RUMANIA QUIERE SER UNA “REPÚBLICA CORONADA”
Sorprende, después de tantos años de comunismo, que en muchos países de la antigua Europa del Este, se estén formando movimiento monárquicos.
Al cumplirse 150 años de la creación del estado moderno de Rumanía, existe un interés de las autoridades republicanas rumanas por regular la situación de su Casa Real.
En pleno proceso de reconciliación nacional, al último monarca de Rumanía, Miguel de Hohenzollern, le restituyeron, solo de forma simbólica, su título de Rey como “persona jurídica de utilidad pública, independiente y apolítica, comprometida con la preservación de las tradiciones y valores del Estado y con la promoción y el desarrollo de Rumanía”.
Lo que de momento es un borrador habrá de convertirse en Ley si así lo aprueba el Parlamento, cosa que se da por hecha ya que el consenso entre los partidos políticos es generalizado sobre esta cuestión.
Este monarca fue destituido al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Puede parecer llamativo lo de convertir a la Corona en una de las instituciones de la República, si bien es algo que ya se ha hecho en otros países europeos como Montenegro y en la todopoderosa Rusia, ya se habla de crear también un “status especial” para los descendientes de la familia Romanov, la antigua casa real rusa, recordando que en 2017 se cumplirá el primer centenario del asesinato del Zar, la Zarina y el resto de la familia real.
Mientras en algunos países se cuestiona la Monarquía Parlamentaria como forma de Jefatura del Estado, se ve que en otros países se valora esta opción como la mejor forma de representar los intereses de toda una nación.
Diego Gutiérrez de Ávila
He ahí la prueba que la monarquía pese a quien pesa funciona. Tiene su lado positivo sin olvidar que para algunas personas (a veces con causa justificada) no estan de acuerdo con esta opción.
En España la monarquía funciona los reyes de España hacen que España sea reconocida y con prestigio además .
Tenemos la mala costumbre en España de “copiar” lo que nos viene de fuera. Y no nos damos cuenta que lo que tenemos en España funciona.
Tenemos que aprender a valorar lo que poseemos