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MÍRAME, PERO A LOS OJOS…

En esos momentos en que quieres comunicarte con la gente a todas horas, piensa que gran parte de la información que intentas transmitir no parte solamente de las palabras que dices, es más, el impacto que produce la comunicación no verbal y el lenguaje corporal es muy superior al poder que tiene la palabra por si sola.

Ha habido durante muchos años estudios que reflejan este tipo de afirmaciones, no todas a favor también hay que decirlo, pero de lo que no cabe ninguna duda es que la comunicación es mucho más que palabras. Para ofrecer una comunicación realmente completa, eficaz y con coherencia, esta, se debe de rodear de muchos más elementos que entran en juego cuando te relacionas con tu entorno.

En la comunicación política, comunicar con claridad a la ciudadanía es la diferencia entre llegar o no llegar hasta tu audiencia, así de simple.

Todo es comunicación

El lenguaje corporal ha sido analizado desde siempre, incluso existe la ciencia que así lo estudia denominada kinésica o cinésica, y que se encarga de esclarecer el resultado que se obtiene del comportamiento humano en base a como se gesticula, que tipo de postura corporal se adopta en la comunicación, la expresión facial, la sonrisa. No olvidemos que los seres humanos nos comunicamos a través del tacto y el olfato, aunque en política erizar la piel no se estile tan a menudo.

Dentro de este campo de estudio, se analizan las reacciones que causan en las personas detalles como la sonrisa uno de los principales delatadores de naturalidad y falsedad en lo que se expresa, los diferentes tipos de mirada, las percepciones auditivas y táctiles. En los años 50 un famoso antropólogo americano (Ray Birdwhistell) terminó por definir a la ciencia kinésica como la comunicación silenciosa en donde el cuerpo juega un papel a la hora de enviar un mensaje.

Yo le añadiría también la forma en que se recibe la comunicación, la predisposición a la hora de escuchar y la sensación que deja el mensaje al recibirse.

Comunicación no verbal en política

El liderazgo político tiene mucho que agradecer a la forma natural del uso del lenguaje corporal. En el campo de la política tradicional, en el marketing político y electoral y en las tertulias de televisión y radio, lleva años estudiándose como actúan los famosos y personajes públicos al hacer acto de presencia en escenarios, en su retórica, encuentros de networking, debates televisivos, discursos populistas, campañas electorales y otros auditorios.

Gestos como cruzar las piernas, entrelazar los dedos, en que posición están los brazos en una intervención, hacia donde dirigen su mirada y así, un sinfín de pequeños movimientos forman gran parte de la figura de un candidato político durante su presencia en tantos y tantos medios de comunicación y campos de actuación, son un todo.

Las redes sociales han posibilitado, más aún si cabe, encontrar las virtudes y los defectos de todos los representantes políticos y gobernantes, donde hasta hace unos pocos años quedaban ocultas tras las contadas apariciones en TV, o detrás de las ondas de una emisora de radio.

El 26 de septiembre de 1960, en las elecciones presidenciales de los EE.UU. la encuesta que se hizo sobre los debates televisivos de los dos aspirantes a la casa blanca se encontró con dos situaciones de como la sociedad estadounidense percibió a ambos candidatos. En el primer encuentro en el que se enfrentaron, hoy por hoy, sigue siendo un ejemplo y claro reflejo de lo que es la comunicación verbal y no verbal. En aquella ocasión hubo claras diferencias en cuanto al ganador, los que escucharon la radio dieron como claro vencedor a Nixon, a cambio, quienes lo pudieron ver por televisión, dijeron que el ganador había sido Kennedy.

Si que es cierto que nunca se pudo contrastar bien el origen de las encuestas, así como los datos cruzados del estudio, se llegó a comentar la importancia de la voz grave de Nixon y la imagen más joven junto a su presencia de Kennedy.

Relaciones públicas

Volviendo a los tiempos de ahora, lo que está claro es que sea el lugar que sea, la comunicación no verbal tiene que trabajarse a diario por parte de cualquier persona, no solo si se dedica a la vida política. Los particulares o profesionales estamos en constante comunicación desde que nos despertamos hasta que nos volvemos a dormir.

En las escuelas debería ir implantándose, en mi opinión, formación y disciplina destinada a mejorar la comunicación y la importancia que tiene en esta sociedad tan necesitada de expresar y de entender los mensajes que van y vienen. Cuantos trabajos, grandes profesionales y pensadores han pasado desapercibidos al no comunicar lo que hacían, quienes eran o representaban y que nadie se percató de su obra por no haberse comunicado medianamente bien.

Elementos del lenguaje corporal

Por otro lado, un asesor o consultor político en el diseño de estrategias de una campaña política y que tengan como uno de sus objetivos el saber como ganar elecciones municipales debería asignar siempre un epígrafe destacado al trabajo de la comunicación no verbal, tiene que formar parte inseparable de la estrategia política de un candidato, siempre es mejorable.

El lenguaje corporal, puede contemplar diferentes apartados y aspectos que siempre son susceptibles de mejora y seguimiento.

  • La mirada: Uno de los principales elementos de contacto. Un líder con confianza y seguridad siempre mirará a los ojos con decisión.
  • La voz: como se modula, que volumen tiene, cuando se acentúa una palabra o frase, el tono en que se habla, el uso de muletillas, la respiración.
  • El aspecto exterior, el que todos ven: Se dice mucho eso de que las apariencias engañan, si, pero también es cierto que la forma de vestir puede denotar organización, aceptación y adaptación a diferentes normas en cuanto a protocolo.
  • La forma de caminar: Como se colocan las manos, la posición de la cabeza, el ritmo.
  • Los gestos: Manos, posición de los pies en un escenario o atril, movimientos de la cabeza y del resto del cuerpo.

Te sientas a una mesa para compartir un momento y antes que los platos y los cubiertos, el teléfono móvil se apodera del lugar, se habla mirando a una pantalla de 5,8 pulgadas y se pierde por completo el campo de visión del resto de la sala.

Son muchos detalles y con más razón se tienen que tener muy en cuenta para conseguir objetivos en el mundo de la comunicación, sobre todo en el entorno político tan necesitado de entender la urgente necesidad de transmitir un mensaje completo.

Dar a conocer lo que hacemos con un mensaje 360, un mensaje más enriquecido y con un papel de regalo hasta ahora no utilizado, el lenguaje corporal, ese que hace reír o llorar.

 

Isaac Manuel Hernández Álvarez

Consultor de Comunicación y Marketing Político

www.isaachernandez.es

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