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El Cabildo invierte un millón en aumentar la eficiencia de la Desaladora de Arucas-Moya un 40 %, la verdadera revolución energética

  • Morales: la auténtica revolución energética está en el ahorro y la eficiencia, aparte de en las renovables
  • Los alcaldes califican esta planta de esencial para sus municipios
  • Abastece al 90 % de la población de Arucas y al 70 de Moya
  • Representa el nuevo trinomio: agua, energía y sector primario
  • Evitará quemar 75 toneladas de petróleo y emitir 370 de CO2

Las Palmas de Gran Canaria, 1 de diciembre de 2020.- El Cabildo de Gran Canaria ha invertido más de 1 millón de euros en aumentar la producción diaria, la calidad del agua y la eficiencia de la Desaladora de Arucas-Moya, incluida la instalación de una planta fotovoltaica, pues la “verdadera revolución  energética está en el ahorro y la eficiencia” y en esta planta se ha mejorado casi un 40 por ciento, celebró el presidente insular, Antonio Morales.

Para ello también cuenta con 860 paneles solares para autoconsumo que evitarán quemar 75 toneladas de petróleo al año y la emisión de 371 toneladas de CO2 a la atmósfera.

El presidente recorrió las instalaciones junto a los alcaldes de Arucas y Moya, Jesús Facundo y Raúl Afonso, quienes calificaron esta instalaciones de esenciales para el norte, no en vano abastece al 90 y 70 por ciento de la población, respectivamente, y al 20 por ciento de Firgas, aparte de al sector primario, y estuvieron de acuerdo con el consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo, en que parece una planta nueva, pues a pesar de haber sido inaugurada en 1995, en vez de una planta obsoleta es una planta puntera.

El proyecto de mejora de la central tiene un presupuesto de 590.000 euros, mientras que el de la planta fotovoltaica contó con 466.000, un esfuerzo económico necesario para mantener el abastecimiento en el norte, donde las tres desaladoras –Moya-Arucas, Roque Prieto y Bocabarranco-, han tenido que funcionar al cien por cien en los dos últimos años debido a la sequía.

Ello demuestra no solo que son necesarias, sino que las acciones ya en marcha –como la ampliación de Roque Prieto por diez millones-, contribuirán a mantener esta garantía de abastecimiento, sobre todo en épocas de sequía.

 

Así, la central volverá a recuperar su volumen de producción de 15.000 metros cúbicos diarios –la mitad para abasto y la mitad para agricultura-, gracias al reemplazo de las membranas de uno de sus dos módulos por otras que además son más eficaces y de bajo consumo, el objetivo siempre ante cualquier cambio por ser una de las claves en el cambio de modelo energético.

Además, la sustitución de estas membranas hará innecesario el uso del bastidor de refino, lo que se traduce en otro recorte del gasto energético que se suma al que aportará el rediseño del sistema alta presión hasta completar una reducción de la factura eléctrica.

Aparte de aspectos cuantitativos, destacan los cualitativos, pues la planta pondrá a disposición de la agricultura un agua de mayor calidad, con menor salinidad y un porcentaje de boro también inferior.

Con todo, esta planta contribuirá a elevar la cifra récord de 11 millones de metros cúbicos de agua que alcanzarán este año las desaladoras del Cabildo de Gran Canaria para afrontar la escasez de lluvias que padece el campo.

La segunda gran actuación culminada del Plan Renovagua

En  cuanto a la instalación fotovoltaica, ocupa 2.250 metros cuadrados de un depósito regulador, de modo que además se aprovecha una superficie que no tenía otro uso sin ocupar nuevo terreno. Ello le permite a la un campo de captación de 1.500 metros cuadrados en los que han sido instalados 260 kilovatios de potencia, lo que generará una producción anual de 450.000 kilovatios y ahorrará a la factura 50.000 euros anuales.

Tras la planta fotovoltaica ejecutada en la Desaladora de Bocabarrranco, esta es la segunda gran actuación que culmina el Cabildo dentro del Plan Renovagua dotado con 18 millones para instalar 10 megavatios de potencia en las centrales del Consejo Insular de Aguas. Se trata de 36 acciones –incluidos cuatro aerogeneradores-, para dejar de importar 4.700 toneladas de petróleo, de emitir 17.500 toneladas de dióxido de carbono, y ahorrar 2 millones de euros al año en la senda hacia la ecoisla de la mano de sus grandes aliados, sol y el viento de Gran Canaria.

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