En la otoñal madrugada de hoy, me llamó el Médico de Guardia de la Residencia Socio Sanitaria de El Pino para darme la esperada y triste noticia, nuestra querida Conchita Padrón, con sus 103 años a cuestas, con sus múltiples vivencias, alegrías y desgracias, dejaba este mundo injusto y cruel, y esta insolidaria sociedad que tan mal se portó con ella.
Menos mal que al final, tras años de papeleos y dar el coñazo en todas partes, conseguimos que su pequeña y tímida figura fuera a parar a la Residencia de El Pino. Fué lo mejor que le ha pasado al final de su ajetreada vida.
En El Pino, ha sido felíz, bien atendida y mimada por todos, médicos, enfermeras y auxiliares. Bien es verdad que Conchita se hacía querer, por su comportamiento ejemplar, su educación y su permanente sonrisa.
Hace poco celebramos su 103 cumpleaños, con una sonada Ronda de La Tuna Universitaria, que terminó con Conchita (ya en cama), con su Capa de Tuno y cantando Clavelitos con ellos con su poquita voz y su viva mirada.
Hoy Conchita, te pido perdón, porque no he tenido el valor de ver tu menudo cuerpo y tus ojos cerrados.
Prefiero recordarte viva y feliz en “Mi Pino”, como tu le llamabas.
En el recuerdo queda
ASSOPRESS
Un articulo precioso. No conocia ni a Conchita Padrón ni su historia.
Pero a pesar de ello me sumo al homenaje que hoy le han hecho con este articulo.
Me parece maravilloso que haya personas que sepan reconocer la dificil vida de nuestros mayores.
Un recuerdo cariñoso para Conchita. Que haya personas que, sin conocerla, hoy la mencionemos, significa que Confesamos que Conchita ha vivido y será parte de nosotros, de nuestra historia.