Muchos de los prodigios que han destacado en la historia son conocidos por sus influyentes obras, ya sean artísticas, científicas o literarias. Sin embargo, en la mayoría de los casos no ocurre lo mismo con sus facetas personales.
Tal vez esta parte de sus vidas no despierte el interés de algunos aun siendo, en mayor o menor medida, admiradores de sus creaciones. Con todo, merece la pena echar un vistazo al pintor tras el lienzo que se exhibe en un destacado museo o al compositor de una sinfonía que sigue sonando pese al transcurrir de los siglos.
Multitud de personajes que hoy son referentes históricos o culturales tuvieron una vida no exenta de dificultades y numerosos sacrificios. En el caso de Vincent van Gogh, el prolífico pintor neerlandés, durante su periplo como maestro de la pintura, vivió una serie de incidentes. Su biografía es toda una lección de perseverancia, pasión y amor a sus obras sobre el lienzo. Destaca el hecho de que, en vida, solo vendió uno de sus 900 cuadros, pero su valioso éxito no se hizo esperar al fallecer.
Quizás las diferentes experiencias del compositor y pianista alemán, Ludwig van Beethoven, fueron más reconocidas durante sus años de vida por la sociedad de aquel entonces. Esto sin obviar la tumultuosa infancia que le provocó su intransigente y excesivamente disciplinado padre, quien también fue su mentor. Beethoven estuvo prácticamente sordo un poco antes de fallecer y durante la composición de su última obra musical, la mundialmente conocida “Novena Sinfonía”.
De Charles Dickens, escritor inglés, cabe destacarse la difícil pobreza y el ambiente de marginación por el que estuvo envuelto. Este fue su estímulo literario que quedó plasmado en sus novelas, traducidas y leídas en diversos países alrededor del planeta.
Albert Einstein, físico y uno de los más populares científicos, fue incomprendido y desestimado en sus inicios. Resulta, cuanto menos paradójico, que en la etapa escolar no fuera tan brillante como se podría suponer. Asimismo, la pobreza de la época tampoco resultó ser su mejor aliado para facilitarle el confort que sí pudo obtener refugiándose en sus estudios de física.
Desde míticos filósofos hasta actuales cantantes que han despertado las fibras sensibles a millares de personas en escenarios del mundo. Cada uno de ellos tienen en común el talento de la creatividad, de lo diferente y novedoso, de heredar a la humanidad el progreso y la semilla de la genialidad, sirviendo de inspiración a las nuevas generaciones.
Conocer la vida de estos personajes, además de enriquecer culturalmente, puede ofrecer suficientes motivos y extraordinarios ejemplos a la gente que estudia o está dedicada al específico propósito de superarse en su profesión, oficio o talento a explorar.
Estas personas que han sido señaladas anteriormente no tuvieron experiencias vitales fáciles. Ellos sufrieron, lucharon, cayeron, se levantaron infinidad de veces y padecieron adversidades en el transcurso de sus existencias. No obstante obtuvieron el fruto de sus esfuerzos mediante el amor depositado en sus insignes labores.
De Steve Jobs, el contemporáneo emprendedor y creador de Apple, es especialmente contundente la siguiente afirmación:
“Haz las cosas que te gustan, aunque de momento no sepas por qué te atraen. No te cortes las alas. Sigue tu intuición”.
Ser una persona atraída por alguna variedad del arte, de la ciencia u otra profesión en concreto, sin saber el porqué ni el cómo de la devota inclinación, tal vez fue lo que sirvió de leitmotiv a estos insignes personajes.
El pensamiento de Jobs es concluyente. Nada ni nadie debe romper con el propósito de una vida. Los momentos difíciles y los obstáculos, no deberían ser un impedimento.
Las experiencias de los personajes que hicieron historia estuvieron marcadas por situaciones que fueron superadas hasta cumplir con sus tan apasionados propósitos. En su mayoría no eran conscientes de por qué lo hacían, simplemente se dejaron dirigir por esa intuición; algo que posteriormente les llevó a entender lo bien necesario que fue el esfuerzo, el estudio, la perseverancia y el trabajo con el que darle forma.
Detrás de cada vida hay un sinfín de tribulaciones, fracasos y logros, reconocimientos y desestimaciones. No cabe duda que todas son igualmente importantes, que se vuelven más útiles cuando se ha cumplido con aquello que gusta.
Aunque no trascienda a los libros de historia, se puede emprender una inmortal aventura propia de la creatividad, la vocación y el innato talento.
David Valentín Torres
Escritor de psicología y filosofía