Como, seguramente, en el próximo pleno de nuestro ayuntamiento no me permitirá extenderme y decir todo lo que tengo que decir sobre este tema, me permito escribirle esta carta señor Hidalgo.
La lucha por la igualdad y contra la violencia de género debe ser innata en cualquier administración pública y, aún más, en aquella que tiene el contacto directo con los ciudadanos. En eso espero que estemos todos de acuerdo. Pero lo que nunca debe hacer un ayuntamiento es abrir la puerta a la mala información, aquella que pueda llevar al rechazo de sectores de la sociedad, ya sean hombres o mujeres. Y esto es precisamente lo que se ha hecho desde la Concejalía de Igualdad del ayuntamiento que usted dirige con la agenda escolar que ha publicado, y distribuido, en diversos centros escolares dedicados a niños que van desde los 6 a los 16 años.
Nos dicen que es una agenda para profesores, una herramienta que se pone a disposición de ellos. Las herramientas que usan los profesores es para impartir docencia, por lo tanto, no nos garantizan que no lleguen a los niños y niñas de esos centros. Aunque en dicha agenda hay muchas citas de reconocidas mujeres, citas muy valiosas y buenas, existen otras que, por un lado no tienen como objetivo la igualdad, sino el adoctrinamiento en una visión muy sesgada de un mal entendido feminismo y, por el otro, promueven la guerra de sexos e, incluso, pueden llevar a acciones desafortunadas sobre todo en las niñas. Hablamos de frases como: “Los hombres temen que las mujeres se rían de ellos. Las mujeres temen que los hombres las asesinen”, “Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes”.
Casi todos los que lean esta carta tendrán hijos y, muchos de nosotros, en edad escolar. Yo no quiero que las niñas miren a mi hijo como un posible asesino. Yo no quiero que mi hijo tenga miedo de acercarse a las niñas por si se ríen de él. Yo no quiero que las niñas piensen que es mejor ser chicas malas que buenas.
Sr. alcalde, de todos es sabido mi lucha y denuncias por temas de este ayuntamiento: caso Emalsa, Metroguagua,… pero después de todo se reduce a dinero, a pérdida de dinero debido, bajo mi punto de vista, a una mala gestión. Pero el dinero va y viene y, sí, es solo dinero. Lo que sí permanece es la educación de nuestros hijos. Su educación y formación es la mejor herencia que le podemos dejar. Por favor, no seamos cómplices de esta deseducación, de imponer los criterios de unos a la totalidad.
Le ruego Sr. Hidalgo, se lo suplico si es necesario, por el bien de nuestros hijos, por los avances conseguidos en materia de igualdad y violencia de género, que retire las agendas escolares. Podemos estar ante un delito, un enfrentamiento entre niños y niñas, una desconfianza entre ellos que puede dar lugar a una separación entre sexos. Yo no puedo permitir que estas situaciones lleguen a nuestros hijos.