Unos 500 niños de entre 4 y 15 años asistieron a los cursos intensivos de natación impartidos por el Ayuntamiento durante los meses de julio y agosto
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha clausurado los cursillos de verano de natación impartidos de forma intensiva durante los meses de julio y agosto en las piscinas municipales de San Fernando, El Tablero y Aldea Blanca, donde han participado unos 500 niños de entre 4 y 15 años.
Cada instalación deportiva acogió la clausura de estos cursillos a modo de fiesta familiar, con un desfile de los pequeños participantes alrededor de las piscinas y una exhibición de nado libre para mostrar al público las destrezas adquiridas durante los dos meses de formación.
Los actos de clausura incluyeron por parte del alcalde Marco Aurelio Pérez y del concejal de Deportes, Roberto Martel Quintana, la entrega de una medalla conmemorativa a cada uno de los participantes, y también un picnic o merienda popular de confraternización y despedida en la que colaboraron los propios familiares.
Entre los asistentes a estos cursillos destacó la activa y motivadora participación inclusiva e integrada de una quincena de niños y jóvenes de entre 6 y 35 años con distintos problemas de discapacidad física, psíquica y sensorial.
Dicha participación, que incluyó a una pequeña nadadora ciega, se llevó a cabo a través del área de Accesibilidad de la Concejalía de Servicios Sociales y del programa San Bartolomé de Tirajana Accesible 2016, que cuenta con la colaboración de la Obra Social La Caixa.
De lunes a viernes
Estos cursillos de natación de verano impartidos por el Ayuntamiento han tenido un carácter intensivo de lunes a viernes, en sesiones de 45 minutos, y como objetivo final el logro de una mejora sustancial en el desenvolvimiento de los participantes en el medio acuático.
Para obtener el máximo rendimiento, los monitores establecieron cuatro categorías según el nivel de los cursillistas: los alumnos más pequeños de iniciación o burbuja, de 4 a 8 años; los de flotación, de 8 a 14 años, que saben desplazarse con seguridad sin utilizar flotadores; los alumnos de adaptación por sus condicionantes de accesibilidad y, finalmente, el alumnado de perfeccionamiento.
Durante la fiesta de clausura los cursillistas también disfrutaron de una hora de juegos libres dentro del agua. En la Piscina de San Fernando, por sus dimensiones, los nadadores incluso contaron con patines acuáticos y toboganes hinchables.