Los 13.447 escolares de Canarias que actualmente tienen derecho al servicio de comedor a cuota cero y que, por tanto, recibían su principal comida en los centros educativos, ya han comenzado a recibir su cesta básica de alimentación por valor de 120 euros, cantidad que supone el doble de la cantidad media de las cuotas de comedor escolar en los centros públicos de Canarias.
Los 62 menores de la isla de El Hierro ya cuentan con sus cestas de alimentación y, en el resto de islas no capitalinas, el reparto comenzó en el día de ayer. Ante el reto logístico que supone llegar a tantas familias, se ha articulado un sistema adecuado a las características de cada zona. Así, en el caso de las islas no capitalinas se cuenta con la colaboración de supermercados locales y de los Cabildos insulares.
Para el caso concreto de Gran Canaria y Tenerife, las islas con mayor número de beneficiarios de la denominada cuota cero, y con el fin de dar una respuesta eficaz y rápida a miles de familias afectadas por el cese de la actividad de los comedores escolares, el reparto se articula a través de la Fundación Dinosol. Así, serán ellos lo que contactarán con las familias vía SMS en base a los listados facilitados por la Consejería de Educación en los que constan todos los beneficiarios. En dicho mensaje a través del móvil se les especificará a que supermercado deben acudir, primando siempre la cercanía, para recibir un bono por valor de 120 euros para realizar la compra. Esta cantidad solo puede ir destinada a productos alimenticios.
Por Islas, los datos son los siguientes: El Hierro, 62 menores; La Gomera, 85; La Palma, 677; Fuerteventura, 408; Lanzarote, 494; Tenerife, 6.175, y Gran Canaria, 5.337.
Para dar respuesta a esta situación surgida tras la suspensión de las clases el pasado viernes 13 de marzo se formó, desde un primer momento, un grupo de trabajo entre las distintas administraciones mencionadas. La labor de cooperación y entendimiento ha sido total, ya que todas las administraciones tenían claro que no se podía dejar sin cobertura a este colectivo de menores, por lo que el principal objetivo fue la búsqueda de un protocolo de actuación para las familias cuyos hijos e hijas reciben la denominada ‘cuota cero’ en el comedor escolar al tener unos ingresos insuficientes para afrontar el pago del mismo.