Esta semana presentamos ante los medios de comunicación un acuerdo entre el Cabildo de Gran Canaria y la ACB que traerá a nuestra isla dos acontecimientos deportivos baloncestísticos de primer nivel: la Supercopa 2017 y la Copa del Rey del 2018. Gran Canaria será dos años seguidos capital del baloncesto español, algo que no solo movilizará a los aficionados de Canarias y de fuera, sino que también tendrá un importante impacto económico y mediático y, por tanto, de promoción de nuestra isla en el exterior.
En el convenio para los próximos tres años, que tuve la ocasión de presentar, junto al consejero del área Ángel Víctor Torres y el presidente de la ACB Francisco Roca, además de la celebración de estos dos grandes eventos, incluye una agenda de otras propuestas: el programa escolar ACBNext, que acercará los valores del baloncesto y la convivencia a más de 200 colegios de la isla; un programa social para establecimientos asociados a la Liga Endesa en el que participarán 400 establecimientos de hostelería y restauración que se comprometen a emitir baloncesto y tendrán un distintivo propio, programas de actividades, etc; se pondrá en marcha un programa de Baloncesto Playa para promocionar este deporte a la orilla del mar y también nuestros recursos medioambientales y atractivos turísticos; se organizarán sesiones de trabajo con jugadores noveles destacados de cada club de la Liga Endesa para compartir destrezas, perfeccionamiento y los significados del baloncesto profesional; se creará una competición con clubes infantiles locales, españoles y de seis nacionalidades distintas de diferentes lugares del mundo… Esto supondrá posicionar a Gran Canaria como isla de referencia del baloncesto infantil. El propio presidente de la ACB Francisco Roca reconocía el lunes pasado en la rueda de prensa que “Gran Canaria es pionera en este tipo de actividades complementarias. A partir de ahora seguiremos este modelo para devolver a la sociedad todo lo que nos ha dado y lo que nos está dando”.
El presupuesto destinado a estos eventos por el Cabildo de Gran Canaria revertirá en la sociedad isleña en su mayor parte ya que la organización se compromete a contratar aquí los bienes y servicios que se puedan requerir para desarrollar las actividades de este convenio.
Desde que llegamos al gobierno del Cabildo de la isla dejamos claro que la aportación de dinero de la institución a un equipo de baloncesto o a una orquesta debe servir para que el deporte y la música lleguen a los más pequeños, para que toda la sociedad (no solo los aficionados) se beneficie de esa contribución. La difusión entre los escolares es una proyección de futuro. Se genera cantera, formación. Pero el acuerdo con la ACB para celebrar en Gran Canaria la Supercopa 2017 y la Copa del Rey en 2018 es, insisto, una inversión también con resultados a corto plazo debido a la promoción exterior de nuestra isla y a los visitantes que atraerán estos acontecimientos. Como ejemplo sirva la Copa del Rey que se celebra en Vitoria: se estima que cerca de 8.000 visitantes irán a la capital vasca y 400 periodistas se han acreditado para narrar desde Euskadi esta competición que se difundirá a 140 países diferentes. El impacto en la capital alavesa y en toda la provincia podría ser de 17 millones de euros. Estamos seguros de que en Gran Canaria el impacto de estas dos celebraciones de baloncesto será mucho mayor frente a los 3,2 millones de euros de aportación que hace el Cabildo para el total de la propuesta.
Quizá ya nos hemos acostumbrado a la importante oferta cultural y deportiva que tenemos en Gran Canaria y no terminamos de valorarla. Pero los que ya peinamos canas recordamos que hasta hace un par de décadas los estudiantes universitarios grancanarios que residían en Madrid provocaban la envidia de quienes se quedaban aquí cuando contaban las obras de teatro, los acontecimientos deportivos o los grandes conciertos que podían disfrutar en la capital española.
