- El lunes, 27 de julio, a las 18:30 horas, conferencia inaugural a cargo del historiador, crítico de cine y arquitecto, Aytami Ramos
- Del 27 al 31 de julio, a las 19:30 horas, la entrada es gratuita y será necesaria la inscripción previa o presencial
Las Palmas de Gran Canaria, 24 de julio de 2020.- Comienza la 19ª Semana del cine japonés, ‘Japoneiseries. Sueños de Occidente’, en la Casa de Colón. Desde el lunes 27 y hasta el viernes 31 de julio, se exhibirán, a las 19:30 horas, cinco títulos relacionados con la cultura japonesa. El historiador, crítico de cine y arquitecto, Aytami Ramos, inaugura el ciclo de cine japonés con una conferencia a las 18:30 horas, titulada ‘El camino a Rashōmon: la influencia del Japonismo en los orígenes del cine’. Las sesiones de la muestra, organizada por la Asociación de cine Vértigo y que cuenta con la colaboración del Museo y el patrocinio de la Fundación Japón, serán gratuitas previa inscripción online o presencial.
‘Japoneiseries. Sueños de Occidente’ invita al público a explorar una parte de la cultura japonesa a través de la filmografía de cinco directores que llevaron a la gran pantalla su visión sobre el país del sol naciente. Para el ponente, Aytami Ramos, los productores nipones, conscientes del “exotismo” que despertaba la visión de las katanas, los kimonos y los ambientes de época, prolongaron la vía iniciada por ‘Rashōmon’ (1950), del director Kurosawa, con ficciones exuberantes de su pasado cultural. El crítico de cine señala que el retrato de aquella “japonesidad” idealizada logró seducir a Occidente de un modo muy similar a como lo habían hecho cien años antes las imágenes pintadas en el fondo de los biombos, las lacas y las estampas ukiyo-e, cuando el fenómeno del Japonismo se erigió en el principal puente de contacto entre ambas culturas. Películas como Harakiri (1919) o la más reciente Isla de perros (2018), que se exhibirán en esta 18ª Semana de cine japonés, constatan la persistencia de esta corriente cultural que cambiaría para siempre el rumbo del arte moderno, y que aún hoy sigue prefijando nuestro modo de soñar con Japón a través del cine, concluye Aytami Ramos.
El programa de ‘Japoneiseries. Sueños de Occidente’ contempla las siguientes proyecciones, que serán precedidas por el comentario de Aytami Ramos:
Lunes, 27 de julio, a las 19:30 horas
‘Harakiri’ (1919) del director Fritz Lang. Un filme que nos traslada a Nagasaki, a finales del siglo XIX. O-Take-San es una joven doncella cuyo padre, señor del clan Tokuyawa, se niega a entregarla como vestal al prior del templo budista del “Bosque sagrado”. Cegado por su deseo de poseer a la muchacha, el monje acusa al daimyō de traicionar los valores japoneses con su carácter permisivo hacia los occidentales, obteniendo del emperador su condena a muerte mediante el suicidio ritual del harakiri. Tras descubrir horrorizada la consumación del seppuku, O-Toke-San se resigna a su inevitable destino y acepta la protección del monje, que la recluye entre las paredes del santuario para convertirla en sacerdotisa. Todo cambia el día en que Olaf Anderson, un oficial de la Marina alemana, irrumpe por sorpresa en el jardín prohibido del templo.
Martes, 28 de julio, a las 19:30 horas
‘La hija del samurai’ (1937). El director de la película, el alemán Arnold Frank, plantea en este filme la dicotomía entre la vida en Oriente y Occidente, entre tradición y modernidad. Tras completar sus estudios de agronomía en Alemania, Teruo Yamato regresa a Japón en compañía de su amiga, la periodista Gerda Storm, a la que ilustra durante el viaje acerca de las singularidades de la identidad nipona. Sin embargo, la vida en Occidente le ha permitido disfrutar de un individualismo al que ahora no le resultará fácil renunciar, obteniendo por ello el rechazo de aquellos que le rodean. Teruo tendrá que descubrir de nuevo el significado de ser japonés.
Miércoles, 29 de julio, a las 19:30 horas
‘El misterio Koumiko’ (1965). En octubre de 1964, el cineasta Chris Marker viaja a Japón para rodar un documental sobre los Juegos Olímpicos de Tokyo. Durante su estancia en la ciudad conoce por azar a una joven nipona llamada Koumiko, a la que persigue con su cámara mientras dialogan sobre distintos aspectos de la vida y la cultura del país. Antes de regresar a Francia, Marker le entrega un cuestionario al que ella responderá meses después enviándole una grabación plagada de pensamientos íntimos sobre la identidad, la belleza y el tiempo.
‘Tokyo-Ga’ (1985) del director Wim Wenders, deudor confeso del cine de Yasujirō Ozu. En este filme, Wenders recorre las calles de Tokyo tratando de recuperar algún vestigio del mundo que el viejo maestro retrató en sus películas. En su recorrido se encontrará con algunos de sus más fieles colaboradores como el actor Chisū Ryū y el director de fotografía Yūharu Atsuta, pero también con la desconcertante realidad de un país sumido en la confusión de un nuevo tiempo.
Jueves, 30 de julio, a las 19:30 horas
‘The pillow book’ (1996), dirigida por Peter Greenaway nos invita a conocer la historia de Nagiko, hija de una familia tradicional de Kyoto educada en el culto a las artes y las letras japonesas. Cada cumpleaños, su padre, experto calígrafo, traza en su cara los signos de una bendición tradicional. Al llegar a la edad adulta, Nagiko vive una existencia desahogada y banal como modelo de éxito en Hong-Kong, pero el recuerdo de aquel regalo despierta en ella la obsesión de que sus amantes le proporcionen placer escribiendo palabras sobre su cuerpo.
Viernes, 31 de julio, a las 19:30 horas
‘Isla de perros’ (2018) del cineasta Wes Anderson. Esta película, que cierra la 18ª Semana de cine japonés, nos sitúa en un Japón distópico dentro de veinte años. Una extraña epidemia de gripe canina asola la ciudad japonesa de Megasaki. Para proteger a la población, el alcalde Kobayashi decreta el estado de emergencia y ordena recluir a todos los perros de la ciudad en Isla Basura. Como muestra de su compromiso, el primer condenado por la medida será Spots: un mestizo de pelaje blanco con manchas negras, fiel guardaespaldas de su pupilo huérfano Atari. Seis meses después, el niño emprende viaje a la isla para rescatar a su mascota, reclutando para su misión a una manada de perros alfa liderada por el huraño Chief. Mientras tanto, los miembros del Partido Científico celebran el descubrimiento de una cura para el mal, cuya existencia será inmediatamente silenciada por el alcalde Kobayashi.