El Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana continúa con su programa por la convivencia a través del proyecto ‘Érase otra vez’ organizado por el área de Solidaridad. A través de diferentes talleres se está dando formación a alumnado de la ESO y Bachillerato, profesorado, a personal municipal y a miembros de colectivos sociales y ciudadanos a nivel particular.
La interculturalidad, la convivencia desde el respeto a la diversidad, el freno a los bulos que provocan el racismo y la discriminación de las personas por su procedencia, religión o cultura, se debaten en diferentes espacios de encuentro dinamizados por profesionales de distintos ámbitos. En la formación se intenta poner en común las situaciones que se dan en el ámbito laboral, en la calle o en centros educativos, en las que los prejuicios racistas pueden provocar situaciones que provocan discriminación.
Los humoristas gráficos J. Morgan y Carolina Bonino han estado con el alumnado de los institutos del municipio para enseñarles técnicas de dibujo y elaboración de viñetas. La formación técnica ha estado precedida de debates sobre el racismo, los prejuicios, los bulos y la necesidad de una convivencia desde el respeto. Ya estos humoristas gráficos junto con Padylla y Carlines habían impartido unos talleres a principios de años que culminaron con la exposición “Las gafas de Santa Lucía” realizada en el Ateneo Municipal con 56 viñetas por la convivencia elaborado por los humoristas gráficos y las alumnas y alumnos que participaron en sus talleres.
El área de Solidaridad del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana tiene previsto publicar un libro con 100 viñetas hechas por el alumnado de la ESO y de Bachillerato que ha participado en la nueva formación. Además de la formación con los viñetistas, el alumnado también participó en talleres con las formadoras de antirracismo Soda Niasse, Melinda Decker y Valeria Payan. Estas expertas en nuevas narrativas migratorias también han estado impartiendo formación al personal municipal, unos encuentros en los que se ha debatido el papel de la administración pública como motor de cambio por la convivencia diaria con la ciudadanía.