Se prohibe circular por pistas forestales y el senderismo El Cabildo pide extremar la precaución y limitar los desplazamientos a lo mínimo imprescindible Se insiste en despejar los cauces de barrancos y las vías de agua
Unas 600 personas componen el dispositivo insular para afrontar la alerta
La situación de alerta máxima implica la suspensión de actividades y eventos dependientes del Cabildo de Gran Canaria, el cierre de las áreas recreativas y las zonas de acampada, la prohibición de circular por pistas forestales así como de realizar senderismo, debido al riesgo de inundaciones y desprendimientos. Por otra parte se propone a los ayuntamientos la suspensión de las actividades y eventos de competencia municipal.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, insistió en la necesidad de extremar la precaución y evitar todos los desplazamientos innecesarios. Asimismo llamó a adoptar medidas de precaución como evitar sótanos y zonas bajas que se puedan inundar. Insistió en que ante cualquier dificultad o situación de riesgo se debe llamar a los servicios de emergencia. El dirigente insular insistió en que muy importante también informarse siempre por fuentes oficiales.
Entre el personal del Servicio de Carreteras, del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, del Consejo Insular de Aguas, y del servicio de Medio Ambiente, el Cabildo cuenta con un dispositivo de unas 600 personas preparadas para actuar en función de la evolución de la situación meteorológica, además de los trabajos de prevención que se han realizado durante la jornada de hoy.
Desde el Consejo Insular de Aguas se ha prohibido aparcar en los cauces públicos de barranco y transitar por ellos en caso de lluvias intensas. Asimismo se pide a la ciudadanía la retirada de estas zonas de acopios de materiales y de instalaciones que pudieran verse arrastradas en caso de avenidas de agua y, en general, la adopción de cuantas medidas de prevención sean necesarias para evitar, durante el periodo de riesgo, el uso de los barrancos y las actividades y acciones que puedan suponer un obstáculo para el flujo de las aguas.
Desde la institución insular se han puesto en contacto con los municipios que pueden verse afectados y que presentan zonas inundables así como con la policía local para retirada de vehículos, elementos que obstaculizan el flujo de agua en el barranco o en las obras de paso, zonas de parking de caravanas, actuaciones en las desembocaduras de los barrancos para permitir el flujo de agua, etc.
Antonio Morales ha hecho un llamamiento a la prudencia pero también a la tranquilidad. “Se está trabajando desde el principio de precaución para estar preparados para cualquier eventualidad. Si todos colaboramos, hacemos caso a las indicaciones de las autoridades competentes y evitamos conductas de riesgo podremos minimizar los impactos negativos de este fenómeno” aseguró.