- Ha elaborado un cuadernillo didáctico y una guía de aprendizaje para trabajar esta tradición popular en la Secundaria
- Realizarán una investigación oral con sus mayores para que no se pierda la memoria de sus antepasados
Las Palmas de Gran Canaria, 29 de octubre de 2018.- El Cabildo invita a los jóvenes de Gran Canaria a ahondar en la memoria sus antepasados, a preguntar a sus padres y abuelos por sus vidas, y a recoger la información recabada en un álbum genealógico que honre la memoria sus difuntos por el Día de los Finados, una tradición isleña que lucha por mantenerse frente al embate de Halloween.
Para ello, el Cabildo ha elaborado un cuadernillo didáctico y una guía de aprendizaje que tiene por objetivo profundizar en las tradiciones que giran en torno al Día de los Difuntos y los Finados elaborados desde la Fundación para la Etnografía y Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) que estarán a disposición de los centros que imparten la Secundaria.
Esta novedosa iniciativa llevará al alumnado a recorrer esta tradición desde su origen hasta la actualidad y a ser protagonistas de su rescate con la recuperación de la memoria de su propia familia, lo que implicará un trabajo de investigación que será interesante y, a buen seguro, en ocasiones emocionante, aseguró la consejera de Artesanía, Minerva Alonso, durante su presentación.
Esta tarea escolar persigue despertar la curiosidad de los estudiantes y a la vez la complicidad del resto de la familia. Además, permitirá que conozcan la transformación que ha registrado la sociedad grancanaria desde el pasado siglo, así como supersticiones populares y leyendas como la de la Luz de Toledo en Tasarte y la del Cuervo de Zamora en Guguy.
La Luz de Toledo, popularmente conocido como de Toleo, era una luz pequeña que aparecía en esta zona de Tasarte y que era avistada por personas con oficios solitarios que cruzaban los caminos de noche como el de carbonero y el arriero, mientras que la leyenda del Cuervo de Zamora relata que en este lugar de Guguy Grande los vecinos solía oír en noviembre un extraño sonido como el del graznido de un cuervo. Una de las explicaciones era que el ruido provenía del Caidero de Zamora, un lugar en el que había un cofre con dinero enterrado por el que se habían matado dos compadres.
El cuadernillo ‘Los Finados’ responde también a una demanda de los centros escolares y de las asociaciones de madres y padres porque al igual que el Cabildo ven con preocupación la imposición comercial de Halloween el 31 de octubre, una fiesta de origen celta habitual en Estados Unidos en la que proliferan las brujas, los vampiros y los zombis, y que ha despertado especialmente el interés de niños y jóvenes.
Y es que, aunque los Finados era una fiesta frecuente en los siglos pasados, estuvo en riesgo de desaparecer y ha sido rescatada en los últimos años. Ahora convive con Halloween y su enorme maquinaria comercial, si bien padres, alumnado e instituciones no están dispuestas a ceder el espacio que corresponde a los Finados.
Por ello, y dado que esta tradición no ha sido lo suficientemente estudiada y transmitida, y mucho menos tratada en el ámbito educativo, esta guía y cuadernillo se ha tornado la manera ideal de introducir los Finados en el circuito educativo.
Una tradición que pasa del campo a la ciudad
Este cuadernillo explica cómo entendía la muerte la sociedad grancanaria hasta mediados del pasado siglo. La Noche de los Finados, conocida popularmente como ‘los finaos’, hunde sus raíces en los pueblos que vivían de la agricultura y la ganadería, donde las familias relataban las vidas y anécdotas de los difuntos a los jóvenes para que no se perdiera su memoria.
El alumnado conocerá así que la encargada de este relato era habitualmente la mujer más longeva, quien se remontaba en ocasiones hasta los tatarabuelos, y si existían fotografías del fallecido le encendían una vela o una lámpara de aceite para alumbrar su recuerdo.
En estas reuniones solían comer castañas, nueces, almendras y manzanas, frutos que cosechaban en octubre. Y no solo comían y bebían, sino que también aprovechaban para hacer tareas como desgranar el millo. Al día siguiente las mujeres se levantaban al amanecer para acudir al cementerio a limpiar las tumbas para celebrar así el Día de Todos los Santos.
Esta tradición se convirtió en fiesta cuando pasó del campo a la ciudad y se incorporaron las parrandas, los bailes, la vestimenta típica y el asadero de castañas en reuniones en plazas, calles o locales vecinales.
El cuadernillo incluye cuestionarios para trabajar en clase, y también descubre cómo celebran el recuerdo de los muertos otras culturas con la película ‘Coco’, un largometraje de Disney que descubrirá la tradición del Día de los Muertos de México y será la guía para desvelar sus similitudes con los ‘finaos’.
También hará un repaso del culto a las ánimas en la sociedad de Gran Canaria con los Ranchos de Ánimas, es decir, los grupos de tocadores y cantadores que pedían ayuda a Dios para que sus difuntos abandonasen el purgatorio y analizará los carteles anunciadores.
Las tareas para conocer más sobre esta fiesta isleña están pensadas para desarrollar en asignaturas como Educación Plástica, Visual y Audiovisual, Lengua Castellana y Literatura, Valores Éticos y Prácticas Comunicativas y Creativas.
El próximo, los Ranchos de Ánimas
Este trabajo divulgativo sigue la estela de otros cuadernos didácticos elaborados este año por la Fedac, como el de Juegos Tradicionales y El Carnaval en Gran Canaria o el Cancionero sobre el agua, los artesanos, juegos vernáculos, pastoreo y alimentación tradicional. Los próximos serán uno elaborado sobre Carnaval tradicional en Canarias y otro sobre Los Ranchos de Ánimas.