El sol acompañó toda la jornada a quienes acudieron este viernes a la zona alta de Santa Lucía en el día grande de las fiestas de su patrona. Desde las ocho y media de la mañana el pueblo olía a aceitunas y pan de leña que llenaban los numerosos puestos abiertos en los aparcamientos junto a las Consistoriales y alrededor de la plaza de la iglesia. Guaguas con turistas, santaluceños y peregrinos llegados del resto del municipio fueron llenando la plaza.
A las 11 de la mañana se celebró el acto institucional de recepción de la delegación desplazada desde el municipio sueco de Luleå en las Casas Consistoriales. El alcalde de Santa Lucía, Santiago Rodríguez, dio la bienvenida al concejal del Ayuntamiento de Luleå Daniel Smirat, a la Lucía de esa localidad Matilda Lindström, a los miembros del Club de Leones Claes Simonander, Aneli Simonander y Gunnila Granberg, y a la Lucía elegida por votación popular Sara López Rodríguez. También formaba parte de la comitiva el presidente del patronato Reina de La Luz Juan Vicente Sánchez- Araña González. Al acto también acudieron los concejales de todos los grupos políticos de la Corporación Municipal.
El acalde agradeció la colaboración de todos para mantener la tradición de recibir a la Lucía de Luleå que este año cumple 56 años. Rodríguez señaló que eso es posible porque “Santa Lucía siempre ha sido un pueblo hospitalario y abierto al mundo, hemos sabido mantener nuestra identidad canaria, y convivir con otras culturas con más de 100 nacionalidades, entre ellos las 77 personas de nacionalidad sueca que viven en nuestro municipio”.
El primer edil invitó a la Lucía sueca y a la canaria a firmar en el libro de honor del Ayuntamiento, y después la comitiva se dirigió a la iglesia, para asistir a la misa y a la procesión. La iglesia se llenó durante la Eucaristía y miles de personas vivieron en las calles del pueblo el paso de la procesión. Durante la mañana se celebró la tradicional feria de ganado, y sus participantes desfilaron delante de la Santa Lucía al final de la procesión.
En la puerta de la iglesia se celebró el tradicional ritual en el que la Lucía sueca y la canaria reciben sendos gánigos con leche y agua que desparraman en el suelo en el inicio de la ofrenda a la patrona del pueblo. Niños y niñas con la vestimenta popular canaria también acercaron productos de la tierra como ofrenda a Santa Lucía.
Después de la ofrenda la Corporación Municipal y la delegación sueca vivieron un acto de hermanamiento en el que intercambiaron regalos de Canarias y de Suecia. El alcalde entregó a los representantes de la delegación nórdica un balayo de junco y anea hecho por el artesano santaluceño Juanito Ramírez. El concejal de la zona alta, Sergio Vega, dio ese mismo regalo a la Lucía canaria “porque para mí resulta muy emocionante porque sus padres son vecinos míos y la conozco desde que nació”. El concejal de Luleå Daniel Smiret, tras entregar los regalos rompió el protocolo y demostró su conocimiento del idioma y el folklore canario y se puso a cantar “tartanero, tartanero, cuida bien de tu tartana…”, y fue acompañado por los presentes. El edil sueco, el miembro del Club de Leones, Claes Simonander y el presidente del patronato Reina de La Luz Juan Vicente Sánchez- Araña González, también agradecieron al alcalde y a la Corporación Municipal la hospitalidad y se comprometieron a continuar celebrando el hermanamiento. En el acto también estuvo una representante del consulado de Suecia en Canarias ya que la cónsul Dunia Cubas se encuentra estos días en el país nórdico.
El cielo se puso de parte de los santaluceños este viernes 13 de diciembre en la celebración de la festividad de la patrona, y Santa Lucía hizo honor a su nombre, fue un pueblo de luz que iluminó sus hermosos palmeras y acompañó a todos los que quisieron sumarse a la fiesta.