La tercera generación del Hyundai i10 ha llegado para convertir el urbano coreano en un coche que, salvo por su tamaño que todavía es inferior a 4 metros, podría pertenecer perfectamente a un segmento superior.
A pesar de que actualmente parece que solo se habla de los SUV, híbridos enchufables y coches eléctricos, la realidad del mercado muestra que el segmento A sigue siendo una pieza clave para las principales marcas de coches.
Hyundai i10, un viejo amigo
Recapitulemos. El primer Hyundai i10 salió a la luz en 2008. Le siguió la segunda generación en 2013, un modelo que recibió un lavado de cara que permitió a la firma coreana alcanzar la nada despreciable cifra de 1,1 millones de unidades vendidas desde que se lanzó al mercado este pequeño coche urbano.
Se trata de un modelo desarrollado y fabricado en Europa para el mercado europeo. Es verdad que se venden Hyundai i10 en otros mercados como la India, pero es un vehículo que nada tiene que ver con este.
El nuevo Hyundai i10 mide 3,67 metros de largo y 1,68 metros de largo, pero el techo está 20 milímetros más bajo que en la generación anterior y ha ganado otros 20 milímetros más de ancho, por lo que su planta sobre el asfalto parece más robusta y equilibrada que antes.
A pesar de que sigue manteniendo los rasgos principales heredados del modelo anterior, (por ejemplo, la posición de las ópticas posteriores o la integración de las luces diurnas en la parrilla delantera), ciertamente parece un i10 completamente nuevo.
A primera vista destaca por un capó delantero con dos nervios muy marcados. A este le acompaña la parrilla delantera en cascada (con tres diseños según los acabados: estándar, brillante y N-Line).
El logo i10 lo luce también en el pilar C, las llantas van de 14 a 16 pulgadas y está disponible con 10 colores de carrocería y en versiones bicolor que permiten elegir entre una paleta de 21 combinaciones distintas.
Un interior evolucionado
Aunque tiene un tamaño reducido, este modelo dispone de capacidad para cinco pasajeros y de maletero de 252 litros con una boca de carga situada 29 milímetros más abajo que antes.
El habitáculo tiene muchos huecos para dejar objetos, como los situados entre los asientos delanteros o el que se sitúa delante de la palanca de cambios, que puede tener la función de carga inalámbrica para smartphones.
El modelo se ofrece en cuatro niveles de acabado: Essence, Klaus, Tecno y Style. En los más altos el habitáculo destaca por el diseño del cuadro de relojes y la pantalla central, que se integran bajo una moldura de color negro brillante.
En su pantalla, de 8 pulgadas y funcionamiento táctil, se puede ver la imagen de la cámara de marcha atrás. Esta tiene una muy alta definición.
Tecnología y seguridad de alto nivel
Sus elementos como las luces de carretera automáticas, asistencia de mantenimiento de carril, frenada de emergencia (FCA) en ciudad con detector de peatones, reconocimiento de señales y la advertencia de atención del conductor son de otra era.
Este modelo hace pensar al conductor que está al volante de un coche de un segmento superior. Prueba de ello es su calefacción en los asientos y en el volante. Además, la sensación de amplitud es increíble en las plazas delanteras, lo que asegura una de las mejores habitabilidades de su segmento.
Dos motorizaciones y cambio automático o manual
El Hyundai i10 viene se ofrece con dos motorizaciones de inyección multipunto de gasolina: un motor de 3 cilindros de 1.0 litros con 67cv y 96 Nm de par motor, así como un motor de 4 cilindros de 1.2 litros con 84cv y 118 Nm de par motor. Los dos motores están disponibles con dos opciones de transmisión.
Este coche compacto ha sido creado para ofrecerte todo lo que necesitas en tu vida diaria, ya sea espacio para cargar una gran compra o el equipaje para un viaje. El interior tiene la flexibilidad y el espacio necesario para aprovecharlo al máximo. En definitiva, el Hyundai i10 es, literalmente, toda una declaración de un estilo de vida.