La violencia de género ejercida contra las mujeres y sus hijos e hijas no entiende de origen, no entiende de edad y no entiende de condición social y así lo demuestra la crónica negra que reflejan los medios de comunicación día tras día por un lado, y por otro, los datos recogidos a través de los diferentes observatorios sobre violencia de género, retratando una realidad verdaderamente alarmante y preocupante, que nos debe servir para aumentar nuestro compromiso social en contra de la violencia machista.
Somos la mitad de la población mundial y tenemos los mismos derechos, tenemos la obligación de seguir luchando y reivindicando nuestro espacio de libertad, de decisión y autonomía. Un ejemplo claro de lo que esta ocurriendo en nuestro país es el caso de “La Manada”, como cinco hombres acusados de agresión sexual a una mujer, utilizan las rendijas del sistema judicial para aportar un informe encargado a través de una investigación privada que finalmente es admitida como prueba de su defensa en la causa. No bastó con la agresión sexual, no fue suficiente que alardearan en sus redes sociales de este repugnante episodio, sino que además intentan culpabilizar a la víctima de continuar con su vida.
Las mujeres víctimas de cualquier agresión ejercida por los hombres sufren no sólo en el momento de padecerlo sino que esta carga la llevaran toda la vida, por lo que me pregunto, ¿se les puede recriminar algo por intentar normalizar su vida en la medida que el dolor psicológico las deje?
¿Hasta cuando las mujeres tendrán se seguir realizando cambios en su vida cuando sus agresores tienen una orden de alejamiento? ¿no deberían ser ellos los que cambien sus hábitos de vida y no ellas?.
Todo ello ocurre en nuestro país, el estado debe tomar conciencia y que en todos los partidos judiciales existan juzgados especializados en Violencia de Género y con personal formado en perspectiva de género.
Dentro de las medidas que recoge el pacto de Estado contra la Violencia de Género se encuentra la puesta en marcha de juzgados especializados en Violencia de Género, poner en marcha acompañamiento judicial personalizado para hacer accesible la información a las mujeres víctimas y establecer procedimientos más seguros en su recorrido judicial desde el momento en el que ponen la denuncia hasta el final del proceso.
¿Por qué esto no se ha puesto en marcha antes?¿por qué han tenido que pasar todos estos años, habiendo sido tantas mujeres asesinadas, sin que realmente se nos proteja de forma necesaria y merecida?.
Afortunadamente cada día son más las mujeres que deciden dar un paso adelante, denunciar y salir de esa situación y debemos seguir trabajando para que se sientan protegidas y amparadas.
Para ello es necesario continuar invirtiendo recursos desde las instituciones públicas en la prevención y sensibilización contra la violencia de género y apoyar sin fisuras y con determinación la erradicación de esta lacra, principalmente en el ámbito educativo, me consta el compromiso y la solvencia a través de las cuales se trabaja en la comunidad educativa, estos días he podido nuevamente compartir con los centros educativos de Santa Lucía, el trabajo que realizan a través de sus comités de igualdad, que incluso son reconocidos y premiados fuera de nuestro municipio, como el IES Santa Lucía que ha conseguido el primer premio del concurso convocado por UGT en la campaña “Educando en Igualdad”. Somos muchos y muchas las entidades comprometidas con esta causa, pero hoy especialmente desde esta columna quiero agradecer la apuesta del ámbito educativo en nuestra lucha y animarles a continuar con el magnífico trabajo que realizan.
Las y los socialistas llevamos en nuestro ADN la lucha por las políticas en contra de violencia de género y a favor de la igualdad. Por ello seguiremos trabajando, la lucha contra la violencia de género es una lucha responsabilidad de todos y todas, porque lo que nos impacta de verdad son los datos, las vidas de tantas mujeres condenadas día a día a la vejación, el insultado, el maltrato y con su vida en peligro. Juntas y Contigo podemos lograrlo.