Según los datos que obran en poder de los distintos servicios municipales del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y los manejados por los encargados de la producción y la dirección artística, la segunda edición del Maspalomas-Costa Canaria Soul Festival, que se ha desarrollado el pasado fin de semana en la playa de San Agustín, en el Sur de Gran Canaria, ha arrojado un balance altamente positivo y con un poco más de apoyo espera consolidarse, con derecho propio, como el único en su género en España y el segundo de Europa.
El Ayuntamiento, a través de los datos contrastados entre sus servicios actuantes en el entorno del Festival, ha calculado una asistencia total de unas 16.000 personas a los conciertos, repartidos en algo más de 5.000 asistentes la noche del viernes y por encima de los 10.000 espectadores al concierto de sábado noche en la playa de San Agustín. Estas cifras están referidas a los picos de hora más altos y que coinciden con la hora central del espectáculo. Al mismo tiempo y, pese a la existencia de transporte público especial, los servicios municipales detectaron un incremento en la asistencia con vehículos particulares que influyó para que una parte de espectadores potenciales, que utilizaron coches propios, llegara tarde y tuviese dificultades para aparcar en la zona.
Otro aspecto cuantificado para analizar la asistencia es el incremento de basura en las inmediaciones de la playa y el escenario, y que, según los servicios de Limpieza del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, ha supuesto un ligero incremento con respecto a la pasada edición del Festival de Soul, con lo que la basura recogida ha sido casi la misma con un ligero incremento en torno a un 5% con respecto a agosto 2015. La playa se comienza a limpiar a las 05:30 horas y a primera hora está ya limpia y, “aunque había un poco más de basura, no ha sido un escándalo como en otros eventos”, afirma el gerente de la concesionaria municipal de los servicios de limpieza; todo lo cual denota una afluencia de un tipo de público más tranquilo y ordenado, según los organizadores y los responsables de los servicios actuantes.
ARTISTAS DE NIVEL. En cuanto a las actuaciones, también se ha valorado el alto nivel de los artistas y la positiva valoración del público que asistió, tanto a las sesiones de Djs, los conciertos y los talleres que cerraron el festival a primeras horas de la tarde del domingo. Los comentarios más extendidos han sido de satisfacción por el espectáculo, la buena música que se extendió por la playa, el ambiente familiar y sosegado y la oportunidad que se presenta para la zona turística del Sur y la isla de Gran Canaria para seguir promocionándose en Europa como un destino que va más allá del sol y la playa.
Entre las actuaciones más aclamadas, aunque la totalidad fueron muy destacadas y valoradas, sobresalieron, como se esperaba, las de Bobby Rush, imagen del cartel que congenió muy bien con el auditorio; Derek Martin, que pese a su edad expresó la idea de volver; Toni Green, que cautivó con su inmensa voz; FaLisa JaNaye, que contagió su alegría en el escenario; Theo Huff, que se llevó a espectadoras hasta las tablas para bailar cara al público; Stan Mosley, la Frank Bey and Anthony Paule Band y sus excelentes músicos, además del coro y el batería-percusionista que se lució en redobles y saltos allí donde había otro elemento material en el que asestar sus bayetas o palos, además de los especialistas Soutour Djs, Manel Ruiz, Miró, y el taller de soul impartido por César Martel y Enrique Fernández. Todos, llevaron un año más el alma del soul hasta la misma playa de San Agustín, fueron recibido con un “Welcome Artists” y despedidos con una “Hasta el año que viene Maspalomas”.