje al Ártico donde desplegué una pancarta en contra de las prospecciones petrolíferas tanto en Canarias como en otros lugares del mundo, siempre luchando contra el cambio climático, porque a fin de cuentas, necesitamos apostar desde hace muchos años por las renovables. La misma noche en que llegué a Madrid de la expedición, me invitaron de Cadena Ser a un debate con el Secretario de Estado, el presidente de Equo… para hablar de cambio climático. Estando en pleno debate, salió a relucir en boca de alguno “la gran lucha que hacía el Gobierno de España contra el cambio climático” y repliqué diciendo que si el ejemplo era la atrocidad que se estaba haciendo en Canarias. Tras un duro rifi-rafe, al terminar, acordamos tener una reunión en el Ministerio y ciertamente unos días después fue esa reunión. El Secretario de Estado no apareció, pero en su lugar sí estuvieron diversos técnicos, o la Directora General de Evaluación de Impacto Ambiental. Ellos expusieron sus ideas, yo las mismas junto a una interminable documentación donde hacía ver errores, fallos… al menos a mi entender… prometieron estudiarla y llamarme, pero nunca más recibí respuesta.
Te dedicas mucho a la divulgación, participas en multitud de medios de comunicación… ¿qué se opina desde tu gremio?
¡podría contar de todo! (ríe) Me ha pasado de todo, desde colegas que apoyaban, y sin ningún miedo daban su opinión en asuntos difíciles o estaban todos aquellos, que no son pocos, que intentaban desprestigiar tu trabajo por aparecer en una televisión. Se sigue padeciendo mucho de “academicitis, y se olvida muchas veces que debemos hacer mucho más por llegar a la población y a la sociedad e involucrarnos en estos temas. Bien es cierto, y lo digo sin ninguna crítica, entiendo perfectamente a todos aquellos profesionales que trabajan en una empresa, la que sea, y ante ciertos temas no puedan hablar por el miedo a perder su trabajo… supongo que es algo parecido a lo que pasa en algunos medios de comunicación y que los periodistas criticáis, el problema es que no es tan visible, pero ahí es donde nace la geoética.
Hace unas pocas semanas conocíamos el gran yacimiento de telurio que aparecía al sur de El Hierro ¿crees que hay que extraerlo? ¿es un recurso?
A mí personalmente esto, me ha recordado a los fantasmas del pasado. Lo primero que debemos saber es quién o quiénes hicieron esas exploraciones, por qué no se ha sabido nada hasta ahora, y si verdaderamente hay tanto como se dice. No recordemos, que en boca de algunos también había miles de millones de barriles de petróleo. Todo a su tiempo. Si llega esa situación, habrá que hacer un estudio de impacto ambiental, independiente y libre, para ver el impacto, que sin lugar a dudas existirá, porque impacto siempre hay, pero hay que poner siempre el peor escenario posible sobre la mesa para a partir de ahí trabajar. Una vez eso se haya solucionado, habrá que ver si interesa o no, dependiendo de quién se lo vaya a quedar. Pero me temo que para eso quedan aún años.
¿será el cambio climático un problema en Canarias? Inauguraste las Jornadas Forestales de Gran Canaria en 2015 sobre los impactos que tendría este fenómeno en el medio ambiente, la economía y la sociedad canaria y además hace poco te vimos en TVE con un reportaje sobre los impactos en la flora…
Lo será, lo será, sin lugar a dudas. No sólo aquí, sino en otros lugares del planeta, pero el caso canario es singular. Hablamos de un espacio insular, aislado, dependiente del mar y de una configuración atmosférica determinada que sostiene una gran diversidad de ecosistemas, que ante cualquier variación se verán muy afectados. Aumentan los fenómenos de calima, las olas de calor… además se han dado en el presente siglo fenómenos de lluvias torrenciales no observados antes… todo ello hemos de tenerlo en cuenta. Muchas veces cuando hablamos de impactos en el medio ambiente la población no llega a percibirlo igual que cuando hablamos de subida del nivel del mar, la consiguiente desaparición de playas y un impacto negativo en el turismo. Cuando hablamos de factores económicos, como que se entiende mejor, pero cuando hablamos de desaparición de flora endémica y que no encontramos en otros lugares del mundo, cuesta un poco más.
En tu opinión, ¿cuáles son los peores efectos del cambio climático en Canarias?
Es casi imposible hablar de impactos mejores y peores, para un climatólogo todo son impactos. Si hablamos con el director de una cadena hotelera que vea desaparecer su playa de enfrente, está claro cuál será; y si hablamos con un agricultor de las zonas altas, será la falta de lluvia… debemos ponerlo todo en una balanza: desaparición de playas, menor precipitación, aumento de la intensidad de las olas de calor… y al otro lado todas las cosas que debemos hacer para evitarlo: apostar por energías limpias, transporte sostenible, facilitar el ahorro energético… y por supuesto, que los Gobiernos, grandes potencias y grandes empresas se comprometan.
Lo que si está claro, es que impacto hay y habrá y hay que comenzar a luchar en adaptación y mitigación desde ya.
En 2015 se publicó el libro del que eres autor a petición del Parlamente Europeo “El cambio climático en Europa 1950 – 2050 Percepción e impactos” y hay bastantes alusiones a Canarias, más a que ninguna otra zona…
¡claro! Insisto en la vulnerabilidad de este territorio, no sólo a futuro, sino en impactos que ya se han constatado, como llegada de especies de peces de características tropicales que han desplazado a poblaciones de peces autóctonos… o comportamientos herráticos de tormentas tropicales y huracanes que alguna vez han dado un susto al archipiélago, a futuro, no podemos eliminar la posibilidad de un huracán afectando a las islas… Además, el fenómeno constatado de aumento de temperatura del aire en verano, también aumenta el riesgo de incendio forestal… no debemos tomarnos todo esto como un “fin del mundo” pero si como un escenario y un problema de futuro contra el que debemos luchar
Un sitio de Canarias donde leer
El Jardín Botánico Viera y Clavijo
Un libro
El viaje de Humboldt a Canarias
Una playa
El Puertit0 de Lobos
Un plato típico de las islas
Unas papas con mojo picón
Tu mejor recuerdo en las islas
Sentado, tras cada jornada de trabajo, en una mesa para cenar y debatir, conociendo a gente maravillosa, y esto lo he podido hacer en todas las islas
Tu peor recuerdo
La carretera a Masca, el pueblo maravilloso, pero el mareo fue duro.
Algo pendiente que hacer en Canarias por hobby
Coger un barco para ver cetáceos
Maria Elda Cabrera. ASSOPRESS