Según llegamos al Gobierno del Cabildo nos planteamos la necesidad de conocer la situación de las áreas industriales insulares. La industria es uno de los grandes retos de nuestra Isla, de Canarias. En nuestro archipiélago apenas representa un 7 % del Producto Interior Bruto… Desde un primer momento consideramos prioritario el conocimiento de su estado y problemática para, a partir de ahí, proponer mecanismos de intervención coherentes con las necesidades de las empresas en los próximos años, detectar las oportunidades no explotadas y corregir las inercias que producen efectos nocivos o que resultan agotadas a medio plazo. La realidad es que el grado de las dotaciones y el estado de conservación de las zonas industriales en la Isla de Gran Canaria es en general muy bajo…
Tras la realización de un estudio preliminar por el área de Industria y Comercio que dirige la consejera Minerva Alonso, la consecuencia lógica fue que era necesario hacer algo, y elaboramos el I Plan Estratégico de Zonas Industriales de Gran Canaria con el objeto de dotar al Cabildo, por primera vez, de un instrumento de planificación partiendo de una radiografía en profundidad del estado de nuestro sector industrial, conociendo además los planteamientos e intenciones de cada municipio para poder así programar una acción coordinada de desarrollo con ellos. El objetivo final que nos propusimos fue no sólo ejecutar una política coordinada que abordara las necesidades de este sector, sino, además, establecer y cuantificar las intervenciones y las inversiones necesarias para solventar los principales problemas comunes a todas las áreas industriales de Gran Canaria, con la única intención de hacer competitivo estos espacios para avanzar en la reactivación económica de nuestra Isla.
El Cabildo de Gran Canaria ha emprendido así una política industrial con el reto de aumentar la competitividad de la pequeña y mediana empresa, bajo el convencimiento absoluto de su capacidad generadora de empleo y por tanto de potenciación y diversificación de la economía insular. En definitiva, se trata de alcanzar el mayor impulso mediante la modernización de núcleos industriales favoreciendo su conversión en polos de atracción económica. Y se hace desde la participación de los empresarios establecidos en cada uno de estos espacios.
La motivación de emprender actuaciones con los polígonos industriales de la isla viene dada por las posibilidades y repercusiones que poseen en la dinamización de la economía isleña. El reto del Cabildo es disponer de zonas industriales bien conservadas y modernas que puedan atraer la ubicación de empresas, la generación de empleo y por ende el bienestar ciudadano.
Con este desafío se ha impulsado un método de trabajo y una planificación cardinal de actuaciones. El Plan Estratégico de Áreas Industriales de Gran Canaria atiende a una parte esencial de la actividad económica de la isla que, apoyada además en los avances tecnológicos y de comunicación, ofrece amplias posibilidades de desarrollo, aún contando con las condiciones de lejanía e insularidad propias de este territorio. El gran interés y elevada colaboración manifestada por los agentes industriales a lo largo del proceso de redacción de este Plan, ha reforzado continuamente la voluntad de la administración insular de promover una estrategia de acciones que definitivamente permitan que el espacio industrial de la isla se ajuste a las condiciones propias de la actividad industrial del siglo XXI.
Este ha sido el objeto general del Primer Plan Estratégico de Zonas Industriales de Gran Canaria, que presenta un mapa de la situación actual del espacio industrial de la isla y organiza diversas líneas de actuación con la participación de todos los agentes implicados a partir de la coordinación del Cabildo de Gran Canaria con otras administraciones públicas.
En estos momentos Gran Canaria dispone de 45 áreas industriales, 28 de ellas activas y 17 previstas en distintos planeamientos. Están localizadas en 16 municipios, y las que presentan actividad en la actualidad están ubicadas en solo 10 municipios (Agüimes, Arucas, Gáldar, Ingenio, Las Palmas de G.C, San Bartolomé de Tirajana, Santa Mª de Guía, Telde, Teror y Valsequillo). Las áreas industriales activas ocupan un espacio de 10.476.440 m2 que sumará 6.765.475 m2 cuando se desarrolle el suelo previsto para esa actividad.
Para consolidar este modelo de desarrollo industrial se ha elaborado un plan de inversión para las áreas industriales como no se había hecho desde hace casi 20 años. Y cuenta con una financiación para 2017 de 3.057.966 de euros; 3.708.074 para 2018 y 2.012.151 para 2019. Casi 9 millones de euros programados inicialmente para impulsar las zonas industriales grancanarias. Nunca antes se había elaborado un plan similar con la importancia y el alcance que recogerá esta iniciativa. Nos dotamos así de un instrumento fundamental que marcará la hoja de ruta en los próximos años para la reactivación económica, medioambiental y paisajística de estos espacios.
Esta propuesta se ha realizado, insisto, con la participación de todos los agentes sociales públicos y privados involucrados en el sector industrial de la isla: ayuntamientos, asociaciones empresariales, entes de conservación… y no sólo recoge un análisis y diagnóstico preciso –desde una cooperación multidisciplinar- sino que además fija líneas de actuación, prioriza las intervenciones y concreta económica y temporalmente las acciones propuestas, con una planificación a cuatro años y su posible continuación. Con el análisis-diagnóstico, conociendo la realidad de los polígonos, debilidades, fortalezas, necesidades… Con un establecimiento de trabajo en red y determinadas las líneas estratégicas en el Plan, Gran Canaria ya dispone de una propuesta para las zonas industriales y está preparada para participar en cualquier convocatoria estatal o europea que pueda responder a nuestra realidad.
Debemos aprovechar momentos como estos para insistir en la potenciación de los apoyos logísticos ligados al conocimiento, la innovación, el desarrollo tecnológico y la investigación; para mejorar la conectividad, la accesibilidad y los espacios singulares; para programar y planificar nuevos suelos atendiendo a sus verdaderas necesidades y no a meras coyunturas oportunistas; para potenciar nuestros productos locales y así aligerarnos de la terrible dependencia exterior; para trabajar por el reciclado y el tratamiento de los residuos que tanto encarecen la producción y que tanto daño producen al medio; para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y apostar decididamente por las renovables; para hacer útiles y valedores del interés general los instrumentos del REF y la RIC; para localizar y posicionarnos en mejores condiciones en los mercados exteriores; para mejorar la competitividad y la productividad; para conseguir un trato igualitario, con líneas de financiación específicas, que nos permita, como en otros lugares, hacer frente a unas reconversiones soterradas que se han venido produciendo en los últimos años, sin financiación ni alternativas compensatorias algunas y teniendo en cuenta nuestra singular posición geográfica de aislamiento y por tanto de especial encarecimiento del transporte y la energía; para captar inversiones productivas atendiendo a nuestra posición geográfica estratégica…
Tenemos muy claro que uno de los condicionantes fundamentales para hacerlo posible es el de contar con áreas industriales dotadas de los equipamientos y las infraestructuras adecuadas. Y para eso vamos a invertir en ellas más de 9 millones de euros. Y recibirán además el apoyo de proyectos como el de Isla Inteligente que cuenta con 19 millones de euros para su ejecución o el de Renovagua, para abaratar los costes de producción de agua, de 18 millones de euros. En esas estamos. Para que sigamos avanzando como en el último año en el que ha aumentado la cifra de negocios en la industria grancanaria en un 10,4 % y los pedidos en un 15,5 %, el tercer mayor crecimiento en el conjunto del Estado.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria.