Hoy se conmemora el nacimiento del genio y científico Nikola Tesla. Nació en Smiljan, actual Croacia, el 10 de julio de 1856.
Sus numerosos inventos, propios de una mente resultante del prodigio y la creatividad, no tuvieron especial aprobación ni comprensión por los científicos ortodoxos de aquel entonces.
En la actualidad, el genio sigue dando de qué hablar y ostenta un favorable reconocimiento a su labor como un teórico e inventor revolucionario en cuanto a términos de “energía”, “magnetismo”, “frecuencia” y “vibración” que incentivan a conocer los secretos del universo.
Desde muy joven, Tesla comenzó a destacar por sus brillantes capacidades. Pasaba inmerso en la lectura de libros, con diversa temática, que le eran fácil memorizar. Sus amigos y familiares le atribuyeron una admirable memoria fotográfica.
Estudió ingeniería eléctrica en la universidad de Graz, aunque parece que no finalizó su carrera.
Sufrió de crisis nerviosas que eran acompañadas de “visiones” sobre los temas e ideas que ocupaban su mente para concretarlos en sus posteriores trabajos.
Su contacto y relación profesional, desde 1882, con el conocido científico Thomas Alva Edison, primero en París y luego en New York, estuvo envuelta en traiciones y “envidias” ante la sorprendente genialidad de Tesla. Es un rumor, que apunta a la veracidad de los hechos, el “robo” de ideas y patentes por parte de Edison a su contemporáneo.
Por el hastío de los malos tratos y engaños recibidos, Nikola Tesla decide emprender su propia compañía en 1886.
A éste se le atribuye la verdadera influencia de la invención de la bombilla, la lámpara fluorescente, los rayos X, la famosa bobina que lleva su nombre, entre muchos inventos más que no aparecen de su propiedad intelectual debido a que Tesla rara vez plasmaba sus diseños en planos porque prefería guardarlos en su mente, además de que los apuntes que realizaba sólo él podía entenderlos.
Nikola Tesla fue un prolífico inventor que sacude las mentes de cualquier científico convencional de su época y, todavía, en estos días.
Fue un personaje rechazado y envidiado por su brillante talento. Enigmático y con una filosofía de vida que pujaba al bienestar de las sociedades con base a sus creaciones científicas.
Falleció el 7 de enero de 1943 en el casi olvido y la soledad de un hotel en New York.
«El futuro mostrará los resultados y juzgará a cada uno de acuerdo a sus logros». – Nikola Tesla
David Valentín Torres
Escritor de psicología y filosofía