- Los afectados percibirán las ayudas antes de final de año
- Las valoraciones señalan ya el destino de 540.000 euros, si bien la cantidad puede aumentar en el nuevo periodo de solicitudes
- Las 13 viviendas incendiadas, tres de ellas destruidas del todo, 2 comercios y 40 fincas agrícolas y ganaderas centran las ayudas
Las Palmas de Gran Canaria, 29 de julio de 2020.- El Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de La Aldea firmaron hoy un convenio para agilizar la entrega a los afectados de los 600.000 euros aportados por la Institución insular para paliar los daños del incendio de Tasarte en una quincena de viviendas y comercios y 40 fincas agrícolas y ganaderas cuyos dueños deberán cumplir desde ahora con la obligación de conservar el entorno de sus propiedades libre de residuos, maleza y material seco.
La cantidad presupuestada y transferida al Ayuntamiento, y que llegará antes de final de año a los afectados, toma como referencia la minuciosa inspección preliminar iniciada pocos días después del incendio por los técnicos de las Consejerías de Sector Primario, Vivienda e Industria y Comercio y podría ampliarse si se incluyen más beneficiarios en el periodo de presentación de solicitudes que abrirá la corporación local, que realizará el trámite y pago directo de las ayudas igual que se hizo en los municipios que sufrieron los incendios del verano, subrayó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, tras rubricar el acuerdo con el alcalde de La Aldea, Tomás Pérez.
Por el momento, las valoraciones del Cabildo señalan ya el destino de 540.000 euros, de los que 400.000 corresponden a 13 viviendas, algunas con importantes daños estructurales y tres de ellas destruidas en su práctica totalidad por el voraz incendio que calcinó 1.000 hectáreas y afectó también a dos comercios, sector para el que se prevé inicialmente una ayuda de 60.000 euros que cubrirá también los gastos corrientes y las nóminas de febrero de su personal.
Los técnicos también inspeccionaron 25 fincas donde el fuego acabó con la vida de animales, calcinó árboles frutales o arrasó instalaciones de riego, maquinaria e invernaderos con daños cuantificados en 50.000 euros, aunque esta cantidad puede aumentar porque restan otras 15 peticiones que, según los primeros indicios, elevarán a 80.000 euros el volumen de ayudas necesario.
El convenio incluye la creación de una comisión mixta de Cabildo y Ayuntamiento para la revisión, seguimiento y evaluación de las acciones, órgano que se reunirá al menos una vez cada seis meses hasta febrero de 2022, horizonte final fijado para justificar las subvenciones en este proceso lanzado en tiempo récord, explicó el consejero de Presidencia, Teodoro Sosa.
También enseres de primera necesidad y entrega de árboles frutales
Las reconstrucciones y reparaciones en viviendas abarcan también garajes, trasteros o cobertizos y la reposición de enseres de primera necesidad y los criterios de selección darán preferencia a las viviendas habituales, en especial cuando presenten problemas estructurales, y a los solicitantes con menor capacidad económica.
En cuanto a las parcelas agrícolas y las explotaciones ganaderas, las bases contemplan la entrega de árboles frutales para su reposición por parte de la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo y una ayuda económica de 6 euros por árbol para los gastos asociados a su plantación.
La condición ineludible para acogerse a la subvención es conservar, mantener y limpiar la vegetación en un perímetro mínimo de 15 metros alrededor de las propiedades y en el caso de las fincas se suma la obligación de mantener la actividad agrícola y ganadera durante al menos cinco años. El Cabildo recuerda que estas medidas resultan cruciales ante futuros incendios forestales, pues frenan su propagación y minimizan los daños.
De hecho, el abandono de las zonas rurales fue uno de los ingredientes del cóctel del que se alimentó el incendio de Tasarte junto a las altas temperaturas, los fuertes vientos, las dificultades de la orografía y la sequía, circunstancias que crean el escenario propicio para que una primera chispa se convierta en un drama medioambiental y humano, como pueden atestiguar las personas que se acogerán a las ayudas del Cabildo para cicatrizar la herida física y emocional del fuego.