Tras algunas semanas encerrado poniéndome al día con series, aquí te traigo la primera de este nuevo bloque de críticas y recomendaciones. A Sherlock Holmes, el detective más famoso de la narrativa inglesa, siempre le hemos conocido por su honorabilidad, su magnificencia a la hora de resolver casos debido a su brillante mente y su siempre elegante planta y disposición. Pero ¿y si este famoso investigador y su brazo derecho, el querido y elemental Dr. Watson, tuvieran una cara B?. Una parte del disco que no fuera ni por asomo la que siempre hemos escuchado y conocido de ellos.
Esta es la idea de la nueva serie original británica de Netflix: ‘Los Irregulares’ (The Irregulars). Su creador Tom Bidwell se inspira (con cierta libertad y algunos cambios) en la saga de libros “Sherlock Holmes y los Irregulares de Baker Street”, escritas por Tracy Mack y su esposo Michael Citrin, que se basa a su vez en los personajes usados por Arthur Conan Doyle en algunas de sus novelas del mítico investigador y asesor de Scotland Yard.
¿El resultado de esta adaptación y de esta nueva cara de la pareja de detectives? Pues primero vamos a analizar un poquito lo que nos vamos a encontrar en ‘Los Irregulares’, pero sí que puedo adelantaros que sus ocho capítulos de algo más de 50 minutos de duración forman una producción que sin ser nada novedoso consigue el cometido principal de toda serie: entretener al espectador.
De qué va
‘Los Irregulares’ nos lleva a esa Londres de época victoriana que hemos visto en otras series y películas. Una ciudad gris, sucia, bulliciosa y permanentemente envuelta en la niebla. Allí un grupo de chavales formado por las hermanas Bea (Thaddea Graham) y Jessie (Darci Shaw) junto a sus dos amigos Billy (Jojo Macari) y Spike (McKell David) viven, o mejor dicho sobreviven, como buenamente pueden tras una infancia de penalidades en el hospicio.
Su suerte cambia cuando un elegante caballero, el Dr.Watson (Royce Pierreson), les invita a participar en la resolución de una serie de misterios que acechan la ciudad a cambio de unas monedillas. Los chavales no pueden ni deben dejar escapar esta oportunidad de conseguir ese dinerillo que tanta falta les hace, mientras se intuye que el “elemental y querido Watson” se aprovecha de ellos para incrementar la fama de los investigadores más top de la capital británica.
Los 4 adolescentes, a los que además se les une su aburrida y algo enferma alteza Leopold (Harrison Osterfield), se darán cuenta del embrollo en el que se han metido cuando las indagaciones les lleven a hechos misteriosos, oscuros y totalmente paranormales, nada de lo que se esperaban ni de una delincuencia de andar por casa.
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Fenómenos del más allá
Además, con el paso de los capítulos nos daremos cuenta de que esos hechos que parecen venir del más allá, conectarán a los chicos con su pasado mientras descubren que uno de ellos tiene un don especial, tremendamente útil para un Watson que no deja de dar señales al espectador de que hay algo raro en su comportamiento. La pregunta que nos hacemos todos es: ¿A dónde llevan esos sucesos tan extraños? ¿Por qué han sido elegidos?
El desconocido Sherlock Holmes
Vale, unos chavales reclutados por Watson para resolver casos mientras este último no hace ademán de mancharse las manos. Pero, ¿Dónde demonios está su socio y jefe, el flamante detective Sherlock Holmes? Aquí es donde entramos en lo novedoso de la serie con respecto a la figura del investigador. De primeras no parece aparecer por ningún lado, aunque nos dejan caer en varias ocasiones que ahí está. Eso sí, no parece por lo que nos muestran que el elegante caballero asesor de Scotland Yard este en su mejor momento.
La clave nos la da el creador de ‘Los Irregulares’, Tom Bidwell, al que las obras anteriormente mencionadas le inspiraron para darle una vuelta de tuerca al asunto y presentarnos un personaje diferente: «Sherlock Holmes tenía un grupo de niños de la calle que usaría para ayudarlo a reunir pistas, por lo que nuestra serie es si Sherlock fuera un adicto a las drogas y un delincuente y los niños resuelven todo el caso mientras él se atribuye el mérito»
Por lo tanto, ya no tenemos a ese intachable detective, sino a un denostado Holmes (Henry Lloyd-Hughes) que parece que se haya tirado los últimos años de bar en bar bebiéndose hasta el agua de los floreros y metiéndose de todo. La cosa esta por tanto en saber la razón por la que Sherlock ha terminado en ese estado tan lamentable. ¿Será por iniciativa propia, cuál estrella de rock al que su fama le deriva al consumo de drogas? ¿Pasó algo que le lleva a dejarse y hundirse en la más absoluta ponzoña? ¿Será Holmes un cabronazo por gusto?
En resumidas cuentas
Entonces, ¿merece la pena darse el paseo por el catálogo de Netflix para ver ‘Los Irregulares’? Para gustos los colores, pero la verdad es que la serie es bastante entretenida. Aunque la temática que toca, los sucesos paranormales en la city londinense, no son nada que no hayamos visto alguna vez tiene suficientes ingredientes para agradar a buena parte de la audiencia y a diferentes grupos de edades.
Los más jóvenes de la casa se verán atraídos por una trama donde están presentes unos chavales que, además de tener que sacar adelante las investigaciones y enfrentarse con su pasado, también muestran sus cosas de adolescentes: los amores a primera vista, los desamores posteriores, las locuras y las dudas de esos años locos, etc. Es una herramienta que empieza a ser obsesiva en muchas producciones, pero la verdad es que en ‘Los Irregulares’ no resulta tan “moñas y cansino” como en otras.
Los que calcen más años, se verán en una tesitura en la que les intrigue esa nueva imagen de Sherlock Holmes (esto de ser un poco kinkillero ya se pudo ver antes eso sí). Además, la serie está bastante bien hecha con una fotografía realmente lograda, un vestuario de época más que correcto y una serie de escenas de acción que llaman mucho la atención (sobre todo la de los pájaros del primer capítulo que recuerda a la famosa escena de la película de Alfred Hitchcok).
Por último podemos sumarle cierto humor británico (sobre todo proveniente de Spyke, el chaval guay del grupo) y la aparición de actores reconocidos haciendo cameos más o menos importantes y siempre relacionados con esa oscuridad que centra la trama de la serie. Nos vamos a encontrar por ejemplo con Rory McCann, el famoso Perro de ‘Juego de Tronos’, con Sheila Atim (‘Harlots’) y en especial con Clarke Peters (‘The Wire’) en el papel de una especie de guía espiritual para la joven Jessie.