OLIVER BRAVO DE LAGUNA Y ANDREA FORNARO SE CORONAN EN EL GRAN PRIX DE ITALIA
“Los chicos han llegado, otra victoria para Oliver Bravo de Laguna”.
Así informó en la madrugada de este viernes Carlos Martínez Blanco -miembro del equipo- del triunfo de Sideral 931 en la última edición del Grand Prix d’Italie Mini 6.50 de 2017, después de 5 días 16 horas y 45 minutos de competición en unas “condiciones de falta de viento, durísimas ” .
La regata, organizada por el Yacht Club Italiano, ha consistido en un recorrido de 500 millas, con salida y llegada en Génova. Ha pasado por Gallinara, Bocche di Bonifacio y Giannutri, desde donde puso proa a Génova.
A priori se trataba de un recorrido sumamente técnico, caracterizado porque en cada uno de los waypoints (puntos de paso) podía darse una meteorología muy diferente. Los barcos tomaron la salida el 8 de abril y el primero ha llegado a meta en la madrugada de este viernes 14 de abril.
Bravo de Laguna (RCNGC) y Fornaro han liderado la regata desde el primer minuto. Según informa Carlos Martínez, el Sideral 931, que ha competido en la categoría prototipo, “ha tomado decisiones y opciones en solitario”, que los llevaron a abandonar la flota “e incluso el liderazgo de la prueba” por su confianza en la opción oeste.
Según relata Martínez, las últimas horas han sido largas, ya que ha habido que recorrer las últimas millas a menos de 2 nudos.
Así, el último tramo de la prueba ha sido un sprint complicado, como ha resultado toda la regata: Oliver y Andrea han ido hacia el oeste buscando un flujo de viento más constante. Hubo momentos en los que consiguieron adquirir bastante velocidad dadas las condiciones, pero a menos de 25 millas volvieron a ser atrapados por la calma chicha, lo que ha ralentizado la llegada a Génova.
Andrea y Oliver y el Alternative Sailing de Aubrun y Ferellec, líder de la categoría serie, fueron los dos únicos barcos escapados. Lograron una ventaja de unas 30 millas con respecto al resto de la flota que formaba un segundo grupo, encabezado en categoría proto por el Paris Texa de Paliaga y Balzano y en la de serie por el barco Penelope de Grassi y Rossi.
El equipo Sideral 931 ha afrontado su tercera regata con un barco completamente nuevo que tocó el agua por primera vez el pasado mes de febrero.
Para Oliver Bravo, este Grand Prix supone, además de una victoria, acumular millas en su contador personal, que es un requisito indispensable para poder participar en la regata Mini Transat, su objetivo para el año 2019. Debe sumar 1.000 millas en regata más otras tantas, en un recorrido definido por la Clase Mini.
El Grand Prix D’Italie es la segunda regata del Circuito Italiano de la Clase Mini Italia y la más importante. Ha reunido a 18 participantes, 6 barcos en la categoría Prototipo y 12 en la categoría Serie.
Se disputa en dobles (dos tripulantes) y sus tripulaciones representan a Italia, con 12 barcos inscritos; Francia con 2 equipos; Croacia, Reino Unido, Checoslovaquia y Suiza, con un equipo. Bravo de Laguna es el único participante español.
Con esta, son cuatro las victorias que acumulan el tándem Oliver-Andrea. Las anteriores fueron en Archipielago 6.5 el pasado mes de marzo y en la temporada 2015: también en la regata Archipiélago 6.5 y en la Round Sardinia Race.
La salida se dio a las 12 del mediodía, bajo la fuerte influencia de una alta presión, en toda la zona, que obligó al Comité de Regatas a recortar el recorrido, hecho que comunicó a los participantes en el briefing previo a la salida.
Esta alta presión atrapó a los participantes en una calma chicha. Desde el minuto uno hacer andar a los barcos fue toda una proeza.
Rápidamente Andrea y Oliver juegan sus cartas, optando por una vía más hacia el oeste, quedando la flota dividida en dos grupos: el del Sideral 931, junto a otros tres barcos de la categoría serie, y otro grupo, con los barcos restantes más al este.
Durante esas primeras 24 horas, dejan la primera plaza, que tenían desde la salida, a favor del Spot-Aeron Militare de Matteo Rusticali y Francesca Komatar que lideraban el grupo este. Pero el Sideral, continuó firme defendiendo la opción oeste, en busca del ansioso viento que se preveía para el segundo día, de esa misma dirección.
Pasaron más de 40 horas y la opción escogida por Andrea y Oliver dió sus frutos, tras navegar en solitario hacia el oeste, aventajando a sus perseguidores en más de 30 millas.
Al completar su tercer día el Sideral de Andrea Fornaro y Oliver, siguió liderando la clasificación. Se produjo el único abandono de la regata: el de Matteo Rusticali y Francesca Komatar del Spot-Aeron Militare, por rotura de un obenque.
El buen hacer de la pareja italo-canaria hizo que pasaran el estrecho de Bonifacio a primeras horas de la mañana, con un buen viento, haciendo muy buenas velocidades, consiguiendo más de 40 millas de ventaja a sus rivales. El paso de Bonifacio, en el extremo sur de la isla de Córcega inició, el regreso a Génova, pero aún quedaba un último waypoint en la isla de Giannutri.
Este sector fue muy complicado. El viento se encañonó en el canal entre las islas de Córcega y Cerdeña, pero, pasada su influencia, la calma chicha regresó y volvió a atrapar a los barcos. La ventaja se redujo a la mínima expresión, no obstante, nuevamente es el Sideral de Andrea y Oliver, el que montó en primera posición este último control de paso, antes de poner rumbo a Génova.
En el cuarto día, siguieron atrapados por la encalmada, cuando restaban más de 150 millas hasta Génova.
En esta parte de la prueba se volvió a formar dos grupos, encabezados por el Sideral de Andrea y Oliver y el Alternative Sailing de Aubrun y Ferellec el primero y el resto de la flota en el segundo grupo.
En el paso por la isla de Capri, los chicos lanzaron un decidido ataque, otra vez, buscando el oeste, en búsqueda de más viento.
Por momentos, lo consiguieron y volvieron a hacer buenas velocidades, que aumentaron la distancia entre los dos grupos, que se aproximaron a unas 30 millas.
Cuando quedaban menos de 25 millas en las últimas horas de este cuarto día, la calma volvió otra vez a atrapar a los dos líderes de la regata en las dos categorías, prototipos y serie, que mantuvieron la ventaja, con el resto de la flota, pero alargaron la llegada, avanzando a menos de 2 nudos.