• La catedrática Alicia Llarena, el profesor Antonio Becerra, Pepe Dámaso, la periodista Herminia Fajardo, la docente María del Carmen Reina y Mario Hernández Sanginés participaron en la mesa redonda de la Casa de Colón
El gesto simbólico del artista Pepe Dámaso de alzar al aire con ambas manos un ejemplar del libro ‘Mujeres en la Isla’, una obra de María del Carmen Reina que recorre la trayectoria de la revista homónima que se publicó entre 1953 y 1964, resume el carácter de reivindicación de la publicación que tuvo la mesa redonda celebrada en la Casa de Colón en la noche del lunes 12 de marzo.
La velada se planteó como una actividad paralela a la exposición ‘Mujeres en la Isla. Una revista insensatamente valiente’, que se exhibe en la Casa de Colón hasta el 15 de marzo y que de ahí se desplazará a la Casa-Museo Tomás Morales, en Moya.
Una de las participantes, la catedrática de Literatura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Alicia Llarena, aseguró que los contenidos de la revista “son una mina” y marcaron una línea propia de “un feminismo inclusivo e integrador”, centrado además “en el rescate de las vivencias particulares subjetivas”.
“Es una revista diferente, con cosas curiosísimas”, destacó el profesor de Literatura Antonio Becerra, que codirige junto a Llarena una tesis sobre ‘Mujeres en la Isla’. Becerra alabó la elevada calidad de muchas de las aportaciones literarias y plásticas y puso un foco sobre Antonia Brito Pérez y su original enfoque de los temas, que incluyó una entrevista al mismísimo tiempo.
La periodista Herminia Fajardo, bandera histórica del feminismo insular, reconoció que durante un tiempo se veía la publicación “como una revista burguesa, hasta que nos dimos cuenta de que era casi revolucionaria y un ejemplo de feminismo integrador y de lo que hoy llamamos sororidad”, algo que se plasmaba en el “respeto absoluto” entre las mujeres que la hacían posible pese a sus diferencias ideológicas.
En la mesa redonda, muy alargada según bromeó el moderador, Guillermo Perdomo, director de la Casa-Museo Tomás Morales, se sentó también Mario Hernández Sanginés, hijo de una de las colaboradoras, María Sanginés Fumero. Recordó que le inculcó el amor por la lectura y el cine: “Siempre me encontraba en la cama con un montón de libros”.
Pepe Dámaso afirmó que ‘Mujeres en la Isla’ descollaba como un oasis en el “páramo hostil” de la época en Canarias. El pintor, que firmó de dos de las portadas de la revista, subrayó su “gran rigor” ante el público asistente a un acto enmarcado dentro del programa Marzo Mujer que impulsa el Cabildo de Gran Canaria a través de su Consejería de Cultura con la colaboración de la Consejería de Igualdad y Participación Ciudadana. “Ellas, sobre todo y por encima de todo, estaban a favor de la cultura”, apostilló Reina.