…Y yo pensando que algún día me darían las gracias. Bueno, al menos, podrían reconocer que existen desde hace tiempo dos cuadernos educativos para cualquier alumno; háblese de Primaria que de Secundaria, creados por jóvenes vecinos del municipio, tal como titulan algunos artículos digitales de aquel entonces; pero no, tampoco. Entonces, sí dos manuales se hicieron antes, ¿son pioneros? Parece una lógica común, pero no fue fácil de entender. Así comienza el verdadero resurgir de esta cosa;…eso que parecía muerto, pero que de repente se le prende fuego a la mecha y se le otorga una luz que hace brillar uno de los trabajos más sacrificados y más valiosos que he realizado jamás. Y, esto, ¿por qué? ¿Si, precisamente, nos cogió a una edad muy temprana; sin recursos y, por supuesto, con coste cero? Pues probablemente sea por eso. No hay mayor valor para algo que el que tú mismo, como autor, quieras darle. No hay mayor valor que trabajar en pro de tu comunidad sin otro coste que el de tu sudor. Trabajar con tu gente, tocar puerta a puerta de cada vecino para empaparte de conocimientos; preguntar, debatir e incluso meditar. Largas horas con conocidos artesanos, historiadores, poetas… Ahí te das cuenta del valor que logra conseguir algo, en el que tú crees fervientemente; aun sabiendo lo inexperto que pudieras ser. Este valor no se consigue con dinero; ni con propagandas políticas, ni tampoco con dotaciones económicas a grandes instituciones para que vendan el nuevo producto como “pionero”; a sabiendas de que el mayor esfuerzo encomendado fue crear una idea que ya figuraba; y que se desconocía, según parece… aunque bien se argumentó que yacía encerrado en un cajón o en la biblioteca.
Hacer un nuevo manual con una idea anterior y venderlo como “iniciativa” parece tener un procedimiento fácil: preguntarán a sus contactos docentes y si ellos no confirman que anteriormente existió un manual educativo, entonces: ¡voilá! Probablemente, hayan obtenido así la verdad suprema. Es curioso, ¡cuánta gente estuvo involucrada en nuestro trabajo! Pero el estudio sistemático adoptado para conocer la verdad sobre la existencia de un antiguo manual educativo compuesto de Unidades Didácticas solo se basó en amigos y conocidos; que, a su vez, desconocían los elementos educativos básicos de su municipio. ¡Error! Después de viejo…
Educándonos Con Ingenio es pionero. ¡Lástima me da! que la entidad afectada, que recibió la idea ya expuesta e hizo el nuevo trabajo, no se haya percatado de este asunto; probablemente se deba a malas fuentes de información: eso pasa por solo preguntar a amigos. Siempre he dicho que la profesionalidad debe ir un paso más allá; al igual que nosotros preguntamos en aquel momento, sin parar, para corroborar información y lograr un trabajo de valor; no menos me esperaba de aquellos que optaban por crear otro de iguales características, o superiores. Y digo esto último porque, por supuesto, en términos logísticos el trabajo no es comparable; juegan con ventaja, pues en ese entonces era un simple becario, no tuve ningún tipo de facilidad.
Aunque me importe poco si de un bando u otro se han sacado conclusiones políticas; lo que quiero resaltar es que cualquier vecino de este municipio que opte por trabajar concienzudamente para lograr crear iniciativas de cualquier tipo, en lugar de ser ultrajadas, deberían reconocerse y complementarse exitosamente con cualquier otra nueva tendencia, la cual aplaudiré y apoyaré energéticamente. Una cosa es premiar la continuación de ideas o promocionar nuevas y originales, otra muy diferente es no reconocer que existe un hermano mayor, más viejo y pionero, y encima además menospreciado. Por eso, permítanme decirles, amigos del gobierno municipal, que para hacer brillar algo, no es necesario apagar la luz de otra cosa. Tampoco es necesario tildar de “alguien” a quien hizo ese trabajo anterior; con que nombres el autor quizás te empieces a creer que existe de verdad, y además descubras que tiene otras publicaciones y te puedan gustar más. Todo es descubrir para no volver a pecar de pioneros sin serlo…digo yo.
Larga vida a Educándonos Con Ingenio, el primer manual educativo de Ingenio; hecho por gente de aquí y con la colaboración de todo el pueblo, sin ningún intermediario. Aquí mi homenaje a todo el municipio, que por activa o por pasiva contribuyeron y formaron parte de este manual. Gracias a todos ustedes: maestros-as, agricultores-as, ganaderos-as, panaderos-as, artesanos-as…porque todos somos Ingenio, y de alguna forma u otra, no solo dan sentido a nuestros trabajos; sino también a todo el pueblo. Si hay algo de lo que estoy satisfecho es precisamente de haber contado con ellos, con los verdaderos sabios y no recurrir a ninguna entidad para hacer un trabajo de calidad.
Jonay I. Guerra Romero; profesor y autor de trabajos de investigación.