La escultura “Fraternidad” acompaña desde este viernes a los bañistas de la playa de Pozo Izquierdo. La obra realizada por el escultor Víctor Navarro representa a Isabel, una niña que murió ahogada en agosto de 1959, tras darse un golpe en esta playa de la costa de Santa Lucía. Ese fue el último verano que pasaron en Pozo Izquierdo los padres de Isabel Quintana Rodríguez.
La colocación de la escultura en el mar se convirtió este viernes en un homenaje a la niña Isabel, al que asistieron sus familiares, vecinos y vecinas de Pozo Izquierdo y representantes de la Corporación Municipal. En el acto cuatro sobrinos de Isabel, Domingo Quintana (fundador del grupo Faneroque) Wichi Quintana (del grupo Tabaiba), Isabel y Carmen Ester subieron al escenario y cantaron una canción que le han dedicado a la niña: “Vuelas con el viento/ niña volaste/ jugando con tu luna menguante/libre gaviota en el aire/ niña volaste”.
El alcalde de Santa Lucía, Santiago Rodríguez, conocía la trágica historia y sabía que la piedra grande desde la que se tiró la pequeña continuaba allí. Por eso se planteó que “para marcar esa piedra conocida como la piedra grande y dar más seguridad a los bañistas, pensé que sería buena idea hacer una escultura recordando a esa niña y se lo planteé a la familia, que recibió la idea de una forma muy positiva”. El primer edil manifiesta que “me acerqué a Agüimes a hablar con Carmencita Quintana, la hermana de la niña, y mostró su apoyo a este proyecto”. La niña tenía dos hermanos, Leonardo Quintana Rodriguez y Carmencita.
Wichy Quintana no conoció a su tía Isabel, pero recuerda que “la niña tenía 13 años y se tiró al agua sin calcular que bajaba la ola, se dio un fatídico golpe, y falleció unos días después”. Wichy añade que “los veranos de sueños y diversión se acabaron a partir de ese momento, la vida de mis abuelos estuvo marcada por ese accidente y no volvieron a ir a la casa familiar de Pozo Izquierdo”. La pequeña Isabel tenía dos hermanos: Leonardo (padre de Wichy) y Carmencita, que también acudió al homenaje y a la colocación de la escultura en las aguas de Pozo Izquierdo, y pudo escuchar cantar a sus sobrinos: “Viento que se llevó el tiempo de maguas y sueños, que un día se escondieron Viento, que se llevo el viento de un triste lamento, de un salto hacia al cielo”
La escultura podrá verse incluso con marea alta y tendrá iluminación nocturna alimentadas con una pequeña batería solar, una iluminación que por la noche darán un haz de luz a la escultura de bronce. La escultura está incrustada en la piedra por medio de unos pivotes de acero inoxidable de 50 centímetros de longitud. La piedra está anclada con una estructura armada. Todo conforma un conjunto de 5.700 kilos (la piedra pesa 2.800 kilos, la estatua pesa 180 kilos y el resto es la cimentación).
Hermoso gesto para recordar a la niña Isabel. Enhorabuena a quienes participaron en ese hermoso proyecto.