El Centro para la Fundación Canaria Juan y Juana Espino Juárez acomete las actuaciones enmarcadas en el proyecto de la terminación del inmueble que permitirá la puesta en funcionamiento prevista para finales de 2022. El presupuesto de ejecución por contrata es de 1.079.468,10 tras aprobar el reajuste del gasto plurianual para la financiación en el pleno ordinario de septiembre.
Las concejalas de Urbanismo y Servicios Sociales, Victoria Santana y Elena Suárez, acompañadas de técnicos municipales, visitaron las instalaciones y adelantaron que se espera que el edificio se pueda abrir a finales del próximo año.
Victoria Santana explicó que las obras dieron comienzo la semana pasada con la limpieza del edificio de escombros y enseres en desuso que estaban almacenados y con la colocación de las instalaciones de electricidad, aire acondicionado y fontanería para luego ir con los acabados. Santana adelantó que se espera que el Ayuntamiento recepcione la obra por parte de la empresa adjudicataria a finales del próximo año para después poner el centro a disposición de las asociaciones sociales que quieran asentarse en el edificio.
La edil de Urbanismo aseguró que “la ciudadanía cuente con unas dependencias de ámbito social en las que ofrecer un servicio con garantías de calidad es uno de los compromisos de este grupo de Gobierno, que continuará trabajando en la mejora de los edificios municipales destinados a ofrecer servicios a colectivos sociales que trabajan con personas vulnerables”.
La obra de la edificación está finalizada y la planta baja del ala sur se encuentra en funcionamiento. Para dar completa operatividad al resto del inmueble habrá que terminar la planta bajo rasante destinada a almacenaje y garaje, la planta baja del ala norte y la planta alta de ambas alas para albergar los distintos usos y espacios demandados para el cuidado de las personas usuarias. También se habilitarán las zonas comunes y las distintas áreas destinadas al personal.
La fundación fue impulsada por los hermanos Juan y Juana Espino Juárez que tenían unos terrenos agrícolas en el municipio y que querían que la finalidad de esos terrenos fuera para proyectos sociales, sobre todo aquellos que tenían que ver con las personas mayores y más vulnerables. Ellos comenzaron a levantar el edificio y posteriormente, en 2018, fue cedido al Ayuntamiento de la Villa de Ingenio para poder culminar su construcción a través de un acuerdo entre ambas partes.