Santa Lucía a 18 de febrero de 2021. El lunes 22 se celebra el día Europeo de la Igualdad Salarial. La brecha salarial de género se sitúa en el 21,4% según los datos del INE de 2018, pero la diferencia salarial entre hombres y mujeres no es algo aislado, se trata de algo que ocurre en todo el mundo. Por esta razón, se conmemora el 18 de septiembre día establecido por la ONU en el año 2020, dentro de su programa de promoción y protección de los Derechos Humanos y la lucha contra todas las formas de discriminación, incluida la discriminación contra las mujeres y las niñas.
Cuanto mayor es la brecha salarial, mayor es la diferencia del salario de más que percibe un hombre frente a una mujer en el mismo puesto de trabajo y realizando las mismas funciones. Podríamos decir que, por el hecho de ser mujer dejamos de percibir casi dos meses de salario; en vez de cobrar desde el primer día del año, en Europa lo harán a partir del 22 de febrero, haciendo una estimación de salario/día.
Uno de los motivos que sustenta esta brecha salarial se encuentra en las jornadas de trabajo que realizan las mujeres. Las mujeres escogen un trabajo con jornadas reducidas o trabajo a tiempo parcial, debido a los roles y estereotipos de género que sitúan a las mujeres como principales responsables de los cuidados de la familia y personas dependientes: menores, mayores y personas enfermas. Creemos que lo eligen voluntariamente pero no es así, viene impuesto por una cultura totalmente patriarcal y en la que aun queda mucho por hacer en cuanto a la eliminación de estos roles y estereotipos, muchísimas veces hemos escuchado en nuestro entorno la frase: “es asunto de mujeres”. Las mujeres realizan una doble jornada, una remunerada y la otra no, y no lo hacen porque realmente quieran, lo realizan porque realmente creen que es su responsabilidad.
Este año, desde el 1 de enero del 2021,se ha dado un gran paso adelante en la corresponsabilidad, se ha equiparado la duración del permiso de paternidad con el de maternidad, esto hará que las personas vayan tomando conciencia poco a poco, que la responsabilidad familiar es compartida, así, se debe seguir en todo el mundo, entendiendo que las cargas son cosas de dos, pero para ello hay que invertir tiempo y dinero en formación para ir cambiando mentalidades, los gobiernos deben seguir legislando para que estos avances se produzcan, pero también las empresas tienen una responsabilidad social para con la sociedad y con sus trabajadores y trabajadoras en general y deben poner en marcha cursos sobre igualdad y corresponsabilidad, para que el avance sea conjunto.
El 13 de octubre de 2020 El Consejo de Ministros ha aprobado dos Reales Decretos fruto del Acuerdo por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el trabajo Reglamentos de Igualdad Retributiva y de Planes de Igualdad, fruto del dialogo social. Estos dos Reales Decretos garantizarán la igualdad retributiva y comenzarán a hacerse efectivos los planes de igualdad en las empresas. Donde también cambia la obligatoriedad de la realización de los planes, antes era en empresas mayor de 250 trabajadores y trabajadoras, a partir de este momento tendrán esta obligatoriedad todas las empresas de 50 trabajadores y trabajadoras. Dichas empresas están obligadas, dentro del plan de igualdad, a realizar un registro con la información retributiva para visibilizar si existe supervaloración o infravaloración del puesto de trabajo según el género, desglosada por clasificación profesional y por trabajos de igual valor.
Otro eje importante en este cambio necesario en la sociedad son los centros educativos. Aparte de visibilizar en los libros de textos a las mujeres que han realizado trabajos masculinizados a lo largo de la historia, deben motivar e incentivar para despertar vocación en las niñas a elegir carreras y profesiones más científicas, tecnológicas, ingenierías, etc. y no tanto las relacionadas con el cuidado, cambiar la mentalidad de profesiones altamente feminizadas por profesiones altamente masculinizadas, así poco a poco iremos cambiando la sociedad mas joven.
El objetivo de esta sociedad debe ser fomentar la presencia de las mujeres en trabajos de mayor responsabilidad para así ir eliminando el techo de cristal, las mujeres deben ir escalando en puestos de trabajos mejores y mayor remunerado, para ello hace falta concienciación.
En Europa, contamos con un país como Islandia que, desde el 1 de enero de 2018, entró en vigor la ley de igualdad salarial , donde se obliga a las empresas a pagar lo mismo a las mujeres que a los hombres.
Por último, recordar que la brecha salarial acompañará a la mujer en toda su vida, ya no solo con los salarios que cobra mientras tiene una vida laboral activa, sino que influye también en las retribuciones por desempleo, en las bajas por IT, en las bajas por incapacidad permanente y por supuesto en la pensión por jubilación.
Esto lo hemos podido ver en esta situación de pandemia que estamos viviendo, las mujeres son las peor paradas tanto en los puestos de trabajo, ya que muchas mujeres trabajaban en economía sumergida, como con el cobro de los ertes, que al ser ellas las que menos cotizaban también son ellas las que menos cobran.
Por todas estas situaciones debemos seguir luchando por una igualdad salarial real.
Dignificar el trabajo y la vida de las mujeres es responsabilidad de todos y todas.
Artículo de Opinión
Olga Cáceres Peñate