El pasado lunes el presidente del Herbalife Gran Canaria, Miguelo Betancor, convocó en el Gran Canaria Arena a una parte significativa de la sociedad civil e institucional para realizar un balance de la exitosa temporada 2015-2016 y para presentarnos la próxima campaña. Se congregó allí la gran familia del baloncesto grancanario para hacer proyección de futuro, pero sin olvidar las raíces, los orígenes, la base sobre la que se sustenta este proyecto… Nos reunimos para repasar y festejar, pero sin renunciar al análisis crítico ni a las ilusiones que nos despierta a todos lo que nos queda por construir. El Gran Canaria lleva años consolidado en la élite del baloncesto español, compitiendo de tú a tú con los mejores equipos de España, como lo demuestra el histórico subcampeonato de Copa del Rey logrado el pasado mes de febrero. Y no solo tenemos a un club entre los mejores a nivel del Estado español, sino también de Europa: este equipo lleva años paseando y defendiendo el nombre de Gran Canaria por todo el continente, y los últimos años en la Eurocup dan claro ejemplo de ello.
Fue brillante esta temporada pasada para una entidad, que, estoy seguro, seguirá haciendo grande el nombre de nuestra Isla en el futuro. Pero se cae muchas veces en la trampa de no valorar el camino transitado y perseguir solo y únicamente el resultado. Y nosotros lo entendemos de otra manera. Es importante el resultado de las competiciones, pero lo es mucho más la reafirmación del sentimiento comunitario y el fomento de los valores que crea en la sociedad el deporte y su desarrollo.
Es cierto que este club no deja de crecer deportivamente, pero lo hace gracias a una implicación absoluta con la realidad de nuestra sociedad. Los éxitos del Gran Canaria van más allá de la cancha de baloncesto y llegan a los patios de los colegios de nuestra Isla como el que vio nacer a este club, allá por el año 63 del siglo pasado. Se trata de una apuesta por la inclusión y la formación en todos los aspectos sociales. En su cantera, casi 1.000 niños de la Isla (el doble que en la temporada pasada) tienen la oportunidad de aprender a jugar al baloncesto pero, sobre todo, a educarse en el esfuerzo, la renuncia, el sacrificio, el trabajo en equipo, a profundizar en la salud individual y colectiva, en el conocimiento, la igualdad…
El deporte tiene que ver muchísimo con la manera que tenemos de entender el desarrollo integral y sostenible de la Isla. Y el Gran Canaria responde a esos conceptos… El Club Baloncesto Herbalife Gran Canaria busca la eficiencia en la gestión deportiva y administrativa, y en ese sentido también ha mantenido una línea ascendente en el curso que cerramos. Se han dado pasos certeros hacia una entidad sostenible y consciente de los valores que ha de transmitir en cada una de sus acciones. En definitiva, estamos ante una entidad comprometida con la realidad social que la rodea. Es dinero público el que se dedica a este Club y el retorno en forma de proyección de la Isla y en retazos de felicidad colectiva lo justifican. Este Gran Canaria revaloriza la historia de nuestra Isla e impulsa sus políticas de desarrollo turístico. El deporte, a través de cualquiera de sus manifestaciones, constituye uno de los sectores con mayor importancia y proyección económica. En este sentido, cabe señalar también su clara interrelación con el turismo: se ha convertido en un marketing territorial de singular importancia unido a la UD Las Palmas, el Rally Islas Canarias, la TransGranCanaria, el balonmano, la vela… y tantas otras actividades… Son elementos de consolidación y atracción para quienes nos visitan… Son universos de modernidad, alegría, fiesta, disfrute del clima y el paisaje… que hablan extraordinariamente bien de Gran Canaria.
Pero igualmente nuestro mensaje es que esto debe servir también para proyectar el deporte base, la difusión de los valores deportivos en los colegios, en nuestros pueblos, en los barrios de nuestras ciudades. Y para eso es importante también el papel de los centros educativos, los ayuntamientos, las familias…
Tendemos a sustentar como prioritario el objetivo de la defensa de los valores patrimoniales tangibles que conforman la identidad de un pueblo, pero en muchas ocasiones relativizamos los valores inmateriales: aquellos aspectos que inciden en el arraigo, la pertenencia o la cohesión social. Sin ningún tipo de dudas el Herbalife Gran Canaria responde a todo eso.
Tenemos que seguir correspondiendo a estos anhelos, pero también a los que creyeron en este deporte y al club que nació en el patio del Claret, y a los que iniciaron su andadura. Y a sus continuadores y a los que han luchado contra viento y marea por construir esta hermosa realidad. Muchas gracias a todos ellos.
Confiamos en Miguelo Betancor y su equipo. En su proyecto deportivo pero también en el impulso social de un modelo de concepción del deporte como una manera de contribuir a construir una sociedad más sana, integrada, cohesionada… Han tenido la libertad para hacerlo. Y no nos han defraudado.
Este Cabildo cree en el Herbalife Gran Canaria, en sus valores deportivos y sociales, en la gente que está al frente, en su equipo técnico, en su plantilla, en la afición: en definitiva, en la gran familia del baloncesto grancanario… Que sea para muchos años.
Antonio Morales Méndez
Presidente del Cabildo de Gran Canaria