El Cabildo de Gran Canaria ha destinado 200.000 euros a proyectos de mejora de accesibilidad y habitabilidad en el parque público de viviendas, una actuación recogida en los convenios que firmó en la mañana de ayer martes, 3 de octubre, la consejera de Vivienda, Minerva Alonso, con representantes de los ayuntamientos de la isla que han expresado su capacidad para realizar las obras.
De las 210 solicitudes recibidas, 60 han resultado beneficiarias, correspondientes a habitantes que sufren cada día la falta de adaptabilidad de sus hogares a sus especiales necesidades debido a las circunstancias físicas o psicológicas que presentan. En este sentido, Alonso apuntó la previsión de ampliar la partida para la convocatoria de 2018 hasta alcanzar los 500.000 euros, además de revisar los términos de la convocatoria y así poder “optimizar las ayudas y llegar a más hogares ya que han quedado muchas familias en lista de espera”.
Los textos rubricados recogen el acuerdo de colaboración entre el Cabildo y las entidades locales para la administración y conservación de estos inmuebles y especifican la cantidad otorgada a cada municipio para la contratación y ejecución de las obras, que corren a cargo de cada ayuntamiento, o bien para la compra de materiales en el caso de que sean los propios beneficiarios los que realicen las reparaciones. Al Ayuntamiento de Ingenio le han correspondido 9.903,95€, acudiendo al acto de la firma el primer teniente de alcalde, Rafael Caballero, quien se mostró contento con la culminación de este proceso. “Todo el dinero que venga para proyectos de mejora de accesibilidad y habitabilidad es poco, pero menos es nada; sin embargo nos vamos con el convencimiento de que la consejera va a intentar aumentar esa partida para el próximo año, lo cual es una gran noticia,” afirmaba Caballero, quien también calificó de gran noticia el que Consorcio de Viviendas aprobara esa misma mañana otro proyecto “a través del cual vendrán 40.000€ a Ingenio para viviendas de primera necesidad, lo que mejorará la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas”.
La convocatoria fue elaborada en 2016 con miembros de asociaciones de personas con discapacidad, como Cermi y la Once, que aportaron soluciones para los casos planteados por los solicitantes. Entre los proyectos aprobados destacan los cambios de bañeras por duchas, las instalaciones de barandillas o salvaescaleras, la instalación de un sistema de detección de humos en el hogar de un ciudadano invidente y la colocación de una alarma lumínica comunicada con el timbre de la casa para una persona sorda, entre otros.