- Permitirá que la mitad de su energía sea renovable en seis años y ahorrar 2,6 millones de toneladas de petróleo
- La desaladora incorpora la última tecnología y la salmuera devuelta al mar no superará ni el 10 % de lo permitido, por lo que será llevada al resto de desaladoras de Gran Canaria
- La descarbonización insular no será posible sin Chira-Soria
- Supondrá un ahorro en la generación de energía de 122 millones de euros al sistema insular, que tiene un sobre coste de 1.500 millones frente a la Península
- “Cuanto antes esté, mejor, coinciden los ponentes de la jornada Transición Ecológica de Gran Canaria, el Modelo de Chira Soria
Las Palmas de Gran Canaria, 27 de ovtubre de 2020.- La Central Hidroeléctrica de Chira-Soria será un avance que no solo permitirá, junto a la ejecución de los 908 megavatios de energías renovables que ya tienen autorización para su implantación, que más de la mitad de la energía sea de origen limpio en Gran Canaria, sino que conferirá una seguridad al sistema que librará a la isla del riesgo de sufrir un cero energético como los que ha sufrido Tenerife, que ya piensa en su propio salto de agua.
Así se puso de manifiesto hoy en la jornada “La transición ecológica de Gran Canaria, el modelo Chira-Soria”, cuyos participantes fueron tajantes al coincidir en que la descarbonización de la isla necesita ineludiblemente un sistema de almacenamiento que garantice el suministro, integre las renovables y dé seguridad al sistema, lo que pasa por el salto de agua.
Participaron en el encuentro (https://youtu.be/Vp9YbNFqi6c) Eduardo Prieto, director de Operaciones de Red Eléctrica de España en Canarias –quien apuntó que estudian la implantación de una central en Tenerife-, Yonay Concepción, director técnico de la Central Chira-Soria, Julieta Schallenberg, profesora titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Rafael Martell, presidente de la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican).
Ese almacenamiento, concluyeron, deberá ser una combinación de baterías y bombeo, con Chira-Soria en la corona, el sistema que usa el planeta, ya que el 96 por ciento de la energía almacenada en el globo se realiza a través de sistemas hidroeléctricos. A ello se suma que su durabilidad está establecida en torno a 75 años, mientras que las baterías, además de usar litio y cobalto, entre otros materiales contaminantes procedentes de países en situación de conflicto, tienen una vida de 15 años, aunque aún está por ver, apostillaron.
Motivará las inversiones en renovables
Pero no es la única ventaja, es imprescindible que la producción sea igual a la demanda, explicaron, por lo tanto, cuando la demanda baja y hay exceso, hay que dejar de producir, o desperdiciar la energía sin más, por eso los parques eólicos existentes deben parar, esto supone una desincentivación para nuevas parques, pues deben hacer una inversión sin conocer cuántas horas de producción real tendrán porque no hay como almacenar el sobrante.
Con la llegada de Chira-Soria esto acabará, las plantas no tendrán que parar la producción, pues aprovechará la energía para subir agua a la presa alta y la dejará caer cuando se necesite, por lo tanto actuará de acicate para que a los 908 megavatios ya aprobados, 180 de ellos ya instalados, se sumen nuevas peticiones de instalación. Y no hará falta que esté en funcionamiento, en cuanto comience su construcción comenzará el interés por implantar más potencia, de modo que la estimación es que en el 2026 la penetración sea aún mayor que ese 51 por ciento previsto con la potencia autorizada.
Mandato de la Unesco: integración armónica de humanos y naturaleza
Chira-Soria, resaltaron, incorpora la última tecnología y es una planta a la vanguardia mundial, que además de integrar cada avance aparecido, se ha volcado en su integración paisajística, como no podía ser de otra forma, puesto que es una Reserva de la Biosfera y el mandato de la Unesco, no obstante, es “la integración armonizada entre humanos y naturaleza para un desarrollo sostenible”, un importante matiz que habla de la integración de las personas. Además, este salto estará al servicio de toda la sociedad y todos los operadores habidos y por haber, grandes y pequeños.
En cuanto a uno de los puntos aún por decidir, Yonay Concepción subrayó que el Cabildo defiende el soterramiento por completo, pues solo se trata de una canaleta de 1,80 metros, frente a las torres al aire que mantiene REE, que ya las redujo, pero aún así, insistió, el Cabildo mantiene su apuesta porque sean soterradas todas, lo que no solo causa menos impacto paisajístico sino evita riesgos como el de incendios por roce de hojas, como ya ha sucedido, riesgo para las aves, o incluso accidentes como el del helicóptero sucedido años atrás con la muerte de sus ocupantes. La decisión está ahora, concluyó, en manos del órgano medioambiental del Gobierno de Canarias, que debe pronunciarse al respecto.
3.500 puestos de trabajo
La construcción de Chira-Soria llega, además, en un momento económicamente delicado que no hay que obviar, y su ejecución, que tendrá una inversión de 391 millones de euros en cinco años, generará nada menos que 3.500 puestos de trabajo.
Una de las dudas puestas sobre la mesa por la sociedad es la salmuera que hay que devolver al mar tras desalar agua, Concepción explicó que se ha incorporado lo último de lo último y al llegar al lecho marino no superará ni el 10 por ciento del máximo permitido, una tecnología que además se aplicará al resto de las desaladoras de la isla, pues no hay que olvidar que la desalación es imprescindible en Gran Canaria desde 1995, cuando la demanda superó las existencias de agua.
Asimismo, descartó que llevar agua depurada a los embalses sea una opción, pues no pueden contener material orgánico, así que lo descartó de forma tajante al tratarse de propuestas que no se basan en conocimientos reales de las condiciones del agua y sus destinos.
Por otra parte, el sistema de generación eléctrica de Canarias, aislado y alejado, genera un sobrecoste de producción con respecto a la Península de más de 1.500 millones de euros que son asumidos por el conjunto del país y no son repercutidos al bolsillo de los isleños, con este salto de agua y la penetración de renovables, la producción energética será posible por 122 millones de euros menos al año, por no hablar del petróleo que habrá que dejar de importar, ya que solo los 908 megavatios instalados, estimando una producción anual de 9.000 gigavatios hora al año, ahorrarán tener que importar y quemar 2,6 millones de toneladas de petróleo, aunque serán muchos más porque la previsión es que se soliciten instalar más megavatios en cuando Chira-Soria arranque.
Y todo ello coincide con que las instalaciones de generación eléctrica de Gran Canaria, la central de Jinámar y la de Juan Grande están amortizadas y es necesario reemplazarlas, así que “cuanto antes esté disponible Chira-Soria, mejor”, y todo combinado con la necesidad del ahorro y la eficiencia, pues no hay energía más verde que la que no se consume.