Hoy en nuestra isla disfrutamos fútbol de primera división, a los equipos de la ACB y podemos gozar con los conciertos de Elton John, Pablo Milanés, Jorge Drexler, Melendy, Julieta Venegas, Julio Iglesias, Leiva, Efecto Pasillo… En el teatro Cuyás tendremos en los próximos meses a Maribel Verdú, Verónica Forqué, Blanca Portillo, Mari Carmen Sánchez, Maykol Hernández, Marta Viera, Juan Mayorga, Josep María Flotats, Alfredo Sanzol, el Ballet de Víctor Ullate…
En estos años en los que se han impuesto las políticas de austeridad, algunos gobiernos han visto el deporte o la cultura como gastos prescindibles. Craso error. Son una apuesta fundamental para el presente y para el futuro. No se puede concebir el deporte como un negocio de unos pocos o un instrumento de evasión de las masas, se trata de una herramienta para la difusión de valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, la salud psíquica y física, el esfuerzo, la participación popular, el amor y respeto a la naturaleza… Por su parte, la cultura aporta, además, a la sociedad, un sentido crítico y la posibilidad de analizar las cosas que pasan para transformar este mundo.
Disfrutamos de unas instalaciones deportivas y culturales del máximo nivel y de forma descentralizada en todos nuestros municipios. Contamos con profesionales y técnicos bien formados que orientan y preparan de forma eficaz a nuestros jóvenes. Las familias y la sociedad en general reconocen su importancia y las instituciones sabemos que forman parte de la receta de la Gran Canaria moderna que aspiramos a desarrollar.
Johan Huizinga, una autoridad mundial en la sociología del deporte, autor de “Homo ludens”, afirma que “la verdadera cultura nace en forma de juego”. No hay nada más emocionante que ver a miles de niños, jóvenes y mayores practicando deporte cada día en los pabellones, piscinas, terreros de lucha, campos de fútbol, en nuestro mar o en los parques biosaludables instalados en los distintos rincones de esta isla. Pura socialización y rito ancestral que permanece. La semana pasada en la final de la Liga del Cabildo de Lucha Canaria vivimos en el Gran Canaria Arena una auténtica fiesta de deporte e identidad.
Las alegrías que proporcionan los triunfos y la práctica deportiva refrendan un sentimiento de orgullo y arraigo a una Isla que hace un esfuerzo enorme por convertirse en referencia europea con todos los merecimientos. Pero el deporte, a través de cualquiera de sus manifestaciones, constituye también uno de los sectores con mayor importancia y proyección económica para Gran Canaria. En este sentido cabe señalar también su clara interrelación con el turismo: se ha convertido en un marketing territorial de singular importancia unido a la UD Las Palmas, el Herbalife Gran Canaria, el Rally Islas Canarias, la Transgrancanaria, el balonmano y el baloncesto femenino, los maratones, el deporte activo, la vela… y tantas otras actividades… Son elementos de consolidación y atracción para quienes nos visitan…Son universos de modernidad, alegría, fiesta, disfrute del clima y el paisaje… que hablan extraordinariamente bien de Gran Canaria. Y proyectan a nuestra Isla de manera positiva. La internacionalizan. Y la hacen más atractiva. En estos días presentamos en Madrid la filosofía de la isla europea del deporte con la participación de las áreas de turismo y deportes. Juntas han instalado una carpa en Vitoria durante la celebración de la Copa del Rey. Un binomio para el turismo activo y la potenciación del deporte en Gran Canaria. El 17 % de los turistas que nos visitan reconocen realizar turismo activo, practicar deporte disfrutando de nuestra naturaleza.
El deporte es una palanca de desarrollo y de identificación popular indiscutible. Puede estar orientada al beneficio particular o al desarrollo colectivo. Este Cabildo de Gran Canaria quiere que ganemos todos. Y hoy podemos decir con satisfacción que en Gran Canaria podemos presumir de contar ya con una importante y potente industria deportiva, que crea empleo y que contribuye a tener una sociedad más sana y más cohesionada.
Antonio Morales Méndez