- Los chefs Ángel León, Juanlu Fernández y Lucía Freitas se enamoran de la variedad de matices y sabores que atesora el territorio insular
- “En resumen, es impresionante”, proclama el aclamado Chef del Mar, Ángel León, que cuenta con cuatro Estrellas Michelin
- El Cabildo les ofreció una cata que arrancó con un buche de ron y un tomate cortado con sal de las salinas de Tenefé
- El director de Comunicación la Guía Michelín para España y Portugal destaca el auge de la gastronomía experimentado en Gran Canaria
Las Palmas de Gran Canaria, 8 de febrero de 2020.- La constelación de Estrellas Michelin formada por los chefs Ángel León, Lucía Freitas y Juanlu Fernández se deshizo hoy en halagos hacia la calidad, variedad y amplitud de matices de los productos de la tierra y el mar de la isla tras recorrer durante dos horas los distintos espacios de la Feria Gran Canaria Me Gusta entablar contacto directo con decenas de productores y productoras y probar el fruto de su trabajo.
“Una cita como esta nos permite conocer más a fondo lo que se hace en cada zona de Gran Canaria y, en resumen, es impresionante”, subrayó Ángel León, el Chef del Mar, tras culminar esta senda de sabores por los distintos puestos de la gran cita anual del sector primario y la gastronomía que promueve el Cabildo en Infecar.
León, que acumula cuatro Estrellas Michelin, tres de ellas en Aponiente y otra más en Alevante, añadió que en el caso de Gran Canaria “ya es muy grande que la gente de aquí consuma productos locales, porque esto es un reto que no se logra en muchas partes del mundo”. Además, esta convencido de que el producto local de la isla “tiene bastante recorrido con un montón de cosas directas e indirectas que se podrían vender fuera y que daría mucho valor añadido aquí”.
Lucía Freitas, otra apasionada del producto de kilómetro cero, comenzó la jornada madrugando para conocer el Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria y completó su jornada de sabores, aromas y sensaciones en la Feria, evento que definió como “un gran proyecto” que permite que los cocineros, en este caso los que forman parte del firmamento culinario, conozcan a los protagonistas del sector primario.
“Esta es la mejor manera de ser embajadores, empapándote, conociendo sus vidas y sus proyectos”, precisó Freitas, galardonada con una Estrella Michelin en A Tafona y a quien le han parecido “sorprendentes” determinadas variedades de pescado que ha visto en la isla y que hasta ahora desconocía y también el café del Valle de Agaete, uno de esos rincones llenos de sabor que forman parte de un territorio “con unos microclimas y una oferta increíbles”, como destacó el otro integrante de esta galaxia de Estrella Michelín, el jerezano Juanlu Fernández, dueño del LU.
Fresas, ron, sidra, mermelada de plátano y gofio y hasta campanas para los chefs
La primera parada del tridente de chefs tuvo lugar ante una bandeja de fresas de Valsequillo, de las que alabaron la potencia de su sabor. “Yo no sabía ni que existían”, confesó Juanlu Fernández. Poco después comprobaron que los paisajes y las biografías de Gran Canaria se pueden enlatar y adoptar la forma de una mermelada de plátano y gofio, como ha logrado hacer el matrimonio formado por Joaquín Suárez, nacido y vecino de Tasarte de toda la vida, y su mujer, la británica Vicky Lewis.
Los quesos de todo tipo, las sidras, los batidos naturales de mango, lima y chile con pajita comestible, los dulces, los mojos y decenas de delicias más salieron al paso de los paladares de los chefs, que también se encontraron y saludaron efusivamente a la ganadora de la quinta edición de Master Chef Junior, Esther Requena, que se abrazó a los tres en un descanso de los talleres infantiles que coordina dentro de la Feria Gran Canaria Me Gusta.
Poco después, el herrero, cerrajero y forjador Domingo Pérez, de Teror, les explicó las enormes ventajas que tendría para sus restaurantes incluir una gran campana como las que él fabrica. “Cuando alguien te deja un billete de propina, das un campanazo”, comentó entre las risas del grupo, que fue incapaz por cierto pese a su contrastada lucidez de completar con éxito el juego de los clavos, consistente en tratar de separar “dos tachas cambadas” y entrelazadas. “Los niños lo hacen bien. Los adultos no porque nos complicamos la vida”, alumbró el herrero.
Junto al trío de chefs caminaba también el director de Comunicación de la Guía Michelin para España y Portugal, Ángel Pardo, que destacó que los inspectores de la publicación han constatado el auge experimentado año tras año de la gastronomía en Gran Canaria. “La isla siempre ha tenido muy buen producto, lo que faltaba quizás era ese gente que pusiera toda la pasión en ponerlo en valor”, dijo.
Con el retumbar de la campana ya lejos, el grupo disfrutó de una sesión de cata diseñada por el Cabildo de Gran Canaria con el afán de resumir en pocos platos toda una geografía y que comenzó con un buche de ron y un tomate cortado rematado con sal de las salinas del Tenefé. Y así, sentados, felices y saboreando la profundidad del sabor de la isla, tomaron fuerzas para las exhibiciones magistrales de cocina en vivo que protagonizarán por la tarde y donde las exquisiteces locales brillarían entre sus manos.