- El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha visitado hoy las obras y ha remarcado la idoneidad del enclave para albergar las instalaciones
- La infraestructura ha requerido una inversión de 985.925 euros y se prevé que esté operativa antes de que finalice la campaña de incendios de 2022
Las Palmas de Gran Canaria, 20 de octubre de 2021.- “El Cabildo de Gran Canaria, con el proyecto de modernización y construcción de las oficinas de control y refugio de la base helitransportada de Artenara, está consiguiendo no solo optimizar las dependencias y las condiciones de trabajo del personal de este espacio estratégico, sino mejorar de forma sustancial todo el sistema general de lucha contra los incendios forestales de Gran Canaria”, ha asegurado el presidente del Cabildo, Antonio Morales, durante la visita que ha realizado hoy a los trabajos que se ejecutan en las instalaciones con que cuenta la Consejería de Medio Ambiente en el municipio.
“Este proyecto es una obra largamente demandada y absolutamente necesaria, por muchas razones, pero, fundamentalmente, porque desde 2005 se venían utilizando unos barracones para alojar al personal de la lucha contra incendios, que es preciso que están aquí durante muchos meses del año, para atender a la prevención y la extinción de incendios”, ha continuado Morales, el referirse a estas instalaciones, en las que se integran la base de operaciones de los equipos Presa de la Unidad Operativa de Fuegos Forestales de la Corporación Insular, así como el punto de estacionamiento de los helicópteros contratados por la Institución y destinados, esencialmente, a labores de extinción de incendios, junto a la tripulación aérea y el personal de mantenimiento de los aparatos.
El presidente del Cabildo, asimismo, ha recalcado la idoneidad de este enclave de Artenara para ubicar la base. “Se ha realizado un estudio por parte de expertos, para localizar el lugar idóneo para la construcción de este centro de control y refugio”, ha explicado, “y se ha concluido que este espacio es mucho mejor que cualquiera de los otros que se barajaron, dado que estas actuaciones requieren, ante todo, inmediatez y la nueva base se encuentra en el punto que permite llegar de una manera más rápida y más eficaz a los incendios”.
Antonio Morales ha estado acompañado en el recorrido, entre otros, por el alcalde de Artenara, Jesús Díaz Luján, quien ha comentado que “el Cabildo ha apostado para que la helisuperficie se quede en el municipio y, ahora, con este proyecto, va a lograr algo muy interesante para nosotros. Sin duda, estamos situados en el centro de la Isla, con Tamadaba, Inagua y Pajonales alrededor, y creo que este es el lugar ideal desde el que combatir los incendios”.
La nueva base de Artenara, que ha requerido una inversión de la Institución Insular de 984.925 euros, comenzó a construirse el pasado verano y se prevé que estará operativa antes de que finalice la campaña de incendios de 2022, dado que el plazo de ejecución de las obras, que corren a cargo de la empresa pública Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental S.A. (Gesplan), es de un año. Durante ese tiempo, la helisuperficie se mantendrá operativa en todo momento.
La nueva infraestructura, que tiene una superficie total construida de 466,45 metros cuadrados, sustituye a los antiguos barracones y tiene la misma función de defensa del monte, mejorando todas las prestaciones. Así, se triplican las habitaciones destinadas a los equipos Presa, se crea un gimnasio dedicado expresamente a su entrenamiento y se mantiene el porche, que es un elemento esencial para las cuadrillas. Además, dispone de seis habitaciones para los pilotos de los helicópteros, mecánicos y cualquier técnico especialista en el análisis y extinción que pudiera asistir, y podrá realizar la función de refugio, para dar respuesta a las necesidades que puedan surgir en los siniestros.
El inmueble está concebido como un cuerpo integrado con el entorno, mimetizado con el paisaje del Parque Rural del Nublo, Espacio Natural Protegido al que pertenece, junto a otras figuras de protección como la Red Natura o la Red Reserva de la Biosfera. En concreto, el edificio contará con dos plantas, se adaptará a la topografía abancalada del lugar y ha sido diseñado con un recubrimiento exterior en piedra, mampuestos careados, como solución adecuada al aprovechamiento, e incluso la reutilización, de materiales de la zona.