El núcleo poblacional rural del Vijete, en las medianías del municipio, ya cuenta con un alumbrado público sostenible tras la instalación de 20 farolas compactas de última generación que tienen en la misma unidad integradas la luminaria de leds y el panel solar, y en el que el Ayuntamiento ha invertido más de 17.000 euros de fondos propios. Este tipo de iluminación, modelo pionero en Canarias, permite llevar luz a pagos localizados fuera de los núcleos urbanos sin necesidad de realizar obras de canalización de cableado.
La alcaldesa Ana Hernández y el concejal de Servicios Públicos, Carmelo Pérez, han visitado el Vijete junto a uno de los representantes de las luminarias instaladas, Francisco Quintana, quien manifestó que este modelo de iluminación “servirá de ejemplo en otras provincias y países a los que llegamos a través de ferias internacionales especializadas y que llevarán la imagen del Vijete en la Villa de Ingenio”.
Ana Hernández aseguró que con la instalación de esta iluminación “damos respuesta a una demanda vecinal de muchos años de nuestra gente de las medianías y lo hacemos de una forma efectiva, sostenible y respetuosa con el medioambiente, que va en la línea del trabajo que estamos desarrollando en el municipio y que nos marca el camino para nuestro futuro y en el que ya estamos trabajando”.
Por su parte, el edil Carmelo Pérez, quien agradeció a los vecinos y vecinas “la paciencia que han tenido durante todo este tiempo”, destacó que “esta tecnología no lleva cableado ni ningún tipo de obra civil, por lo que nos permitirá llevarla a otros lugares rurales del municipio con más facilidad, y en función de los presupuestos que tengamos para el próximo año continuaremos iluminando entornos como El Roque, Lomo Caballo y Lereta”.
Entre los beneficios que contiene este tipo de iluminación destacan que el alumbrado puede llegar a áreas sin acceso a red eléctrica, disminuyendo los costes al no ser necesario realizar obras de canalización para el cableado; un alto ahorro energético, la protección del paisaje natural, y además tiene una larga vida útil por su batería de litio.
Las nuevas luminarias, que tienen una garantía de 5 años, tienen además instalado un sensor de movimiento que durante la noche actúa a un 30% y cuando se activa por el paso de una persona o vehículo llega al cien por cien, ahorrando energía de las baterías que se cargan con la luz del día. Cada farola sostenible tiene una vida útil de 50 mil horas con solo 25 watios de consumo.