Las obras, presupuestadas en unos 24.500 €, tienen por objetivo solucionar los continuos desprendimientos del revestimiento de piedra de cantería que ponían en permanente peligro la seguridad de los usuarios de la plaza
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está llevando a cabo obras de revestimiento de las paredes de la torre-campanario de la Plaza de San Fernando de Maspalomas, como medida preventiva y de seguridad para evitar los peligrosos desprendimientos de su aplacado de piedra de cantería.
Las obras encomendadas por la Concejalía de Servicios Municipales, Ordenación del Territorio y Políticas Ambientales que dirige el edil Fernando González Montoro, tienen un coste de unos 24.413 euros, y se están ejecutando a través de la empresa especializada Norte-Sur.
Estos trabajos de naturaleza preventiva y de seguridad pública que se están efectuando en la torre campanario de titularidad municipal se iniciaron con seis operarios a mediados de la segunda semana de este mes de enero y está previsto que se prolonguen hasta el jueves o viernes de la próxima.
En una primera fase se ha demolido y retirado por completo el aplacado de piedra de cantería que revestía la torre, porque se estaba desprendiendo de forma sorpresiva y paulatina poniendo en peligro la integridad y seguridad física de los usuarios de la plaza. Una vez acaba esa fase, hora se está trabajando en la fase de aplicación de un enfoscado de nivelación y otra específica de revestimiento de mortero monocapa semejante al que cubre el exterior del templo parroquial.
Para la materialización de las obras no se ha tenido que desmontar el carrillón de campanas que coronan la torre, pero sí los tres relojes frontales de sus paredes, que se volverán a montar previsiblemente durante la próxima semana coincidiendo con la terminación de los trabajos del nuevo revestimiento.
La torre campanario que presta sus servicios a la parroquia aledaña fue diseñada por el estudio de arquitectos de Eduardo García Berenguer y José Miguel Quintana, y se levantó con planta triangular y unos 18 metros de altura como elemento simbólico para la población de Maspalomas. Su carrillón de 12 campanas con distintas notas musicales, sintetizador y carta de frecuencia se adquirió en Burgos a la relojería de Antonio Cano Rodríguez por 2.990.000 pesetas (17.970 €).
La construcción de la torre-campanario la incluyó el Ayuntamiento dentro de la tercera fase del proyecto de obras de remodelación que se llevaron a cabo en el parque de San Fernando a mediados de la década de los años 90 del pasado siglo con un presupuesto global cercano a los 145 millones de pesetas (unos 871.500 €).