– La muestra fotográfica ‘La piel del barro’, de Celibel Fernández Arocha, concebida en el inicio del estado de alarma, sugiere el reencuentro con nuestro origen en estos tiempos difíciles. La exposición podrá visitarse en Agüimes hasta el 8 de abril.
Se cumplen dos años desde la declaración del estado de alarma que dio inicio oficial a la pandemia de covid-19. De repente, sin esperarlo, nuestras vidas quedaron aturdidas por el aislamiento, la incertidumbre y la inactividad. Tuvimos que reinventarnos, adaptarnos a una realidad inimaginada e inimaginable. Cada uno de nosotros vivió este proceso en la más pura intimidad física y emocional, con poca o ninguna compañía, sin apenas ningún otro sustento que nosotros mismos, nuestra naturaleza interior, nuestra esencia.
Es esa vuelta a los orígenes, ese renacimiento introspectivo, lo que trata de reflejar ‘La piel del barro’, la muestra de fotografías de Celibel Fernández Arocha que se puede visitar hasta el próximo 8 de abril en la Sala de Arte Agüimes. La artista propone un viaje íntimo y humano como el que motivó el impacto de aquellos momentos. Lo hace con retratos de personas embadurnadas de barro, una materia formada por dos elementos fundamentales siempre asociados a los orígenes de la vida: la tierra y el agua. Untado en la piel, el barro representa el principio, la matriz, el renacer hacia el interior. Representa al mismo tiempo la oportunidad de moldearnos nuevamente, adoptar nuevas formas, adaptarnos a los cambios.
Para Celibel Fernández Arocha, la cámara es un instrumento onírico con el que expresar el lenguaje de la sensibilidad. Como fotógrafa, acumula experiencia en todos los ámbitos y en todos los géneros, desde el desnudo hasta la fotografía de ensayo o el documental. Su exposición estará abierta hasta el 8 de abril, de lunes a viernes, de 09:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 horas, en la Sala de Arte Agüimes, ubicada en la planta alta de la Casa de la Cultura.