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¿PORQUÉ HAY NACIONALIZADOS ESPAÑOLES QUE SIENTEN MÁS A ESPAÑA QUE LOS PROPIOS NATIVOS?

MARCUS COOPER

Medalla de oro en K1 – 1000

marcusEl palista de Oxford que siempre quiso ser español

Esta es la historia de un chico hijo de padre inglés y madre alemana.

Marcus Cooper nació en Oxford en 1994 y siempre quiso ser español. Incluso en esos años de adolescencia, cuando las dudas sobre su inclusión o no en los programas de alto rendimiento en España podrían haberle aconsejado buscar la nacionalidad inglesa. Llegaron a valorarlo en su entorno. Él no quiso. Lo que fuese, lo sería por España. Lo británico sólo le queda en el aspecto.

Llegó a la isla de Mallorca con solo tres meses de vida, cuando su madre decidió criar sola a su hijo.

Marcus explica que tenía que hacer algo mientras mamá trabajaba y claro… «Vivo en un pueblo que está cerca del mar. Tenía un amigo que se apuntó y me dijo: ‘¿por qué no lo pruebas?’ Un día me monté en un cayuco, empecé a pasear por el puerto, a ver los peces… Cada día iba mejor, veía que te ponías fuerte físicamente, que era lo que yo quería

Marcus no es un guiri.

Marcus se acuerda de Joel Badía, su primer entrenador en Porto Petro. No está aquí porque los billetes costaban 3.000 euros, y claro, lo vio en la pantalla gigante. «Gracias a él estoy aquí», dice el campeón, porque sabe que no fue sólo entrenador. Fue también padre, sustituto del ausente, pues su padre nunca estuvo desde los tres meses, ni siquiera se dignó a firmar un papel para que su hijo tuviera la nacionalidad que quería, la española, conseguida al fin en 2015 tras muchas vueltas en los Juzgados.

ORLANDO ORTEGA

Medalla de plata en 110 metros vallas

El atleta cubano que siempre quiso ser español.

ortega«Gracias a España por la oportunidad que me ha dado»

Algo le faltaba en medio de la euforia. «No veía ninguna bandera española en el estadio». Le ofrecieron una de Cuba y miró a otro lado. Al fin, localizó una enseña española. Y por cogerla casi se cayó al foso. Con ella a los hombros se presentó feliz ante la prensa del estadio olímpico. El más español resulta que antes era cubano.

Orlando da las gracias a toda España, a la federación, a su club… Prometió que lo iba a dar todo por España, que iba a dar la vuelta a la pista por España. Hubiera querido una medalla de oro, pero no salió. Ha pasado tres años muy duros. Hasta última hora no sabía si le iban a dejar estar en los Juegos (tenía que cumplir tres años con residencia en España).

Finalmente lo consiguió y se siente muy satisfecho de “ser español”.

Reflexión sobre Marcus y Orlando:

Estas dos personas nos han dado un ejemplo de lo que significa pertenecer a la sociedad española.

Muchas veces los españoles nos acobardamos a la hora de utilizar nuestros símbolos, ya sea la Bandera o el Himno Nacional.

Siempre he mantenido que somos el único país del mundo donde ocurre esto. Admiro el sentimiento de Nación que tienen los Estados Unidos de América, Noruega, Francia… ellos no comprenden lo que está pasando en España, yo si, es tan solo un intento de los nacionalismos catalán y vasco que utilizaron la Transición Política para fomentar sus símbolos de identidad en detrimento del común de todos los españoles.

Querer a tu país y sentirte parte de él no es, en absoluto, facha ni nada por el estilo. Eso es lo que han querido los nacionalismos, avergonzarnos con falsos “clichés”.

¿Es facha ondear la bandera catalana? ¿o la vasca? Entonces porque ondear la bandera española si que lo es, según ellos?.

La bandera es un trapo de colores, cierto, puede ser más o menos bonita, pero cuando ondea, lo que yo veo, no es “ese trapo” sino que en ella están representados todos, veo al pescadero de Arinaga, al aparcero de Ingenio, al camarero de Agüimes, al comerciante de Vecindario, al taxista de Maspalomas, al socorrista de Mogán… Y así, en la bandera,  seguiría “viendo” a todas las personas que forman mi país.

En definitiva, es el símbolo en el que estamos todos los españoles que queremos identificarnos como una sociedad abierta, democrática, amable, solidaria…

Que los “antiespañoles” se dejen de boberías y nos dejen, después de casi 40 años, vivir en paz y disfrutar de nuestros símbolos comunes.

Gracias a Marcus y a Orlando, dos jóvenes con muchísimo futuro en sus especialidades deportivas y que han sido un ejemplo para todos los demás españoles. Sepamos valorar “el país en el que vivimos”.

Diego Gutiérrez de Ávila.

Colaborador de Radio Faro Canarias y digitalfarocanarias.com

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