- Tufia y Tirma es el nombre de las perras de esta unidad puesta en marcha por el Cabildo de Gran Canaria
La lucha por la erradicación de los venenos ilegales tiene una nueva aliada en la figura de la Unidad Canina para la Detección de Venenos de Gran Canaria (UCID), impulsada por el Cabildo de Gran Canaria y que supone la primera unidad canina de Canarias especializada en detección de venenos y animales afectados.
La unidad está compuesta por dos agentes de Medio Ambiente del Cabildo con funciones de guía canino, además de las dos perras adiestradas para detectar las sustancias empleadas en el envenenamiento de la fauna en el medio no urbano. El operativo de detección dedicará especial atención a las dos sustancias ilegales más comunes, el carbofurano y el aldicard, cuyo uso está totalmente prohibido.
Tufia y Tirma, que así se llaman las nuevas integrantes del equipo de vigilancia medioambiental del Cabildo, son dos perras de la raza pastor belga malinois, listas para operar, que llegaron a Gran Canaria el pasado verano siendo cachorras y han sido entrenadas durante ocho meses por entrenadores locales bajo la supervisión del experto nacional Pedro Salas por encargo de la Consejería de Servicio de Medio Ambiente del Cabildo.
El veneno es un procedimiento masivo y no selectivo de dar muerte a la fauna, prohibido y sancionado por la ley por su especial peligrosidad y letalidad, que supone un grave riesgo para la supervivencia de la fauna silvestre y doméstica y que resulta altamente tóxico para las personas. Puede dar lugar no solo a intoxicaciones primarias de la fauna, sino también a intoxicaciones secundarias, al pasar a la cadena alimentaria.
El uso ilegal de venenos afecta especialmente a especies de la avifauna como el cuervo, en peligro de extinción en Gran Canaria, la aguililla, el cernícalo común o el búho chico, entre otros animales.
La Unidad Canina actuará igualmente con los Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria en la detección, inspección y control de los puntos negros de la red eléctrica aérea que discurre por el medio rural de Gran Canaria para detectar los cadáveres de la avifauna víctima de electrocución o colisión.
La acción para la protección de la avifauna frente al riesgo de electrocución y colisión, incluida en el Plan de Vigilancia e Inspección Medioambiental del Cabildo de Gran Canaria, resulta especialmente importante por la incidencia negativa que tienen determinadas infraestructuras eléctricas en la supervivencia de las especies de avifauna de mayor tamaño de Gran Canaria.
Las labores de inspección de los agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria han permitido localizar en los últimos meses varios puntos que habían dado lugar a la electrocución de diversos ejemplares de cuervo y aguililla. Con la incorporación de la Unidad Canina al equipo de vigilancia, el Cabildo potencia el control para detectar y controlar el mayor número de infraestructuras eléctricas que resulten peligrosas para la avifauna de Gran Canaria.