Una comitiva con más de doscientas personas y personajes, dio un espectacular colorido a la especial Noche de Reyes de San Bartolomé de Tirajana, seguida por cientos de niños en las calles
La tarde del día mágico por excelencia para los más pequeños, donde se desviven por ver de cerca a los Reyes Magos y saludarles, tocarles y entregarle sus cartas con las últimas peticiones se vivió con muchísima intensidad en Maspalomas. No en vano, desde el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se había establecido un importantísimo dispositivo para que los Reyes se sintieran arropados y acompañados en el recorrido por las distintas calles de San Fernando, coordinando todos los detalles de diversión y de seguridad, con el principal objetivo de que los niños disfrutaran su gran día y la comitiva transcurriera con todas las garantías de seguridad.
Un amplio cortejo de participantes, figurantes, bandas de música, grupos de baile, fuerzas del orden y de colaboración civil hicieron movilizar un dispositivo en torno a las doscientas personas, algo que se consiguió con un funcionamiento casi perfecto y un engranaje organizativo que dio mayor lucidez al gran pasacalles, variado en su composición y con una temática que forzó la aparición de personajes de fantasía y películas infantiles.
Melchor, Gaspar y Baltasar, que llegaron en camellos a los aparcamientos municipales, hicieron uso luego de un carruaje más cómodo para el trayecto de la gran cabalgata y también para conceder un mayor descanso a los animales habida cuenta de la ajetreada noche que les esperaba con el reparto de juguetes a los miles de niños de San Bartolomé de Tirajana. Desde el inicio del recorrido frente al Centro Sociocultural de Mayores de San Fernando, los dos lados de las calles que marcaron el trazado estaban completamente abarrotadas de público, sobre todo infantil, a quienes sus progenitores no quisieron hurtar la posibilidad de tener de cerca a los Reyes Magos y sus pajes reales. Todo ello aderezado con la presencia de tres bandas de música, siete carrozas mayormente con motivos de personajes de cine infantil, más de veinte pajes reales, grupos de animación, baile y gimnasia deportiva, siempre en torno a la figura principales de Sus Majestades de Oriente, personajes por excelencia de la noche de este 5 de enero.
Peticiones y llave
Eran miles las personas agolpadas durante el recorrido de la gran cabalgata. Las siete carrozas, el tren con el carbón…toda la nómina personal y móvil participante en la Gran Cabalgata de Reyes Magos de San Bartolomé de Tirajana contó con un gran respaldo social. La carga de ilusión que conlleva el acto no podía pasar por alto para centenares de niños confiados en recibir durante la noche siguiente todo aquello que habían pedido en sus cartas. Caras iluminadas, sonrisas expectantes, peticiones esperanzadas…comportamientos de todo tipo, de lo más insospechado, lanzado por los niños de viva voz mientras los Reyes pasaban por la Avenida de Gáldar, calle Francisco Hernández González y Avenida de Tejeda.
Antes de la comitiva llegara al punto final de su recorrido, en el Parque de San Fernando, las gradas de este recinto ya estaban abarrotadas, incluso de algunos niños rezagados, que querían esperar a última hora para entregar en mano su carta a los Reyes Magos. Bajo la conducción de Roberto Herrera, una entretenida gala musical hizo más agradable la estancia y espera del respetable, procurando fundamentalmente el entretenimiento de los más jóvenes, mientras la caravana real accedía al parque y los gobernantes municipales les esperaban con la nueva llave maestra para facilitar el reparto.
Una vez los tres Reyes Magos accedieron al escenario principal del Parque Público de San Fernando comenzó otra dosis de algarabía infantil, con una enorme inquietud ante la tan cercana presencia de los mágicos monarcas. La temperatura emocional de los pequeños fue creciendo conforme se acercaba el momento en que al alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez, subía al escenario, acompañado de la primera teniente de alcalde, Elena Álamo Vega, y del concejal de Seguridad y Eventos, José Carlos Álamo Ojeda. El alcalde recordó a los niños la obligación de acostarse temprano para facilitar el trabajo de los Reyes Magos, y a estos les incidió en los merecimientos de los niños de todo el municipio, para alcanzar todos los regalos solicitados, no sin apelar a la solidaridad de no pedir mucho para que los Reyes tuviesen tiempo de llegar a las casas de todos.
Tras el último ruego a los monarcas orientales, Marco Aurelio Pérez, entregó a Melchor, Gaspar y Baltasar la llave maestra mágica, con la que podrían acceder a todos los domicilios de San Bartolomé de Tirajana para poder cumplir entregando regalos y culminando una gran noche de ilusiones, deseos y sueños mágicos de unos pequeños empapados en la inocencia.