La Asociación Española de Guardias Civiles considera necesario un cambio en la consideración de los miembros de las FFCCSE para que las agresiones que sufrimos a diario no queden impunes la mayoría de las veces. Somos autoridad, no agentes de la autoridad
Para AEGC, la condena por parte de la Audiencia Nacional a los agresores de los dos compañeros de Alsasua podría haber sido superior si no se nos considerase agentes de la autoridad, algo que desde nuestra asociación venimos reclamando desde hace años como una medida de freno al aumento de las agresiones que sufrimos a diario. Respetamos, aunque no compartimos, los argumentos que han llevado a los magistrados a considerar que no hubo delito de terrorismo; para AEGC el acoso al que son sometidos nuestros compañeros en Alsasua y otros municipios de Navarra y Euskadi son un reflejo del odio con el que tratan a los guardias civiles y sus familias, como lo demuestra que las novias de los agentes hayan tenido que abandonar el municipio. No obstante, insistimos que desde AEGC respetamos la sentencia de la Audiencia, aunque no haya considerado estas agresiones como acto terrorista.
Pero si queremos destacar que la Audiencia Nacional coincide con AEGC al afirmar que los hechos se produjeron en un ambiente de “animadversión y menosprecio hacia la Guardia Civil y por motivos claramente ideológicos“. Desde nuestra asociación llevamos mucho tiempo denunciando el acoso que sufren nuestros compañeros en algunos municipios navarros y de Euskadi, donde los intolerantes cachorros de ETA siguen imponiendo sus ideas con la fuerza y la intimidación.
También queremos resaltar que los magistrados han dejado muy claro que los hechos juzgados no fueron una pelea de bar como pretendían hacernos creer las defensas. Una sentencia en la que además se destaca que la “gravedad” de los hechos fue “notabilísima” por la “actitud de brutalidad adoptada por los acusados y al hecho de que las victimas no fueran auxiliadas”. Pero coincidimos también con los magistrados en destacar la profesionalidad de nuestros compañeros al no responder a las agresiones. En cuanto a las penas, desde AEGC consideramos que no son excesivas ya que se trata de la suma de varios delitos, es más, insistimos si los guardias civiles tuviéramos la consideración de autoridad y no de agente de la autoridad las condenas habrían sido mayores.