- La mujer, que ocultó el cadáver durante dos meses y después lo arrojó al mar, ha sido condenada por asesinato agravado y dos estafas
La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un total de 28 años de cárcel a la mujer acusada de matar a su pareja, esconder el cadáver en un bidón y tirarlo al mar meses después del crimen.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha notificado hoy viernes la sentencia en la que la magistrada Pilar Parejo da forma jurídica al veredicto de culpabilidad emitido el pasado viernes 5 de julio por el jurado. La autoridad judicial condena a la acusada a dos años de cárcel por un delito de estafa, a 24 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco – con la accesoria de prohibición a acercarse al municipio donde vivan los padres del fallecido durante 30 años – y a otros dos años por un segundo delito de estafa.
La sentencia declara probado que sobre el mes de noviembre de 2014, la acusada, con antecedentes por estafa, comenzó una relación sentimental con el hoy fallecido, con el que comenzó a convivir en enero de 2015. En octubre de ese año la pareja se mudó a la ciudad de Telde con el segundo hijo de ella.
La imputada, afirma, ocultó a su pareja la existencia de un hijo anterior, al que presentaba como su sobrino mintiéndole también “sobre su vida familiar y profesional”.
Al saber que su pareja albergaba fervientes deseos de ser padre y tenía dudas sobre su relación sentimental, sigue el fallo, la acusada le mintió diciéndole que estaba embaraza de gemelos, noticia que ambos compartieron con sus familiares y amigos, a quienes se les comunicó la fecha programada para el parto el 28 de febrero de 2016.
En el mismo mes de febrero de 2016, la acusada puso un aviso en internet anunciando la venta del coche de su pareja, y contactó con un comprador que lo adquirió por 500 euros.
De esta operación no supo nada el compañero de la investigada, que en 22 de febrero de ese mismo año denunció ante la policía el robo del vehículo.
El homicidio
Ante la inminencia de que su pareja descubriera sus engaños, sigue la sentencia, en fecha no determinada pero comprendida entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2016, la imputada mató a su pareja.
Estando ambos en el domicilio de Telde, relata, le asestó una puñalada en la región axilar y dos en el trapecio izquierdo, propició que se golpeara en la cabeza al caer al suelo y lo dejó desangrándose en el piso, mientras ella abandonaba el domicilio.
La sentencia considera probado que el 4 de marzo de 2016 la imputada acudió a un conocido centro comercial de Telde y allí adquirió un bidón de 210 litros y cinta americana, donde medió el cuerpo de D., lo selló con la cinta y se fue a vivir a Las Palmas [de Gran Canaria].
Tras el crimen, y con la finalidad de enriquecerse de forma ilícita, sigue el relato, hizo creer a los padres y familiares de aquél que el día 28 de febrero de 2016 había dado a luz en el Hospital Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria a dos gemelos, uno de los cuales tenía problemas cardíacos, lo que supuestamente les obligó a trasladarse a Madrid para recibir tratamiento médico, haciéndose pasar mientras tanto por el ya fallecido a través del chat familiar de WhatsApp y de mensajes personales y fotos descargadas de Internet de niños intubados y con bajo peso, lo que le permitió obtener dinero que le ingresaban en dos cuentas corrientes, una de ellas de su titularidad y otra de su pareja, recaudando en total 415 euros.
Siempre según la resolución, durante los meses de marzo y abril de 2016 el cadáver permaneció en el bidón en el domicilio de Telde, si bien en algún momento Sira pidió a una amiga que le ayudara a limpiar la vivienda, sin que se haya acreditado ni la cantidad de sangre que limpió ni que ésta tuviera conocimiento de su origen, todo ello a cambio de una nevera, una lavadora y un microondas, tasados en 354 euros, propiedad del titular de la vivienda.
Con el cadáver a cuestas
Con pleno conocimiento del inminente lanzamiento de la vivienda alquilada por impago de la renta, detalla el fallo, el 9 de mayo de 2016 la acusada trasladó el bidón con el cadáver de D. desde Telde hasta la c/ Anzofé en Las Palmas de Gran Canaria, domicilio de una amiga, quien le permitió que lo depositara en la azotea de su vivienda y al día siguiente le ayudó a trasladarlo desde allí hasta la c/ Jerez de Las Palmas de Gran Canaria. El fallo, en consonancia con el veredicto, no ve pruebas de que la amiga de la acusada supiera qué había en el bidón, por lo que absuelve a ésta de los cargos por encubrimiento.
El día 12 de mayo de 2016, concluye la resolución, las dos mujeres trasladaron el cadáver en el bidón a plena luz del día por el Paseo del Confital y lo transportaron hasta una zona frecuentada por pescadores donde lanzaron el bidón al mar al anochecer.
A primera hora del día 13 de mayo de 2016, el cadáver de D. fue hallado cerca de la orilla a escasos metros del lugar donde fue arrojado.
La sentencia es susceptible de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.