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El enclave empezó a usarse en época de los aborígenes y sigue habitado
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La actuación forma parte del Plan Integral para Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña
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Contempla la creación de una rampa de acceso a la Cueva del Rey y al resto de cavidades con elementos de sujeción y protección
El asentamiento de El Roque-Cuevas del Rey, a la sombra del Bentayga, fue utilizado por los aborígenes y continúa albergando habitantes en el centro de Gran Canaria, un valioso enclave que forma parte de la propuesta de Risco Caído y las Montañas Sagradas como Patrimonio de la Humanidad y cuya mejora ha licitado el Cabildo por 568.000 euros.
Se trata de la mejora, recuperación paisajística y embellecimiento de este núcleo rural y su entorno e incluye la pavimentación de las vías de rodadura y peatonales en el interior del núcleo de El Roque-Cuevas del Rey, la instalación de sistemas de protección en sus márgenes, el soterramiento de instalaciones y el arreglo y refuerzo de los muros de contención ante las posibles caídas de piedras, explica el consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz.
Además, la actuación contempla crear una rampa de acceso a la Cueva del Rey y al resto de cavidades del yacimiento arqueológico con elementos de sujeción y protección, así como la eliminación de residuos. Las empresas interesadas tienen de plazo hasta el próximo día 21 para presentar sus ofertas y acometer unos trabajos que supondrán un notable salto de calidad para uno de los espacios arqueológicos más ricos e interesantes de la isla.
Junto al Roque Bentayga y el Roque Camello, Cuevas del Rey forma parte del complejo arqueológico de la Sierra del Bentayga, un entorno con una densa presencia de conjuntos arqueológicos, integrados por cuevas de habitación, graneros y estancias funerarias, algunas de las cuales conservan muros de piedra cerrando sus bocas. A esto se suman ciertas manifestaciones que han sido relacionadas con prácticas culturales.
En la formación geológica conocida como Cuevas del Rey se abre un núcleo poblacional conformado por cuevas artificiales de habitación, localizadas mayoritariamente en la cara norte y articuladas en varios niveles. La cara este acoge un amplio granero artificial con numerosos silos excavados en cuatro andenes, reflejo sin duda del destacado papel que la agricultura debió desempeñar en la estructura socioeconómica de los antiguos canarios. Estas huellas del pasado insular están fechadas entre los siglos III y VI.
Estas extraordinarias muestras de arquitectura excavada, una de las más originales del mundo y sin igual en territorios de carácter insular, sustentan la candidatura de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria ante la Unesco´.