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El ambicioso Plan de Turismo Sostenible del Cabildo para las Montañas Sagradas y la Reserva de la Biosfera contará con 4,2 millones

  • Convertirá a Gran Canaria en modelo de destino capaz de vertebrar recursos naturales, arqueológicos y etnográficos
  • Fijar la población, uno de sus objetivos
  • Creará un gran centro de investigación en Tejeda con 1,7 millones
  • Un potente portal y una aplicación móvil basada en la realidad aumentada y los sistemas de georreferencia, otra de las claves
  • Dos rutas de gran recorrido de 50 km recuperarán antiguos senderos e impulsarán la actividad turística a su paso
  • Controlar la capacidad de carga y monitorizar yacimientos, otro eje

Las Palmas de Gran Canaria, 14 de octubre de 2020.- El ambicioso Plan de Sostenibilidad Turística del Patrimonio Mundial de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y la Reserva de la Biosfera impulsado por el Cabildo contará con un presupuesto de 4,2 millones de euros para convertir a Gran Canaria en modelo de destino capaz de vertebrar sus recursos naturales, arqueológicos, culturales y etnográficos en beneficio del propio territorio, de los valores que alberga y de la calidad de vida de los habitantes de estos parajes únicos reconocidos con dos figuras de la Unesco.

El Plan fue presentado a un concurso público del Ministerio de Turismo, que lo seleccionó para aportar un millón de euros de su plan nacional de 60 millones para potenciar destinos singulares y sumarlos a la aportación del Gobierno canario de un millón y al millón inicial aportado por el Cabildo, que para completar la cuantía necesaria para afrontarlo agregará otra partida de 1,2 millones, 2,2 en total para alcanzar los 4,2, explicó el presidente insular, Antonio Morales, quien celebró que el proyecto pueda prosperar.

Las tres administraciones firmarán un convenio que abrirá las puertas a un nuevo referente turístico basado en la calidad de los servicios, la conservación, la accesibilidad y la información para fomentar la economía circular, promocionar los productos locales, proteger la biodiversidad y fijar la población al territorio con acciones que se suman a los 5 millones del programa La Cumbre Vive.

La hoja de ruta marca la construcción por 1,7 millones de un gran centro de investigación y participación en Tejeda que centralizará la gestión de todo el ámbito y actuará además como espacio distribuidor de guías y visitas, refuerzo de los contenidos museísticos y elemento emblemático del destino.

El impulso a los emprendedores locales es uno de los ejes del Plan, que prevé 300.000 euros para asesoramiento, acciones de sensibilización y plataformas colaborativas de venta y promoción, además de impulsar la creación de microempresas ligadas a nuevos productos y experiencias turísticas.

Este respaldo al sector turístico vinculado a los rasgos que definen al Paisaje Cultural y la Reserva de la Biosfera cristalizará también en programas de apoyo a la competitividad de las microempresas y al fomento de las producciones y la artesanía locales con rutas gastronómicas o casas de artesanía.

Contempla además la recuperación por valor de 800.000 euros de senderos para crear dos rutas de más de 50 kilómetros diseñadas para cubrir en varias jornadas y que serán la base de un producto turístico específico que invitará al visitante a adentrarse en espacios de alto valor natural y cultural que enhebran los atractivos del Patrimonio Mundial y de la Reserva de la Biosfera.

Realidad aumentada

La aplicación de las nuevas tecnologías es otra de las columnas del Plan, motivo por el que se invertirán 260.000 euros en un potente portal digital y una aplicación para móviles que dotará al público de una herramienta de interpretación con funciones y contenidos multimedia basados en la realidad aumentada y la georreferenciación.

Por otro lado, un paquete de acciones por 500.000 euros mejorará la experiencia turística en las Montañas Sagradas con el acondicionamiento de bienes patrimoniales y de su entorno inmediato, incluidos caminos, muros y senderos. Asimismo, el Cabildo cerrará cuevas por motivos de conservación con materiales que garantizarán su integración ambiental y la estabilidad de los parámetros bioclimáticos interiores, al tiempo que actualizará y ampliará la red de monitorización del estado de conservación de algunos yacimientos.

El Plan reserva 340.000 euros para un sistema de apoyo para la gestión del Paisaje Cultural y la Reserva con una red de sensores y sistemas de comunicación e información sobre la carga en el territorio para controlar el flujo de visitas, el aforo de los centros de interpretación y la densidad del tráfico.

La programación plantea abrir con un presupuesto de 300.000 euros una oficina técnica de gestión y promoción del destino que elaborará el plan de promoción y comercialización dirigido al turismo local, nacional e internacional.

El reto que afronta el Plan de Sostenibilidad no es menor. Los datos del informe del Cabildo que sirvió de base para el convenio reflejan que menos del 10 por ciento de los turistas que vienen a Gran Canaria señala entre sus motivaciones la oferta cultural, el patrimonio o la red de senderos, aunque la cifra ronda el 30 por ciento si se pregunta por el entorno ambiental y los paisajes.

 

El Paisaje Cultural ocupa 9.500 hectáreas de Tejeda, Artenara, Gáldar y Agaete, la práctica totalidad de ellas están insertadas en la Reserva de la Biosfera, que se extiende a su vez sobre más de 100.000 hectáreas que abarcan además suelo de los municipios de Mogán, La Aldea, San Mateo y San Bartolomé de Tirajana.

 

Pero los lazos del Paisaje Cultural y la Reserva de la Biosfera son incluso mucho más estrechos de lo que indica su mera convivencia en el territorio. La Reserva, por ejemplo, guarda un excepcional legado del mundo aborigen, con yacimientos arqueológicos que se conservan como en la época prehispánica, manteniéndose un paisaje relictual en el Poblado de Acusa y las Cuevas de Caballero en Artenara, Bentayga o Caserones, entre los múltiples ejemplos.

 

Igualmente, la cultura del agua, como elemento patrimonial inmaterial, destaca por los saberes populares o los usos en la medicina popular, desde el recetario de infusiones de gran biodiversidad de la flora autóctona para aguas guisadas, cuyas propiedades ya eran conocidas por la sociedad aborigen, a las interpretaciones de los fenómenos atmosféricos, como los aberruntos. Y todo ello también forma parte de este legado del pasado que se quiere mostrar al mundo con orgullo y con mimo para así perpetuarlo.

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