Ojalá que en esta situación de aislarnos y no tocarnos, podamos entender la importancia del contacto entre los seres humanos.
Ojalá que viendo a nuestra familia, amigos, hijos o padres en una distancia prudente, entendamos qué tan valiosos son para nosotros.
Ahora, a eso que no le dábamos importancia, ojalá que se la empecemos a dar.
Lo más preciado de todo esto, es que no le hemos dado el espacio de cercanía a las personas que lo merecen.
Ojalá podamos reconocer que no existe nada más fuerte ni que nos venza, cuando le concedemos verdadero amor a los demás.
David Valentín Torres
Escritor e investigador