Desde Nueva Canarias hemos apreciado estas últimas semanas que sigue coleando entre los vecinos, se puede apreciar en las redes el sociales, la recompra del parking de Maspalomas por el Ayuntamiento con un gasto que supera los 12 millones de euros.
Recordemos que el Ayuntamiento había ganado el pleito en primera instancia pero el alcalde, pese a tener a la justicia de su lado, decidió sentarse a negociar llegando a un acuerdo por el que se recuperaba el edificio por un precio superior a los 12 millones de euros, aún estamos esperando que alguien de PP-AV nos explique ¿qué ganó el Ayuntamiento con dicha gestión? Como no podía ser de otra forma nuestros concejales votaron en contra en el pleno.
Pero la cosa no queda ahí, ya que en el proceso de “negociación” no se resolvieron pequeños flecos como el pago del canon por la explotación durante más de seis años por los adjudicatarios, el futuro laboral de los trabajadores de aquella instalación o la propiedad de la recaudación en los meses que transcurrieron entre la firma del contrato de recompra y pago parcial y la efectiva ocupación del edificio por el Ayuntamiento. “Pequeños detalles” que no merecieron la atención de nuestro alcalde y sus asesores pese a suponer un gasto de más de 12 millones de euros.
Otro caso parecido es el del Parque Puerto de la Cruz o Parque Europeo de Playa del Ingles. El Ayuntamiento ha autorizado hace poco el traspaso de la concesión administrativa entre dos empresas olvidándose que, el transmitente, Puerto Feliz S.L. no ha pagado el canon concesional de muchos, muchos años. Otro insignificante olvido (entiéndase la ironía).
Además ya hemos dicho en varias ocasiones que el Ayuntamiento lleva bastantes años dejando de recaudar por la ocupación de terrazas en la vía pública a muchas empresas. Ello supone una deuda acumulada y previsiblemente incobrable de varios millones de euros.
En el aparcamiento del Anexo II, vencida la concesión para su explotación, el Ayuntamiento ha olvidado exigir o cuantificar las mejoras y obras que el contratista ofreció cuando se le adjudicó el servicio.
En Meloneras, hace más de un año que sigue sobre la mesa del Secretario General un expediente administrativo para exigirle al promotor el abono de determinadas cantidades y obligaciones incumplidas o no abonadas.
Hay varias concesiones administrativas de kioskos y bares en instalaciones municipales que no se están cobrando o funcionan con concesiones administrativas vencidas hace lustros.
Y así podríamos seguir relatando una gran cantidad de incumplimientos, olvidos y negligencias que el “buen gobierno” de Marco Aurelio tiene a bien no atribuirse.